KATE BERLIN
Navidad con los Romanov-James.💖
✨UNICA PARTE✨
Emma.
Siempre ame las festividades, eran una excelente excusa para que me dejaran adornar la casa como yo quisiera. Claro que tenía que tener la aprobación de Luciana, porque si no le gustaba tenía que hacerlo todo desde el principio hasta que quedara aceptable.
Estaba en la fortaleza de la mafia rusa, pero eso no me importaba mucho, ya fuera estar aqui o en mi departamento, iba a decorar de igual manera. Al ser la Koroleva siempre tengo gente cuidando mis espaldas, aveces es algo tedioso el no tener privacidad para hacer algo simple como ir al spa, pero en estos momentos me serán de utilidad.
Llego al centro comercial y sonrio viendo que esta vacio. Queria que fuera solo para mi, se lo pedi al maldito ruso que solo me miró y me encerro en la habitación durante 7 horas. Al parecer obtuve el resultado que queria y puedo disfrutar de todo el lugar solo para mi. Doy la vuelta para mirar a los Kryshas y Boyevikis que al ver el centro comercial vacio, saben lo que les espera y suspiran tratando de acoger toda la paciencia que puedan.
Entran a la primera tienda, la administradora del lugar me da la bienvenida y me ofrecen hacer las compras por mi para que no me canse, pero declino amablemente su oferta.
¿Quien no quiere comprar adornos navideños por si mismo? Voy caminando por el lugar y colocando cosas en el carrito.
Luces, estrellas, guirnaldas, renos, viejitos pascueros colgables, esferas, muerdago, velas, etc. Un carrito se lleno, luego otro y otro, los chicos detras de mi se miran entre sí y susurran.
-¿Que ocurre, chicos? -pregunto.
Despues de mirarse, uno de ellos se atreve a hablar, mirando el piso: -La fortaleza jamás ha sido adornada para estas fechas, señora.
Sonrio.
-Por eso mismo es que voy a adornarla y ustedes van a ayudarme, ¿entendido?
Suspiran y asienten, pues saben que lo que ella diga es prácticamente una orden aunque ella lo haga sonar como una petición. La cajera pasa las cosas y yo le sonrió al ver las cosas preciosas que hay.
Seguimos tienda por tienda, piso por piso comprando cosas pues mi casa ahora no es un lugar pequeño y no puede haber sitio sin decorar, donde se vea hay que notar el espíritu navideño. Los Kryshas y Boyevikis enviaron la mayoria de las compras a los carros, pero aún tienen varias bolsas con ellos, lo cuál me sorprende porque bastantes pedidos los envié directamente a casa en los camiones de las tiendas.
Entramos a la mas esperada tienda para mi y es bastante divertido ver como unos tipos rusos de casi dos metros se entusiasman al ver tanta comida. Me dirijo a donde hay una mesa servida con delicias y le hago un gesto a mis acompañantes para que se sienten.
-Necesito su opinion chicos, asi que coman todo lo que puedan, ire a comprar dulces en la tienda -hacen un gesto en desacuerdo al estar sola por el lugar- Y no me pasará nada, no se preocupen. Cuando vuelva necesito que me digan que les parecio más delicioso para saber que comprar.
Me dan un asentimiento, comienzan a comer y me alejo por los pasillos con carritos. Una vendedora, me sigue explicandome algunos alimentos que no conzoco y dando sus recomendaciones.
Ella me agrada, no ve si es elevado su precio o no, simplemente habla de los ingredientes o calidad, lo cuál la hace estupenda para este trabajo.
Después de un tiempo, tengo llenos 2 carritos con cosas dulces y saladas. Muchos bastones de dulces en distinto tamaño y colores toman la mayor parte de un carrito. Al volver a la gran mesa, me sorprendo al ver que casi no queda nada de lo que habia en un principio, sabia que tendrían un gran apetito pero no se ven como capaces de arrasar una mesa entera.
