YOLANDA ESPITIA RADA
PARTE 4: FANFIC DONDE ILENKO ES EMPRESARIO, EMMA PATINADORA Y LLEVAN UNA RELACIÓN A ESCONDIDAS DESDE HACE DOS AÑOS.
*Ilenko*
Mi Emma era adorable, sensible pero no débil, y aunque lloró sé que en algún punto logrará superarlo; siempre ha tenido una relación hostil con ellos, pero jamás se esperó que la fuesen a echar de la casa, odiaba verla triste, aquella niña se me había metido bajo la piel, y me jodía pensar que la primera vez que pisó mi casa fue con ese ánimo de perros, pero agradecí el día en que decidí adoptar aquella cría de león que había logrado sacarle más sonrisas que cualquier persona en este momento, por esto aproveché para trabajar un rato.
El tiempo se me fue, pero cuando un delicioso olor se tomó la habitación decidí salir, jamás había comido algo "Casero" en casa tenía sirvientes que se encargaban de eso, y en mi día a día comíamos en restaurantes
-No sabía cuál era tu comida favorita pero se me ha antojado hacer una lasaña - me dijo con voz tierna y señaló la mesa, que estaba puesta, con unas velas encendidas, mientras el León comía en una esquina lo que parecía carne fresca
Emma me dedicó una pequeña sonrisa, le hice señas para que sentara sobre mí, y con una cara mimada se sentó en mis piernas
-Cocinas delicioso, Vedma - dije y le regalé un beso en la mejilla
-aprendí para ver si me daban algo de crédito en casa - dijo y su ánimo volvió a bajar
-No los necesitas bebé, ya eres mía y jamás te dejaré ir - Le digo acariciando su cabeza - mucho menos ahora que te haré mi esposa - sentencié y recogí su cabello en una cola de caballo para darle un beso cargado de hambre.
Terminamos la cena y subimos a la habitación seguidos del animal, que al parecer no se quitaría de nuestro lado nunca más.
-No tengo pijamas - dijo con un puchero
-¿Y quién ha dicho que la necesitas? - Pregunté y me acerque a ella, comencé a dejar besos leves en su cuello, apartando su cabello hacia un lado y ella comenzó a gemir suavemente en respuesta, y a menearse - ¿Sigues queriendo unas pijamas?
Recibí una risa alegre de respuesta y una negación con la cabeza, respuesta suficiente, de un pequeño salto la cría se encontraba enganchada en mis caderas, dándome besos y moviéndose para aumentar la fricción, rápidamente bajé su top, dejándome ver sus senos, pequeños y firmes, una delicia si debo decirlo, comencé a chupar, besar y morder, dejando marcas que tardarían días en borrarse, pero que no importaba, porque NADIE tendría derecho de verlos, porque esos pechos eran míos al igual que toda ella.
La llevé entonces hasta la cama, donde la lancé de espaldas, y la observé acariciar su deliciosa intimidad mientras me deshacía de los malditos pantalones, observé aquella brillante humedad, y me antojé de forma inmediata
-Quiero comer algo de postre bebé - y seguido a eso me acomodé entre sus pierdas para degustar aquella dulce v4gin4, separando sus suaves pliegues con mi lengua, degustando aquel néctar de dioses al que me había hecho adicto, y que ella gimiera tan dulcemente me sumía en éxtasis. Pronto comencé a sentir sus temblores supe que iba a venirse, y me deleité con el torrente de jugos que surgían de aquella fuente de placer.
Luego de eso me subí sobre su cuerpo, y la penetré de una embestida, sacándole un grito de placer increíble, Emma envolvió mi cuello con sus brazos, su rostro se encontraba rojo por el esfuerzo, ¡Mierda! No quería detenerme, aquel rostro lleno de placer era increíble como todo lo que obtenía de aquella cría; jamás me saciaría de ella.
