YOLANDA ESPITIA RADA
"SE BUSCA NIÑERA PARA UN LEÓN"
CAPÍTULO 8:
ILENKO
Verla patinar me ponía a mil, escucharla enfrentarse a quien la lastimó me ponía peor, pero qué me pidiese ayuda para su venganza me hizo perder la cabeza, me hizo caer por completo en el hechizo de esa pequeña bruja, MI pequeña Bruja porque nadie la tocaría mientras yo estuviese vivo. Es que Emma James en cada una de sus facetas puede afectar hasta el más fuerte de los guerreros.
Los cabellos negros caían como una cascada desde su lugar, estaba recostada en el borde de la cama, sus ojos azules era cubiertos por los párpados y su rostro de tranquilidad mientras dormía era de otro mundo.
Habría mandado a asesinar a toda la población humana con tal de mantener esa sonrisita de satisfacción y tranquilidad en sus labios, la blanca piel de sus piernas y su trasero tenía una serie de marcas entre rojas y moradas ocasionadas por nuestra desenfrenada pasión en la celebración de su triunfo.
-¿Por qué me miras así? - Dijo desperezándose y levantándose de la cama quitándome la vista que tenía y dándome una excepcional vista de todo su delicado cuerpo desnudo
-Solo estoy viendo lo que es Mío-Le dije y palmee mis piernas para que se sentase
-No me gusta que me dejes sola en la cama - Dijo con un puchero mientras tomaba su lugar- el colchón se enfría
-Ya, Ya - Le dije acariciando sus mejillas - No te pongas caprichosa
-Debemos volver a casa - Dijo moviéndose sobre mis piernas - No me gusta dejar a Vladi Solito tanto tiempo -Agrego
-No sabes lo enojado que estaría si no fuese mi Descendencia de la que hablas - Le dije y deje salir una sonrisa - No se molestará si juego otro poquito con su mami - Agregué y me levante con ella en brazos para tirarla a la cama
La pequeña pelinegra debajo de mi recibe cada embate como la diosa resistente que es, gimiendo y aferrándose a mi espalda, dejando arañazos que en otra situación me habrían cortado la inspiración pero que al ser Emma James no puedo negarle.
-Me gustas, Maldita hija de puta - Le digo mientras vacío mi semilla en su interior
Aquellos ojos Azules y brillantes me miraban con un deje de anhelo - ¿Alguna vez has pensado en tener más hijos? - Preguntó con honesta curiosidad mientras acariciaba mis tatuajes.
Estaba a punto de darle mi respuesta cuando el teléfono sonó, el tono de voz preocupado del consejero me hizo atender sin demora, El anuncio del peligro acercándose me hizo enardecer, los hijos de puta de la pirámide estaban reuniéndose y querían atacarme juntos para "Hacerme caer" y lo primero que intentarían quitarme era Vladimir y la pequeña Buja con la que había estado el último tiempo.
Le exigí a Emma vestirse rápidamente y la saque del hotel enviándola al Palacete con Nula información del asunto, Mientras yo me movía por toda la ciudad, disponiendo de personas clave que los llevasen a ambos a una casita de seguridad en una isla que había adecuado para casos como este, y luego llegué a mi centro de reuniones, todos mis hombres de distintos rangos estaban reunidos, esperando la orden para atacar y asesinar a cualquiera capaz de atacarnos.
No pude ir a despedirme de mi hijo o de ella, simplemente esperé organizando estrategias en lo que me avisaban que aquel avión había despegado, y luego comenzó que arder el país, destrozando lo necesario para sacar a los invasores y alejando a los que quiero del centro del caos.
