14. Esperanza

773 90 20
                                    

El sol brilla alto y resplandeciente en el despejado cielo. Tan solo unas lejanas nubes blancas motean su aterciopelado color azul.

Existe mucho ajetreo en el campamento Arcadia esa mañana. Los exploradores han regresado de su rutinaria patrulla y han informado a la Canciller Griffin y al segundo al mando Kane, que han divisado varias movilizaciones de tropas cerca del sector 7 en la frontera que separa la Nación del Hielo del Pueblo Arbóreo.

—Impresionaban. Deberías haberles visto Kane —insistió Miller apoyando las manos sobre la amplia mesa de cartografía—. Pintura blanca en sus caras, bramando gritos de guerra armandos hasta los dientes. Parecían estar celebrando la victoria anticipada.

—La Nación del Hielo sabe que contamos con el favor de Lexa no nos atacaría así sin más —reflexionó Kane en voz alta echando un buen vistazo a sus hombres.

—Con todos mis respetos señor, la Comandante nos abandonó para que nos masacraran en la Montaña, ¿qué le hace pensar que contamos con algún tipo de favor por su parte?

Marcus Kane levantó la virada para enfrentar sus ojos.

—Que aún seguimos aquí —dijo de forma indiscutible.

Un murmullo recorrió la sala, todos tenían algo que añadir a la conversación. Los temores, la inquietud y las dudas eran algo con lo que vivír constantemente en Arcadia. Despues de lo del Monte Weather no podían fiarse de Lexa ni de su gente, y a pesar de que ella había enviado a Indra como embajadora y representante de una posible paz seguía siendo improbable que la hubiera.

La Canciller Griffin entró en ese momento en la sala y muchas voces se acallaron mientras que otras se alzaron con ligero asombro e incredulidad.

"¿Esa es Clarke? Mirad es Clarke, ha vuelto. Oh dios, mirad como está ¿qué le ha pasado?" fueron las frases más pronunciadas en ese momento, todas ellas entre rumores y murmullos.

Clarke que entró unos segundos después que su madre evitó levantar la mirada. Enfrentarles. Ni siquiera sabía porque había accedido a eso, pero Abby la había convencido de que cuanto antes volviese a integrarse antes mejoraría todo.

—¿Es cierto? —preguntó Abigail preocupada acercándose a la mesa—. ¿La Nación del Hielo nos ataca?

—No, nadie nos ataca —quiso dejar claro Marcus Kane en voz alta dirigiéndose a todos hasta fijarse en que Clarke también estaba allí—. Bienvenida.

Clarke que alzo lentamente la mirada sabiéndose en el punto de mira ahora mismo tan solo asintió levemente.

—He conseguido contactar con Indra —irrumpió rápidamente en la sala Octavia casi sin resuello—. Vendrá.

Abigail se llevó la mano al pecho con cierta aprensión intercambiando una mirada con Kane de preocupación. Que la Comandante accediese a verles después de tanto tiempo no hacía presagiar nada bueno.

—Bueno, no nos alarmemos antes de tiempo —medió Kane con confianza hacia su pueblo—. Será mejor redoblar las guardias y que nadie atraviese la muralla hasta entonces, mantened los ojos abiertos y comunicad cualquier incidente a la Canciller Griffin o a mi.

Muchos dieron por finalizada la reunión y asintieron dirigiéndose obedientes a sus puestos de inmediato, otros los más cercanos se quedaron acercándose a Clarke abrumandola con toda clase de palabras de apoyo y de animo. Queriendo transmitirle su alegría por su regreso.

—Ahora que estás aquí, todo irá bien —repuso Nathan Miller con todo su aprecio confiando en que así sería—. Me alegro mucho de tu vuelta. Te veremos después.

—Claro —musitó Clarke forzando una débil sonrisa viendoles a todos salir y hablar entre si de ella con esperanza y emoción en sus caras.

—Les vendrá muy bien tenerte de nuevo por aquí —señalo Kane con una suave sonrisa viendo como los animos subían ligeramente con su regreso—. Les has dado algo que hacia mucho que no tenían.

—¿El qué? —preguntó ella sin entender.

—Esperanza —dijo Abigail con orgullo acariciando su espalda para reconfortarla.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Where stories live. Discover now