30. Evidente

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Octavia que come algo de frutas sentada en un derruido muro bajo el amparo de uno de los frondosos arboles que emergían de entre las ruinas contemplaba como Lincoln a lo lejos volvía a relacionarse con sus gentes. Verle de esa manera la hacia muy feliz. Sabía cuanto necesitaba Lincoln no ser considerado un traidor por los suyos.

Nunca quiso ser uno, tan solo estar con ella. Lincoln la había salvado de muchas maneras y era justo devolverle el favor adaptándose para ser una de los suyos. Eso era lo que más le gustaría. Que ellos la aceptaran.

—Menudo espectáculo, ¿eh? —comentó Bellamy apareciendo por detrás de ella con dos copas en la mano.

Octavia que volvió la cabeza al oírle se sonrió un tanto divertida.

—Bastante entretenido —admitió ella fijándose en como la gente bebía, comía, bailaba, luchaba amistosamente y se divertía a lo lejos.

Bellamy le ofreció una de las copas y bebió un poco de la suya apoyándose a su lado en el muro. Octavia que la cogió bebió un poco antes de quedarsele mirando viendo contemplar a Clarke en la lejanía perfectamente integrada entre los embajadores.

—Te gusta mucho, ¿verdad? —preguntó Octavia con media sonrisa entendida.

Bellamy que la escuchó miró a su hermana a la defensiva.

—Claro que no.

—Claro que si —dijo Octavia rompiendo a reír divertida al ver como al calor de las antorchas su cara enrojecía ligeramente.

—Solo somos amigos, Octavia —insistió Bellamy como si necesitase explicárselo.

—Si, amigos que se acuestan juntos —repuso Octavia con burla más jocosa aún al oírle. Bellamy fue a discutirselo, pero Octavia arqueó una ceja acallándole evidente—. ¿Tengo que recordarte que tu esclusa está al lado de la mía?

El rostro de Bellamy se desencajó.

—Gracias a vosotros he podido comprobar que hay muy buena acústica, por cierto —bromeó ella haciéndole enrojecer más ya que hablar de sexo con su hermana pequeña no le resultaba nunca nada cómodo.

—Vale, vale demasiado para estos oídos —quisó pararla Bellamy moviendo la mano para que parara.

Octavia rompió en carcajadas divertida.

—Te ruborizas —bromeó ella desternillada—. Eso también es nuevo.

—Octavia —dijo Bellamy haciendo un gesto paciente—. No me quiero enfadar...

—Está bien, ya paró, ya paró —no pudo evitar reir risueña como una niña—. Ahora en serio, ¿qué tal las cosas con ella?

Bellamy que se la quedó mirando dudó si responderle o no a la pregunta pero después decidió que era hora de confiar más en ella.

—Pues si te soy sincero no lo se —dijo él dejando la copa sobre el muro para cruzarse de brazos viéndola a lo lejos—. A veces parece que está ahí ahí mismo, para mi... Que es ella, ¿sabes lo que quiero decir? Pero otras veces es como si estuviese a años luz de mi y de aquí.

—Hace muy poco que ha vuelto, dale algo de tiempo para aclararse —le aconsejó ella escuchándole.

—Creo que para ella es algo mucho más complicado que eso —murmuró Bellamy abstraído en sus pensamientos.

—¿Lo dices por Lexa? —se atrevió a preguntar Octavia jugando un poco con la copa entre sus manos al dirigirse a su hermano de aquella manera.

A Bellamy esa preguntá le tomó por sorpresa y no pareció comprender a qué venía.

—¿Lexa? —preguntó confuso mirandola—. ¿Qué tiene que ver ella con todo esto?

Octavia que no pensó que su hermano estuviese hablando en serio le dedico una entendida miradita.

—No disimules conmigo, Bellamy es evidente que Clarke siente algo más que odio por ella. Es más creo que por eso Lexa la mantiene aquí, en Polis.

Sus palabras que cayerón como valdes de agua fría sobre su hermano consiguieron que Bellamy dudase realmente de si había habido o había algo entre ellas. Algo de lo que en un momento dado ni siquiera se había percatado, mejor aún algo de lo que había preferido no percatarse.

Recordó la mirada en los ojos de la rubia cuando Lexa, Heda de los Trece Clanes había aparecido al pie de la alfombra vestida de esa radiante manera. Lexa era indiscutiblemente hermosa, eso lo podía ver no era ningún idiota. A él también le parecía una mujer atractiva pero de ahí a que Clarke sintiese algo más que fascinación y curiosidad por ella escapaba un poco de lo que creía su control.

Octavia que se le quedo observando, viendo como cambiaba su rostro se quedó petrificada completamente.

—Lo... lo sabías, ¿no?

Bellamy que tragó viendo como a lo lejos la atención de Clarke caía sobre Lexa junto a dos de los embajadores que parecían apreciar los detalles de la ceremonia, se quedó de lo más callado. Octavia se alarmó un poco ante eso.

—Ahora si —susurró él sibilante apenas atento a ella entendiendo ahora muchas más cosas de las que hasta ahora creía conocer.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Where stories live. Discover now