48. Nadie Lo Es

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Los ojos de Raven se abrieron presa del pánico mientras golpeaba con fuerza el cristal para que las puertas que estaban ante ella se abriesen.

—¡No os quedéis ahí, abrid rápido! —gritó a los jóvenes guardias que buscaban dar con el botón correcto para abrir las puertas de la sala de contención en cuyo suelo Jasper se retorcía desde hacía minutos sacudiéndose por el dolor mientras que de su boca colgaba un rastro de espuma blanca—. ¡Jasper! ¡Jasper! ¡Está teniendo un ataque! —gritó Raven histérica mirando a los cadetes que no controlaban bien donde estaba la dichosa apertura—. ¡¡Abrid, abrid!!

En cuanto uno de ellos golpeo con la mano abierta el botón, y las puertas se abrieron Raven se apresuro a acercarse a él agachándose para intentar parar con sus manos las convulsiones.

—¡Llamad a Abby! —gritó ella a los asustados chicos que no parecían saber que hacer ya que era la primera vez que enfrentaban una situación igual—. ¡Buscad a un médico, corred!

Los dos chicos se miraron asustados y asintieron cada uno yendo por un pasillo distinto en busca de alguien de la enfermería.

—¡Aguanta Jasper, tranquilo! —dijo ella angustiada volviendose hacia él, pero en cuanto lo hizo la punta de un afilado cuchillo presionó contra su cuello y los ojos de Jasper se abrieron de golpe parando de moverse.

Raven que abrió los ojos presa del pánico se quedó totalmente helada.

—¿Jasper?

Él que se limpio la falsa espuma de la boca producto del agua con jabón que Gina le había traído con la bandeja con la mano se irguió sin quitar el cubierto de debajo de la garganta de ella.

—Debiste haber dejado que la matase —susurró él arrastrando las palabras con rencor al mirarla muy de cerca.

Raven que fue consciente entonces de que hablaba de Clarke tembló temerosa al sentir la presión cortante del cuchillo sobre su garganta y las lágrimas comenzaron a humedecer sus ojos.

—Jasper, me estás haciendo daño... —intentó mediar ella.

—¿Tanto daño como ella me hacía a mi al verla? —siseo él en su oído disfrutando de la sensación de poder al ver las lágrimas de ella muy cerca de su cara—. ¿Tanto Raven?

—Por favor... —suplicó ella sintiendo como la punta del cuchillo cortaba su piel y pequeñas gotas de sangre se deslizaban por la hoja.

—Me preguntó qué clase de horrible persona haría eso, qué clase de persona no evitaría que alguien sufriese pudiendo hacerlo —arrastró él las palabras con desprecio quedándose viendo su rostro muy muy cerca.

—Jasper este... este no eres tú... —intentó de nuevo ella sin poder dejar de temblar tratando de que la soltase—. Tú nunca harías daño a nadie inocente...

Eso le pareció toda una arrogancia y Jasper endureció su rostro.

—Tú no eres inocente, eres otra asesina como ella.

—Jasper, piensa en mi bebé... él si es inocente...—tembló aún más ella al oírle sintiendo el salado sabor de sus lágrimas sobre sus labios.

El rostro de Jasper pareció calmarse y su mano aflojó la presión con el cuchillo. Raven cerro los ojos al sentir como la soltaba pero cuando estaba a punto de ponerse de pie, Jasper se volvió hacia ella y se lo clavó con fuerza en el estomago.

Raven que dejó escapar un ahogado grito se dobló de dolor llevándose las manos a él sintiendo como Jasper arrancaba el cuchillo de ella y la veía caer al suelo a retorciéndose a sus pies.

—Nadie lo es... —murmuró él casi para si echando a andar para salir por las puertas, uno a uno iban a pagar hasta llegar a Clarke, uno a uno incluido ella pagarían por lo que le hicieron a Maya, por lo que le hicieron a los inocentes del Monte Weather.

El mundo estaría mejor sin Clarke, sería un mundo más sano y justo para ellos. Y aunque él hubiese perdido la ocasión, Gina recuperaría lo que por su culpa a ambos les había sido arrebatado.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora