120. Debemos Continuar

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Desconocían cuánto tiempo habían estado bajo la lluvia pero Abigail, Lincoln y Clarke estaban completamente calados hasta los huesos. La fría y húmeda ropa se les pegaba pesadamente a la piel convirtiéndose en un lastre más a la hora de andar.

Jalaban de las riendas de los caballos que se resistían a avanzar por el gran lodazal en el que se había convertido esa parte del oscuro bosque a causa de la torrencial lluvia.

—¡No puedo más! ¡Tenemos que parar a descansar! —insistió Abby a voz en grito tratando de tirar de su caballo para sacar sus enfangadas patas del lodo que les cubría hasta casi la rodilla—. ¡Ellos tienen que descansar!

—¡Aún no! ¡Debemos seguir! ¡Debemos avanzar más! —insistió Clarke temblando incesantemente mientras trataba de mirarla entre la incesante cortina de lluvia que las separaba—. ¡Lincoln cree que estamos cerca!

—¡Lincoln! —gritó Abby tratando de ponerse de puntillas sintiendo la fuerza del agua chocar contra sus piernas mientras arrastraba los pies pesadamente bajo el agua, tirando de su montura—. ¡Lincoln tenemos que parar!

—¡Lo haremos! —voceó él por encima de su caballo apoyando los pies sobre una roca para subir por la resbaladiza pendiente y sacar a su caballo de allí. La lluvia apenas le permitía distinguirlas ya en la oscuridad.

—¿Qué? —gritó Clarke temblorosa empujando con la mano a su caballo sin soltar con la otra mano las riendas para que subiese por la pendiente y poder seguir avanzando con ella—. ¡No, no tenemos que seguir! ¡Lexa nos necesita!

—¡Clarke, muertos no le serviremos de nada! —se impuso Abby a voz en gritó resbalando con el agua viendo al caballo caer contra el lodazal y chocar contra las patas del de Lincoln siendo arrastrado ladera abajo por el imparable torrente de agua.

El caballo de Lincoln relinchó por el golpe y cedió bajo la presión del agua siendo arrastrado también por el afluente de agua que convertía la llanura en un acaudalado río.

—¡Lincoln! —gritó Abby al caer siendo arrastrada por el agua sintiendo como él agarraba su cuerpo al pasar por su lado sosteniéndose con fuerza de unas salientes raices desenterradas.

Clarke que se asustó mucho al ver eso soltó a su caballo que ya casi alcanzaba la pendiente y este salió corriendo despavorido al escuchar los sonidos ahogados de los otros caballos a lo lejos, tratando de huir del fuerte torrencial de agua.

—¡Mamá! —vociferó Clarke avanzando a tientas sintiendo el agua ascender aún más cubriéndole casi hasta la cintura llegando hasta ella y Lincoln ayudando a sacar su cuerpo del agua con esfuerzo.

Lincoln que hizo uso de todas sus fuerzas levantó a Abby sacándola del agua haciéndola posarse sobre la empantanada tierra y empujándola con las manos para que ascendiese.

Abby que hizo un enorme esfuerzo por agarrar otra de las raíces consiguió al fin arrastrarse por el lodo hasta llegar arriba de la tierra, volviendo la mirada al ver a Clarke con ayuda de Lincoln subir y a él hacerlo seguidamente.

Esto era una completa locura. Iban a morir, iban a morir helados y enlodados hasta la cabeza para llegar a un destino del que ahora mismo desconocían a cuánta distancia se encontraban. Solos, desamparados en la tórrida oscuridad.

Jalando de la mano de Lincoln para ayudarle Clarke tiró de él con fuerza hasta dejarse caer de espaldas junto al cuerpo de su madre respirando agitadamente con los ojos puestos en el cielo que no dejaba de lloverle encima.

—No lo conseguiremos... —murmuró Clarke sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas de impotencia que se entremezclaban con las incesantes gotas de lluvia que la golpeaban sin piedad—. No llegaremos a tiempo...

—Clarke... —murmuró desconsoladamente su madre al verla así alargando la mano para tocar su brazo.

Lincoln que se arrastró hasta llegar a ellas respirando rápida y entrecortadamente por el inhumano esfuerzo cerro los ojos soportando la intensa lluvia caer sobre él.

—Si nos quedamos a la intemperie moriremos —aseveró él escuchando a las dos tirar la toalla—. Ahora más que nunca debemos movernos, tenemos que buscar un lugar seguro antes de que...

Un grotesco y feroz sonido nada humano se elevó por encima del de los rayos y los truenos que rompían a lo lejos. El rostro de Abby cambió del puro temor y ella y Clarke se volvieron hacia el renegrido bosque.

—¿Qué diablos ha sido eso? —se atrevió a preguntar temblorosa Abby a su hija y a Lincoln.

El Trikru que se quedo completamente impávido ante aquellos sonidos las miro fijamente a ambas.

—Algo que no deseas averiguar...

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Where stories live. Discover now