113. No Lo Sabes

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El viento aúlla con fuerza en el exterior de la asentada nave Arcadia colándose por las esclusas y arrancando algunos de los deteriorados paneles que conforman su enorme estructura. Llueve a cantaros y la fuerza de los rayos al impactar sobre las montañas a lo lejos iluminando el oscuro cielo impone mucho más que cualquier otra cosa en ese momento.

Es la primera tormenta a la que se enfrentan los habitantes del Arca en la Tierra. Nunca antes han vivido una situación así. Las cosas en el espacio eran muy diferentes a cómo lo son ahora, la agitación y el nerviosismo que sienten hace que les sea imposible enfrentar esta situación sin temor y espanto.

Ocultos y a buen resguardo dentro de la nave, sus puertas y esclusas han sido selladas casi por completo con la esperanza de que la tormenta pase lo antes posible. No están preparados para ello, no están preparados para ser participes de lo que está ocurriendo.

Los generadores, los conductos de ventilación, los paneles solares, las calderas, los reflectores del techo y muchos de los aparatos electrónicos están fallando a causa del mal tiempo y mientras tanto, muchas cosas complicadas están ocurriendo.

Octavia que tiene la mano puesta sobre el hombro de Bellamy que permanece sentado sobre su cama, contempla a Lincoln de pie junto a la puerta. Raven que está apoyada de una silla porque está aún convaleciente mira a Bellamy fijamente. Entiende su dolor, su decepción pero hizo lo que tenía que hacer con Gina.

—¿No pensabais contarselo a nadie? —planteó Octavia algo enfadada mirándoles—. ¿Cómo ibais a explicar su ausencia cuando la gente empezase a preguntar por ella?

—Gina no tiene familia en el Arca —repuso Raven dirigiendo su mirada hacia ella.

—No, no la tiene pero tiene amigos, Raven —le espetó Octavia con dureza—. Amigos que tarde o temprano la echarían en falta, ¿no pensasteis en eso?

—Octavia... —intervino Lincoln para que no fuese muy dura con Raven. Bastante mal debía estar pasándolo ya.

—No, Lincoln ella tiene que escuchar esto —se impuso Octavia con dureza dándole una mirada a Raven—. No debiste hacer una cosa así, Raven. Debiste acudir a Kane o a Abby, a nosotros tus amigos, hubiesemos buscado otra manera, cualquier otra manera para juzgar a Gina por lo que hizo.

Bellamy que cerro los ojos apartando la mirada con dolorosa pena ni siquiera podía creer que Gina hubiese sido capaz de hacer una cosa así.

—¿Otra manera Octavia? —planteó Raven arqueando ahora una ceja antes de sonreírse amargamente bajando la mirada al suelo antes de volver a enfrentar sus ojos—. Voy a decirte que otra manera merecía Gina, Octavia. Merecía que la cortase en pedazos y la tirase en el bosque para que las alimañas salvajes la enterrasen y se alimentasen de ella —repuso Raven totalmente llena de rabia y rencor señalándose con el dedo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas—. Merecía morir no por mil cortes sino por diez mil, porque lo que hizo conmigo, lo hizo con mi bebé es algo que jamás debió hacer, algo que yo no me merecía...

Bellamy que se levantó en ese momento caminó por la habitación llevándose las manos tras la cabeza no pudiendo ni imaginar como debía sentirse Raven en aquellos momentos.

Lincoln que la vio así se acercó un poco a ella pero Raven interpuso su mano para que no la tocara, no quería que nadie la tocase en ese momento mientras todo el veneno y la ira contenida se revelaba por su boca.

—Lo que hizo fue horrible Raven, lo sé pero no...—trató de explicarle Octavia antes de ser interrumpida.

—¿Lo sabes Octavia? —inquirió Raven alzando una ceja con dolor mientras las lágrimas resbalaban por su cara—. ¿De verdad crees que lo sabes?

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Where stories live. Discover now