88. No Lo Hice Bien

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Harper que camina con cuidado por el pasillo con ayuda de Monty y de Miller en dirección a su habitación ha preferido abandonar la enfermería para adoptar la comodidad de su preciado cobijo. Realmente con los calmantes y los cuidados de Abby y Jackson se siente ahora mucho mejor y prefiere seguir allí y no ocupar una camilla que alguien más pudiese necesitar.

—Con cuidado, con cuidado —dice Jackson al llegar con ella a la puerta abriendo despacio para que pudiesen entrar.

Monty que la sujeta con cuidado mientras se acercan a la cama la ayuda a sentarse junto a él sobre el mullido colchón. Su habitación no es exactamente lo que esperaría de ella pero es bastante más confortable de lo que esperaba.

—Espera, te traeré algo de agua y la pondré cerca —dijo Monty con preocupación acercando una butaca para dejar el vaso y la botella encima retirándola de la mesa.

—Gracias —murmuró Harper apoyando las manos de la cama tratando de adoptar la postura más comoda para que las gasas que cubrían sus heridas no rozarán de mala forma su piel.

—Si necesitas algo lo que sea, aquí está la radio —dijo Miller descolgándosela del cinturón antes de ponerla junto al vaso a su alcance—. Llamame a la hora que sea.

—Si, papá —bromeó ella con una apagada sonrisa apreciando que se preocupase tanto por ella.

—Y no se te ocurra hacer acrobacias aereas ahora mismo que nos conocemos, superwoman —se sonrió Miller al escucharla inclinándose para besar su cabeza—. Cuídate, ¿quieres?

—Lo haré —musitó agradecida ella cerrando sus ojos por el afectuoso gesto.

—Nos vemos después, descansa —dijo él al separarse de ella antes de dirigirse a la puerta volviéndose a mirar a Monty—. Cuida bien de ella.

—Descuida, no tengo intención de irme a ningún lado —repuso Monty con una débil sonrisa sentándose en una silla junto a la cama.

—Que no tenga que venir por ti —le dijo Miller entrecerrando los ojos en broma de forma amenazante como si Harper fuese su hermana pequeña.

Harper sonrió y Monty dejó escapar una risita.

—Entendido —dijo Monty con fingido gesto serio despidiéndose con un saludo militar hacia él.

Nathan Miller que se sonrió hizo un gesto antes de sacudir la cabeza y salir por la puerta. Estos chicos...

—Bueno, creo que es hora de que... —dijo Monty volviéndose hacia ella para hablar antes de que alguien le interrumpiese llamando a la puerta.

Su mirada y la de Harper se dirigieron hacia allí viendo a Marcus Kane de pie frente a ellos.

—Harper...

—¿Qué haces aquí, Kane? —preguntó Monty más duramente de lo que pretendía.

—Monty —murmuró Harper para frenarle.

—He venido porque me gustaría disculparme contigo —dijo Kane dando sendos pasos adentrándose en la habitación con gesto arrepentido—. Me precipité, fui un tirano y un egoísta al actuar así contigo. Lo que hiciste estaba completamente justificado y yo no debí utilizarlo como ejemplo ante los nuestros.

Harper que escuchó las disculpas asintió tragando debilmente bajando un poco la mirada al suelo al oír que lo que hizo estaba justificado.

—Ella no necesita tus disculpas, Kane —dijo Monty enfadado y resentido aún.

—Aún así quiero que sepas que lo siento —repuso Kane sincero dirigiéndose a ella.

—Acepto tus disculpas, Kane —acertó a decir Harper sin mirarle—. Pero ahora preferiría que te fueses

—Harper, yo...

—Vete —exigió ella ásperamente.

Monty que dirigió su mirada a Kane con molestia le vio bajar la mirada resignado y asentir antes de darse la vuelta y abandonar la habitación con remordimientos.

Su error había sido demasiado grave como para pasarlo así como así por alto y él más que nadie lo comprendía.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora