143. Enséñaselo

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Las altas horas de la madrugada no les ha pillado por sorpresa a los mercenarios de la Jauría. Habían estado saqueando a algunos viajeros en el camino y ahora tenían buena caza.

Sentados junto al fuego mientras que otros estaban durmiendo y otros pasaban la noche en busca de nuevos entretenimientos, Lincoln que estaba sentado sobre el suelo con la rodilla buena flexionada y la pierna mala extendida se llevó un vaso a los labios participando en la vida activa del campamento junto a Andros y sus hombres.

—Si hubieséis visto su cara cuando le colgamos de aquel árbol —rió a carcajadas Vexor de pie junto al fuego con el pie apoyado sobre un duro tronco que hacia a su vez de banco para el resto—. Como pataleaba el muy patán, ¿os acordáis de aquello?

Abigail que trataba de acomodar una maraña de harapos que utilizaba como almohada puso una cara al oírles a lo lejos y cerro los ojos tratando por todos los medios de dormir.

Clarke que estaba apoyada contra los barrotes no le quitaba ojo de encima al muy animal mientras se jactaba de sus "heroicas" hazañas ante su clan de depravados.

Lincoln parece seguirles el juego aunque de cuando en cuando les echa miradas entendidas y de constante preocupación por ellas. Clarke que sabe que solo intenta ganar tiempo mientras se le cura la pierna, realmente no esta segura de cuanto aguantara más. Las cosas que ha soportado y visto en ese horrible campamento le parecen absolutamente deleznables.

Parte de algunas risas que se alzan a través del fuego llegan a sus oídos volviendo la madrugada aún más fría y tediosa. Andros que sale de la tienda con otro par de barreños de elixir casero se sonríe mientras se acerca a sus hombres.

—Que no decaiga la celebración, ha sido una gran tarde de capturas —les animó él apoyando los pesados barreños del suelo—. Yanah haz los honores...

Clarke que vio levantarse a la fiera mujer descolgando un hacha de su cinturón se acercó resabida al barreño golpeando la llave con ella hasta que consiguió abrirlo desbloquearlo poniendo su jarra debajo hasta llenarla a los topes. Los hombres bramaron y lanzaron gritos de júbilo al hacerlo antes de empezar a levantarse para turnarse y llenarlas aún más.

Sentada en el suelo de su propia jaula Starlette la observa a lo lejos con la espalda apoyada contra los barrotes. Nylan un chico de unos dieciséis o diecisiete años le está vendado la mano con una andrajosa venda ya que se ha hecho un corte mientras cortaban leña para el fuego.

Lincoln que se sonrió asintiendo a lo que decían se llevó la copa a los labios apenas probándolo observando como Vexor farfullaba y se alejaba de ellos para ir junto a unos árboles cerca de las jaulas.

Mientras Vexor se bajaba los pantalones en la oscuridad y se apoyaba contra el árbol para rociar las plantas en la oscuridad, Clarke puso una cara fijándose en como él levantaba la cabeza para comprobar las jaulas y sus miradas coincidían.

Vexor se sacudió y se subió de nuevo los pantalones antes de sacudir sus manos encaminándose hacia ella y la jaula que le separaban de él.

Clarke que no se amilanó en lo absoluto se le quedo viendo a los ojos directamente con airada repulsión.

Abby que escuchó los pesados pasos de sus botas enseguida se irguió en el suelo observando nerviosa como ese cruel hombre se acercaba a su hija.

Lincoln que estaba en la conversación que Andros y sus chicos mantenían contestó algo que le preguntaron antes de volver la cabeza hacia ellos pareciéndole ver ahora a Vexor más cerca de la jaula de Clarke y Abby. Eso hizo que se tensase ligeramente y recibiendo una palmada en la espalda correspondió a la risa que se suponía que debía airar en ese momento.

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Where stories live. Discover now