Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 07 ¿Es para mí?

La noche cayó en París, la brillante luna llena iluminaba la ciudad del amor, había una aparente calma en aquel lugar. Pero aun así los guardianes salieron a patrullar para evitar cualquier sorpresa con los akumas. Era cerca de medianoche cuando dos figuras se pararon en la Torre Eiffel.

- Oh mi Lady, la luna no hace justicia al resplandor de tus ojos. –Decía Chat Noir extendiendo una rosa a la chica con traje rojo.

- Hoy no me siento muy bien Chat, no quiero ser grosera contigo. –Se sentó Ladybug.

- ¿Qué le pasa a mi hermosa dama?

- Necesito desahogarme, ¿me escucharías?

- Mis orejas sólo existen para escuchar su melodiosa voz, mi lady.

- Gracias. La verdad tengo un amigo, lo quiero mucho y me ha enseñado demasiadas cosas. Es la persona más sincera que he conocido pero incluso su familia me dice que me está engañando.

- ¿Sientes algo por él?

- ¿Cariño?, lo quiero mucho y si alguien fuera digna de estar a su lado, sería la mujer más afortunada del Universo.

- ¿Tan maravilloso es, mi lady?

- Es tan maduro, siempre tiene un consejo y tiene mucho amor que dar.

- Bueno pues si es tan purrfecto, confía en él. Probablemente las personas tengan celos, si tú crees en él lo que digan los demás no importa.

- Muchas gracias Chat.

La chica del traje carmesí abrazo al gato negro que no pudo corresponderla pues estaba demasiado nervioso, sentía el latir del corazón de la joven tan cerca de él que sus mejillas estaban ardiendo, la cercanía permitió que el chico olfateara el perfume de la joven, era una esencia de Fresia, un aroma conocido al ser el favorito de Félix en las féminas.

- Mi lady, ¿usas esencia de Fresia?

- Si, de Fresia y lirio blanco, mi amigo me la regaló; me dijo que es la que mejor me queda. Nos vemos Chat y gracias.

Ladybug se puso de pie y se deslizó usando su yo-yo para perderse entre los tejados de la ciudad. Chat estaba intranquilo, esperaba que fuera obra de su imaginación, pero acaso Félix también conocía la identidad de Ladybug, necesitaba hablar urgentemente con él, quería saber con quién más tenía contacto pues entre las enlistadas estaría la identidad de la heroína.

La noche dio paso a la hermosa mañana de sábado que era interrumpida por una chica que rompía el silencio con su bicicleta, Alya no se quedaría con la duda, desde temprano se dirigía a la casa de su amiga para que no se le escapara.

- Buenos días, sr. Tom. ¿Puedo ver a Marinette? –decía entre jadeos la morena, después de su carrera por todo París.

- Adelante, aunque no sé si ya estará despierta.

La chica con lentes subió las escaleras a la alcoba de su amiga, quién estaba terminando de peinarse, fue sorprendida con el ataque de preguntas que Alya dejó caer sobre ella, preocupada por Tikki que apenas pudo esconderse en el guardarropa de la chica.

- Muy bien, señorita Marinette ¿cuál es tu relación con Félix Agreste?

- Eh... mmmh...Al-Alya este...

- Dímelo, por favor no le diré a nadie.

- Alya, él es mi amigo.

- No te creo.

Después de explicarle todo lo que habían pasado en los últimos días, la morena seguía con dudas acerca de su relación.

- No lo sé, Marinette. Es un hombre con experiencia.