Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 36: Por la tarde.

Marinette estaba ayudando a sus padres en la panadería, había terminado con sus tareas de la escuela y las clases extracurriculares. Le había tomado tiempo pero ya estaba acostumbrandose a todo su horario de actividades, de hecho las disfrutaba: la música del violín la relajaba mucho, el sonido de las cuerdas era algo tranquilizante, bueno... cuando la pieza era bien ejecutada, por que al inicio de su enseñanza más bien le causaba dolor de cabeza tocar el instrumento. Ahora quería transmitir esa tranquilidad que ella sentía a quienes la escucharan, sin embargo apenas podía practicar en casa durante las tardes.

Después de su horario de clases; trató de comunicarse con Adrien, pues según Lila había publicado en el grupo de whatsapp del salón; que el modelo estaba tan mal, que ni siquiera había permitido que entrara a su habitación para reconfortarlo. Marinette entendió que con lo que había pasado el día anterior ni Félix quería acercarse hasta que se calmara el ojiverde y al parecer eso tomaría tiempo.

Durante la tarde, mientras le preguntaba a su madre algunas cosas sobre la pronunciación del mandarín, la campanilla de la puerta del negocio sonó; haciendo que ambas mujeres voltearan para dar la bienvenida al cliente; Marinette no pudo evitar sorprenderse al ver la figura masculina que estaba en la puerta... era Adrien.

El joven de cabellos rubios estaba pálido, tenía ojeras bajo los ojos verdes que ya no tenían ese brillo caracteristico, tenía la mirada perdida e incluso su pulcra ropa estaba desarreglada...

- Marinette ¿puedo hablar contigo? –la voz del chico, apenas audible marcaba un poco de desesperación.

Sabine le dijo a su hija que lo llevara a la planta superior, necesitaban privacidad, aunque primero le dio una bandeja de galletas de naranja que acababan de salir del horno. La azabache invitó al modelo a subir, recordando que Tikki estaba haciendo algo en la computadora, alzo la voz mientras subían las escaleras para decir: "Estaremos en mi habitación, no se preocupen", enmarcando la palabra "estaremos" haciendo que la kwami le diera tiempo de esconderse.

Para alivio de la ojiazul, acababa de limpiar su alcoba, de lo contrario el rubio hubiera visto la ropa sucia tirada en el piso, algunos de sus diseños desperdigados en su escritorio y algunos restos de las galletas que le había llevado a Tikki la noche anterior. Las fotografías y el fondo de pantalla del modelo hacía tiempo que ya no formaban parte del decorado de la alcoba; ahora lo enmarcaban unas fotografías que se había tomado con Félix el día que el ojiazul le contó su historia como Chat Noir y dieron el paseo por París.

La aspirante a diseñadora le ofreció sentarse y que se pusiera cómodo, en lo que iba a preparar un poco de té. En cuanto regresó vio a Adrien frente a las fotografías con el rostro aún más sombrío. Soltó un largo suspiro y después de algunos minutos el silencio reinaba en la habitación, Marinette no sabía cómo iniciar la conversación o la razón por la que su compañero había ido a verla, por un momento pensó que serían las tareas pero bien pudo habérselas pedido a Nino o a la misma Lila que lo había visitado...

- Lamento lo de ayer... discúlpame... por haberte abofeteado. –contestó la ojiazul un poco apenada pero esperanzada a que aquélla fuera la razón de la visita.

- Fue la primera vez que alguien me golpeó. Tienes la mano pesada Marinette. –El modelo colocó su mano en la mejilla recordando el golpe que su compañera le había dado.

- Dijeron en la escuela que... tenías cansancio crónico y estabas reposando en cama... ¿no deberías estar en tu casa?

- Yo... no quería estar ahí, no sé por qué pero tanto ayer como hoy me dieron ganas de venir a tu casa... la verdad no sé por qué. –Adrien no entendía, si necesitaba hablar con alguien hubiera ido con Nino que es su mejor amigo, o incluso con Bridgette, pero en su mente solo apareció Marinette y ella estaba con el causante de sus problemas... siempre con Félix.