Spin off: Lo que alguna vez fuimos...

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Hace seis mil años...

Sudeste Asiático.

La aldea de los espíritus, era una de las más prósperas de la región. Su sistema de gobierno, permitía el comercio entre otras aldeas y eso permitía el intercambio de materiales únicos en su clase. Los espíritus y los seres humanos convivían según la casta en la que desarrollaban su poder, así que nadie envidiaba nada, era una forma en que los espíritus hacían que sacaran su potencial.

—¡Hermana!

Gritó la joven adquisición del Concejo, con el poder del pavorreal. Una chica no mayor de trece años, hermosa, de cabellos castaños y profundos ojos color agua, que también era su elemental. Vestía las ropas púrpuras con la insignia del Concejo para que la identificara como miembro de tal.

La joven Měinǚ era capaz de purificar el agua y solicitar la magia de los espíritus para hacer que la Aldea permaneciera protegida de malos augurios y como buena representante del poder del pavorreal, se rumoreaba que podía atraer los espíritus antes de cruzar a la línea astral.

—¡Měinǚ! —gritó enojada la sacerdotisa con traje blanco, de cabellos castaños y ojos azules, que llevaba a un búho blanco en su hombro. —Ahora formas parte del Concejo. ¡Debes ser más honorable!

—Pero sabes que odio comportarme como si el mundo no me mereciera. —comentó la joven haciendo un puchero ante su hermana. —¿Terminaste con tu trabajo? ¿Podemos dar un paseo? Di que sí.

—Acabo de ver a Xian, su embarazo va muy bien. Debo regresar al santuario. Si quieres puedes acompañarme. Měinǚ, ahora tienes responsabilidades. No puedes hacerlas a un lado sólo para venir a verme.

Zhìhuì, formaba parte del sacerdocio de la Aldea. Sus habilidades y constante estudio la hacían un prodigio aún entre los eruditos del lugar. Su espíritu de búho blanco le daba los consejos necesarios para realizar su trabajo y su manejo del agua le ayudaba a limpiar a los enfermos, cuidar los embarazos y ayudaba a todos en el lugar por lo que era muy estimada en la Aldea.

Su madre enfermó después del alumbramiento de su hermana; después de unos meses murió. Su padre había muerto cuando ellas eran muy niñas; por lo que hasta que su hermana fuera tomada por el Concejo, cuando tenía ocho años, fue ella quien la había criado.

Měinǚ enredó su brazo en el de su hermana y camino junto a ella por las calles de la Aldea. No le gustaba que los demás le rindieran pleitesía sólo por haber desarrollado un espíritu de pavorreal, eso no la hacía especial, el espíritu se mostró cuando era un bebé no la hacía merecedora de nada al contrario debía ser más humilde para con los demás. Mientras que para con su hermana, todos se deshacían en sonrisas y gratitud. Buscaban su consejo y su ayuda para algún evento importante.

A través de las pequeñas calles se escuchaba el murmullo matutino, las personas que realizaban sus actividades rutinarias, ayudados o acompañados por sus espíritus. Era algo totalmente cotidiano ver a niños acompañados por figuras de apariencia brumosa, que denotaban la forma de algún animal, desde los más pequeños como los insectos hasta los más grandes como dragones.

Las hermanas circulaban tratando de hacer partícipe a la otra de sus actividades, cuando escucharon una bella voz; enmarcada en una tonada tan dulce que sentías el corazón grato al sonido que rondaba.

—¡Escucha Měinǚ! Esa es Yue, debe estar cantando mientras espera por la llegada de Taiyáng. —comentó la sacerdotisa, al escuchar aquélla bella canción de una hermosa mujer que estaba sentada tocando un instrumento de cuerdas.

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang