SideStory IV: El nacer para ambos

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Adrien y Marinette

Caían ligeramente los copos de nieve en la ciudad del Amor. Eran los primeros días de diciembre y todo apuntaba a que sería uno de los más helados. Hacía más de cinco meses que la ciudad se había sumido en desesperación y miedo, bajo los ataques de akumas. Sin embargo, quienes habían experimentado aquélla situación trataban de olvidarla, mientras otros se sentían seguros con las estatuas que vigilaban la ciudad.

Cuando los siete héroes se despidieron de los parisinos, la gran mayoría de ciudadanos estaban ocultos después de ser evacuados a zonas más seguras, algunos otros escucharon el mensaje de "Ladybug" pero no lograron verla. Así que cuando Brön subió el video que grabó con el celular a sus redes sociales, comenzó a ser tendencia. Los noticieros pasaron el video por televisión y así conocieron a los demás héroes a quienes les debían su seguridad.

Los parisinos querían un medio para agradecer a los héroes. Se hizo una convocatoria para elegir el método y al final, por decisión casi unánime, el Concejo de París publicó la idea ganadora de hacerles estatuas a los otros cinco héroes.

Un artista anónimo envío los bocetos de cada uno, con sus nombres: Saphirblau, Queen Bee, Fire Renard, Hyeon-mu y el "verdadero" Hawkmoth. Así como sus figuras guardianes, cuyo artista los llamó kwamis. ¿Quién creería que ese artista era el empresario exitoso, heredero e hijo mayor del matrimonio Agreste? Además que la familia Agreste y Lady Julianne donaron para que estas obras se crearan. Las personas no tuvieron ningún problema en acomodar las estatuas alrededor de París, era una forma de tener presentes a los ídolos de la ciudad.

Estaba por caer la noche, y el frío estaba intensificándose; un joven de cabellos rubios y ojos verdes trataba de calentarse las manos con su aliento; esperaba a alguien a los pies de la Torre Eiffel...

—¡Adrien! —gritó una joven de cabellos negros que trataba de abrirse paso entre las personas. —¡Perdón! ¡¿Esperaste mucho?!

Marinette seguía sus clases extracurriculares, esta vez más por gusto que al "ser obligada" por Bridgette. El violín, las clases de Inglés, Chino, krav maga ya eran algo más que cotidiano en su vida. Además que Félix le enseñaba dibujo y pintura.

Las visitas de Charlotte a la panadería eran cada vez más asiduas, además que Bridgette y Marinette visitaban el hogar Agreste a veces por cuestiones de trabajo o escuela, y otras sólo de visita; para tomar el té con la familia. Marinette no había sufrido algún ataque, seguía tomando sus medicamentos y asistía a sus citas con el maestro Fu. De vez en cuando se sentía mal pero era capaz de liberarse de su pesada carga.

Esta vez, había ido a sus clases después del colegio. Pero a la mitad de las mismas... le había llegado un mensaje con "carácter de urgente" de Adrien, citándola en la Torre Eiffel.

—No te preocupes, hace unos cinco minutos que llegué. —comentó el joven de ojos verdes. —¿Pasó algo en tus clases?

—Sí, tuve que quedarme un rato más. —dijo jadeante la pelinegra. —Vamos a hacer una presentación al público el veintitrés.

—¡¿De verdad?! ¿Me vas a invitar, mi lady? —preguntó el chico tomando de la mano a la joven y dándole un beso en los nudillos.

—P-por su-puesto. —comentó un poco ruborizada y nerviosa Marinette. —Por eso estaba tratando de convencer al profesor para que no me diera un solo.

—Pero eso es bueno, quiere decir que estás haciendo las cosas bien.

—Pues... quiere que toque Merry go round life pero... no sé qué tan buena idea sea. —dijo preocupada la joven. —Adrien ¿tienes las manos heladas?

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Where stories live. Discover now