Capítulo 22: Orígenes (Parte II)

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La noche estaba cubriendo París, las luces comenzaron a iluminar los campos Elíseos y los monumentos históricos, las personas comenzaban a regresar a sus casas después de una larga jornada laboral, mientras otros se dirigían a reuniones con amigos para festejar. Una chica de cabello azabache veía desde su balcón todo el movimiento que se hacía en la ciudad del amor.

- ¿Estás bien Marinette? –comentó la kwami ante el silencio de su portadora desde que habían dejado al maestro Fu.

- Si... Tikki. –suspiró la chica – ¿Ese... era tu nombre?

- Ha pasado mucho tiempo Marinette, ya no recuerdo mi nombre. –contestó con pesar la pequeña criatura.

- Entonces, ¿de dónde viene el nombre Tikki?

- Ese era el nombre de mi espíritu guardián, mi mariquita se llamaba Tikki.

- ¿Recuerdas có-cómo te veías siendo humana? –preguntó un poco tímida la chica de ojos azules.

- ... casi no recuerdo detalles de mi rostro o de mi cuerpo. –contestó Tikki mientras sobrevolaba por el balcón.

- Si tú eres la chica de aquél matrimonio, eso quiere decir que el kwami de Chat Noir... ¿Es tu esposo? –Marinette no quería hacer la pregunta pero estaba intrigada por la relación de los kwami.

- Así es, el gato tonto fue mi esposo...

- ¡¿Cómo que fue?! –interrumpió Marinette sobresaltada –Él sigue vivo y tú también además el matrimonio es hasta que la muerte los separe, no puedes...

- Tranquila Marinette, digo que fue porque estábamos casados hasta que nuestros cuerpos humanos se desintegraron, debemos estar alerta de los movimientos de Nightmare, no hay cabida en el amor cuando eres un "Milagro". –contestó Tikki.

La chica de cabellos negros no quería ahondar demasiado en el pasado de su amiga. El maestro Fu le contó la historia de los orígenes de los Miraculous; no podía creer como un inocente amor había terminado con ira, engaño y afectó la vida de siete personas que no pudieron seguir siendo humanos sólo para proteger a quiénes no conocían.

Los ojos de Marinette estaban llenos de lágrimas, tal parecía que no se detendría el fluir del llanto. Su amiga, Tikki no sólo había renunciado a su vida como humana, tuvo que renunciar al amor, ella era una chica casada con el amor de su vida, quién también era su amigo de la infancia y lo mismo pasaba con el kwami de Chat Noir "Entonces no es un gato, es una pantera" pensó la ojiazul. No entendía como su amor se había visto involucrado por un tipo que no aceptó que la sacerdotisa lo cambiara por el artesano.

- Relájate Marinette, eso pasó hace muchos años. –la kwami acarició la cabeza de la chica quien estaba abrazándose mientras lloraba.

- Es que ¡no es justo! ¿Por qué no dejaron que el artesano y la sacerdotisa estuvieran juntos? Tal vez el guerrero Lobo lo hubiera entendido con el tiempo y no los hubiera afectado sus estupideces. –los sollozos de la chica eran cada vez más largos.

- Estaba prohibido, Marinette.

- ¡¿Por qué?! ¡¿No se supone que el amor era lo más importante?! –exclamó Marinette.

- Cuando no eres compatible, siempre causara problemas en la pareja. Por ejemplo, el agua siempre se llevara bien con el agua, el fuego siempre crecerá con más fuego pero si involucras agua con fuego, el fuego desaparecerá y el agua será su causante. Pasa lo mismo con las personas; alguien iracundo unido a alguien dulce siempre causará dolor al último. –Suspiró la criatura. –En la aldea y con los elementales era menos doloroso elegir a las personas con quienes éramos afines.

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora