Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 71: La verdad de los orígenes.

Los héroes se quedaron sorprendidos ante la revelación dada por el lobo negro. La última pieza del rompecabezas les daba la vista general de todo lo acontecido.

—Aun siendo empalados por las lanzas al rojo vivo seguían gritando que se encontrarían en la otra vida. No rogaron por sus vidas. Ustedes sólo querían volver a encontrarse. Yo sabía que lo lograrían, por eso tardé años en perfeccionar la técnica de la lectura, una vez que mi cuerpo se fusionó con mi espíritu. Si yo me había convertido en esto... era para que ustedes no cumplieran su cometido. Ese fue el trato. Mi lado de guerrero aceptó la unión con el espíritu del lobo sólo si primero cumplía mi deseo y a partir de ahí nos haríamos con el mundo humano y espiritual. No hubo traición, todo estaba calculado.

Para Ladybug y Chat Noir era algo que no podían creer y mucho menos procesar, sus hermanos eran las reencarnaciones de la pareja cuyo amor desató la creación de Nightmare y los Miraculous. Sacudieron de su mente la idea, debían centrarse en vencer al lobo negro. Lo único de lo que eran culpables Félix y Bridgette fue de no demostrarse que se amaban desde antes y gritar su amor para que todos lo supieran.

Bridgette se quedó muda ante las declaraciones, no porque le sorprendiera sino más bien porque le parecía lógico. Desde que se enteró por palabras de Félix sobre la maldición que Nightmare les había impuesto, sentía que algo no cuadraba. ¿Esperar seis mil años para poder tener un cuerpo humano?

No era creíble, nadie en su sano juicio esperaría a que apareciera una jovencita de diecinueve años, sin poderes "mágicos", sin dinero, sólo por su corazón puro. Hubo miles de "santos" durante ese tiempo, personas que daban su vida a costa de los demás; personas que amaban al mundo... ¿por qué ella?

Apostaba que en ese lapso pudieron haber nacido miles de personas que hubieran sido un mejor envase; jamás entendió por que debía ser ella. Hubo miles de líderes en el mundo, ¿por qué no Gengiskan? ¿Por qué no Hitler? ¿Por qué no algún emperador romano? ¿Por qué una simple chica francesa de diecinueve años que no tenía nada más que una meta?

Al principio pensó que por ser Ladybug ya que Tikki era la única que podía detener al lobo; era una forma de hacerla a un lado y mantenerla controlada, pero habían pasado ocho años de eso.

Además habían sido cientos de Ladybugs que la precedían; entre ellas, la más inteligente, la más valiente, la más fuerte... y no eligió a ninguna. Si hablaban de las que se toparon con Nightmare habían sido cinco las que pelearon directamente con él, ella incluida, ahora eran seis con Marinette. Nada de eso cuadraba hasta que Nightmare les dijo la razón.

Ahora con la última pieza de la revelación, eso tomaba más forma. Esperó hasta que la pareja reencarnara para aprisionar a la sacerdotisa, que era ella; si no la tuvo a las buenas la tendría por las malas. Pero también estaba el otro lado de la moneda, ahora entendía porque no podía dejar de pensar en Félix y viceversa... hacía seis mil años se prometieron volver a encontrarse y ser felices; entendía esas ansías de estar con él.

Cada que sentía su calidez cuando la abrazaba, como sus sentidos se alertaban solo con escuchar su voz, sus terminaciones nerviosas enloquecían cuando la besaba y la pasión que desataban cuando hacían el amor... eran seis mil años de emociones y sentimientos que esperaron hasta que se volvieran a encontrar. Su bendición era también su maldición. Encontrarse con el gran amor de su vida era encontrarse con su peor pesadilla... ¡qué bien le quedaba el nombre al lobo negro!

Bridgette pasó sus manos entre el cabello de Félix, aún seguía inconsciente pero el sangrado se había detenido, su respiración era lenta pero seguía vivo; gracias al maestro Fu. Hawkmoth tomaba la mano de Félix tratando de entender todo lo que estaba pasando, pero eso era imposible. Rodeándola estaban Ladybug y Chat Noir, listos para atacar pero débiles y demasiado; habían usado uno de los ataques prohibidos y sus cuerpos no tardarían en colapsar. Nightmare estaba delante de ellos, en su forma brumosa de lobo negro, lo único que identificaban con claridad eran sus ojos rojos como las llamas del infierno y en sus fauces el cuerpo de Charlotte Agreste aún dormida. Aunque el hocico del lobo no emitiera sonido alguno podía comunicarse con ellos.