Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 17: ¿Cuál es tu opinión?

Félix se encontraba en su oficina, viendo hacia el gran ventanal que estaba a las espaldas de su escritorio, no tenía ganas de enfocarse en las finanzas y no tenía mente para nada. Tenía que alejarse de Bridgette pero de algún modo siempre terminaban en el mismo restaurante, en la misma tienda o hasta en el elevador. No se sorprendió ante las exigencias que hizo a la familia Dupain-Cheng, al fin y al cabo el extraño en la familia era él y ella estaba en todo su derecho de explotar rememorando lo que paso entre ellos.

Un mensaje de Marinette lo hizo regresar al presente, en ese texto la azabache se quejaba de lo difíciles que eran las clases de mandarín, violín y krav maga, este último la dejaba tan adolorida que no podía sentarse al sentir inservible las piernas y cuando lograba hacerlo levantarse era el problema. Sorpresivamente en inglés era excelente, sólo le faltaba hablarlo sin acento francés y esa clase era la única que le gustaba. Félix rió por lo que le contaba. Aún no sabía si la diseñadora se había enterado del secreto de Marinette, no podía decir que Bridgette se hubiera equivocado con meterla en las clases de defensa pero en un momento podría aparecer un akuma que no fuera fácil de derrotar y si sabía pelear sería lo mejor.

En la escuela François Dupoint estaban por entrar al descanso del almuerzo, cuando una casi inmóvil Marinette trataba de bajar las escaleras a un paso muy pausado y doloroso. A sus amigos se les hacía gracioso el actuar de la azabache pues hacía unos días había comenzado su largo horario diario y las clases de krav maga de la chica hacían que esta le costara trabajo moverse, curiosamente compartía profesor con la hija del alcalde, Chloé quien era más que excelente en ese rubro y algunas veces había fungido como su oponente. Marinette no sabía si le daba a propósito todos los golpes y no entendía como una aparente chica superficial que le daría miedo romperse una uña podía ser tan buena en artes marciales que parecían una extensión de su persona.

Lo peor es que se le dificultaba su rutina como heroína, pues aunque el traje le daba cierta fuerza y agilidad, aumentaba su dolor tratando de balancearse con su yoyo y tratar de saltar los tejados era aún peor, tanto que le había pedido a Chat que se encontraran en una parte de los campos Elíseos, donde no los encontrarían los civiles en vez de la cima de la Torre. El gato negro le había preguntado si le dolía alguna parte del cuerpo, al verla tan mal, pero ella dijo que no tenía nada, que solo eran alucinaciones del chico.

- Panadera, dijo el profesor Daniel que antes que llegara dieras diez vueltas al campo de entrenamiento, y yo me encargaré de supervisarte. –Comentó Chloé al ver que Marinette tomaba asiento.

- No creo que te dejara a ti a cargo Chloé. –dijo la azabache.

- Piensa lo que quieras, pero soy la mejor estudiante del profesor, así que aunque no quieras lo vas a hacer. –La rubia se fue, dejando desolada a Marinette y con cara de sorpresa a Adrien, Nino y Alya.

- Amiga, creo que ahora si tienes problemas. Mira que terminar en clases con la princesa, eso si es tener mala suerte. –argumentó Alya al ver el rostro de su amiga.

- La ciudad es tan grande y debía terminar con ella. –la azabache tenía un puchero de dolor por lo que le esperaba, probablemente la rubia la haría hacer las diez vueltas y cuando llegara el profesor le diría que no hizo nada. Si no podía caminar, no sabía cómo lograría correr. -¡En que estaba pensando Bridgette! Creo que me odia.

- No lo creo Marinette, la señorita Bridgette es muy buena persona.

- ¿Cómo sabes eso, viejo? No la conoces –dijo Nino ante la afirmación del rubio.

- Bueno, es que estos últimos días he trabajado con ella y es encantadora.

A Marinette le fueron bastante extrañas las declaraciones de su compañero. No sabía que Bridgette estuviera cerca del modelo y menos que hayan hablado. Tal vez esa faceta estricta sólo la ponía con ella y era "encantadora" con los demás.