Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 54: La felicidad que ronda la vida.

Después de presenciar el beso que Félix y Bridgette se habían dado; Adrien y Marinette estaban felices tanto por sus amigos como por sus hermanos. Aunque Bridgette amenazara a Marinette con vengarse por estarla molestando no la asustaba. Recibió la llamada de Bridgette al medio día que no se presentara en la empresa, pues ella saldría en viaje de negocios a Copenhague, minutos después Félix le comunicó a la azabache y al modelo que estaría de viaje en Copenhague por una semana y que se iría esa misma tarde. Era más que obvio que los mayores estarían juntos lo que los dejaba más que complacidos. Ambos pensaban que esa semana podrían dedicarse a entrenar con Fu, libre de responsabilidades y avanzar en sus nuevas técnicas.

Aunque Adrien tenía la cabeza en la luna, por mucho que intentara poner atención a las clases se perdía en sus pensamientos; habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo: aceptó que los sentimientos que tenía por Ladybug yacían en admiración, se dio cuenta que esa "incomodidad" que Marinette y Félix estuvieran juntos eran celos, exacto celos por que él quería estar cerca de Marinette, no como amigos más bien como... "algo más"; que lo había llevado a besarla y a seguirla como héroe y en su forma civil.

La pulsera que la chica de orbes azules le había regalado cuando entrenaban para el campeonato del "Mecha Strike" se había convertido en su verdadero amuleto de buena suerte; la usaba todos los días en todo lugar. Marinette la había visto pero Adrien sentía que la chica estaba incómoda, bastante incómoda. La azabache fingía que nada había pasado entre ellos y cada que se quedaban solos buscaba la manera que alguien los acompañara. ¿Cómo podría acercarse a ella si ella lo rechazaba?

Cuando las clases terminaron, Adrien subió a su limosina donde estaba Nathalie quien lo enlazó en una video-llamada con Gabriel.

—Adrien, tengo entendido que la señorita Marinette sufrió un percance este fin de semana y no se encuentra bien.

—Oh, sí padre pero al parecer ya está mucho mejor. Mi hermano y yo la visitamos este fin de semana. —contestó el modelo.

—¿Y por qué no me informaron?

—Lo lamento.

—Debido a que mis incompetentes hijos no me dijeron, me tuve que ver en la penosa situación de ser avisado por la señorita Bridgette. Ella me pidió que auxiliara a su prima durante su ausencia, pues ella se haría cargo de su traslado a la empresa y a sus clases...

—Señor si no le molesta yo me puedo hacer cargo de la señorita Marinette para ayudar a Lady Julianne. —intervino Nathalie.

—No Nathalie, debes estar en la empresa ante la ausencia de mi hijo y la señorita Bridgette. Así que, Adrien.

—Si, padre.

—Te encargarás de auxiliar a la señorita Marinette, la llevaras a sus clases o a donde ella pida y la dejaras en su casa todos los días. Nathalie, cancela todas las citas de mi hijo y dale el horario de la señorita Marinette. Adrien tu única obligación será hacerte cargo de ella, no sólo por petición de Lady Julianne, sino por tu honor como caballero ante la única amistad decente que tienes. Es una orden.

—Por supuesto padre. — el modelo trataba de ocultar la sonrisa que sentía por todo eso, pues no sólo como Adrien estaría con ella, sino por las noches podría ir a visitarla como Chat Noir. Definitivamente ese sería la mejor semana que tendría.

Absolutamente esa sería la peor semana que Marinette tendría, no sólo seguía con dolor de cabeza y cansancio tras el ataque de Volpina; no podría ir a entrenar pues debía seguir con las clases que había "perdido" a causa de su trabajo en Agreste y para terminar de arruinarlo, debía estar con Adrien toda la semana.