Capítulo 33: Una noche de copas.

2K 196 44
                                    

La noche se hizo presente en París, los murmullos y música en la zona de bares de la ciudad del amor eran vastos a pesar de ser martes. Los turistas ansiaban conocer la vida nocturna en antros de la megalópolis, mientras aquéllos ciudadanos y las personas que estaban en Francia por cuestiones laborales preferían un lugar más callado y sobrio.

Era un pequeño bar de jazz, donde una pareja un poco callada se encontraba en la barra tomando; ella un whiskey aunque hubiera preferido algo más fuerte sin embargo no recordaba desde cuándo fue la última vez que había comido; él había pedido un bourbon, aunque su condición por sus ataques de ansiedad, secuela de batallas pasadas, no le recomendaban tomar alcohol, no hacía mucho caso a las palabras.

Ambos acababan de llegar a una condición que habían tratado de evitar los últimos ocho años, alejándose como imanes de polos similares, después de gritarse ahora no encontraban frases para iniciar la conversación....

- Que tú hiciste ¡¿QUÉ?! –exclamó Félix saliendo de su escondite detrás del biombo en la casa del Maestro Fu.

- ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí Agreste?! –gritó con sorpresa la azabache.

- No me quieras cambiar el tema Cheng, –Félix no había llamado a Bridgette así desde la universidad –¡¿Qué le hiciste a mi hermano?!

- Lo mismo que tú me hiciste.

Aquélla frase hizo que el chico de cabellos dorados palideciera, recibir aborrecimiento era suficiente pero jamás pensó que aquella chica tratara de pagar con la misma moneda.

- Brid...

- A diferencia de ti, no fui capaz de llegar hasta el final. Adrien no se merece ser tratado como tú lo hiciste conmigo, pensé que podría ser la misma basura que tú pero hasta eso aún tengo demasiados escrúpulos. –comentó enojada Bridgette.

- Tú no entiendes nada...

- ¡¿Qué debería entender?! ¡¿Qué me engañaste?! ¿Qué solo querías un maldito beso para liberarte de tu estúpida maldición? Me lo hubieras pedido y lo hubiera hecho sin que me trataras como una zorra tonta.

- ¡La maldición jamás existió! –gritó Félix.

- ¡¿Qué?! Me trataste como una estúpida en la universidad sólo por diversión. Vaya, estás más enfermo de lo que pensé Agreste.

- Te trate así porque sabía que estabas enamorada de mí...

- Claro, recuérdame lo estúpida que fui al sentir algo por un castrado sentimentalmente como tú.

- Déjame hablar ¡maldita sea!

- ¿Hablar para qué? ¿Para recordarme todas las formas en las que me hiciste sentir como una basura?

- ¡¡Lo hice para salvar tu vida!! –pronunció enojado el empresario.

- ¡¿Desde cuándo burlarte, insultar, agredir y abusar de alguien es para salvar su vida?!

- ¡Lo hice por qué Nightmare iba tras de ti!

- ¡Qué fácil es echarle la culpa de todo a Nightmare! ¡Cómo está igual o menos enfermo de estupidez que tú, se entienden!

- Maldición, por una vez en tu vida ¡deja de hablar y escucha! –Félix sujetó con fuerza los hombros de la chica y la sacudió.

- Vale, ya empezaste a agredirme, anda ¡¿qué más sigue?! –comentó la azabache sujentando el cuello de la camisa al empresario.

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz