Capítulo 51: Copenhague... ¿Qué puede pasar? (Parte I)

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Bridgette llegó al aeropuerto al anochecer, después de su "broma" de enviar a Félix a clase turista en el avión. Se puso a planear las cosas que podría hacer para convencerlo: solo metiéndolo en la "friendzone" sería capaz que el rubio desistiera de sus posibles avances. El vuelo le sirvió para acallar aunque fueran unas horas, las constantes palabras de su mente y corazón que trataban de obligarla a hablar con el rubio. Eso en definitiva no sucedería, ya era suficientemente malo estar juntos una semana por culpa del proyecto encargado a Agreste de la Boda Real Danesa.

Entendía lo que Félix hizo para evitar que Nightmare no se apoderara de su cuerpo, gracias al odio que sentía por el rubio pudo cumplir su meta y vivir, pero eso no lo hacía fácil.

Aún tenía miedo si el villano volvía a aparecer; reclamaría el cuerpo de la diseñadora como un simple envase. El hecho de tan solo pensar en hacerles daño a las personas... no, debía quitarse esas ideas del futuro. No sentía nada por el empresario. Si, el beso que le dio era lo más cercano a tocar el paraíso, deslizando su lengua dentro de su boca, haciendo que todas las terminales nerviosas de su cuerpo se erizaran sólo al sentir su respiración...

—¿Qué estás haciendo?

La diseñadora lanzó un grito de sorpresa al escuchar la voz... "Habla del diablo y se hará presente".

—Pues ¿qué parece? Obvio estoy esperando mi maleta. —contestó Bridgette.

—Mmm, pues es la segunda vuelta que da tu pobre maleta en la banda. —comentó Félix tomando su equipaje y de paso el de la ojiazul. —Gracias a tu "bromita" conocí a alguien muy interesante...

—Ah sí, déjame adivinar ¿un turista? —dijo de modo sarcástico la azabache.

— No, era el CEO de una empresa de piedras preciosas que no había querido hacer tratos con nosotros por tomarnos como snob; son de las personas que creen que la sencillez de una empresa es la llave del éxito, pero al verme en clase turista pensó que no somos tan creídos como aparentamos... Tenemos en la bolsa a un nuevo proveedor —con tono melódico el empresario explicó su triunfo ante la diseñadora.

La azabache sólo desvió la mirada, al parecer querer hacerle pasar un mal rato, salió contraproducente. Confiaba en los arreglos que Nathalie, la asistente de Gabriel había hecho para su estancia, pues si había hecho algo inconscientemente para que Félix y ella estuvieran más juntos de lo que debían... estaría de acuerdo con Monsieur Agreste para que la despidiera.

La administración de la monarquía les proporcionó un auto. Aunque el carro no era lo que ellos hubieran querido: Era un auto compacto que quitaba glamour, pero recordaron que la realeza danesa era mucho menos ostentosa que otras monarquías así que estaba bien; al fin y al cabo debería pasar todo por diversas revisiones para cumplir con la seguridad.

Nathalie había quedado en común acuerdo con la administración danesa de hospedar a la diseñadora y empresario en el Andersen Boutique Hotel. Uno de los mejores Hoteles de Copenhague y que estaba a diez minutos del Palacio de Amalienborg, donde debían firmar varios documentos de confidencialidad, la revisión, nuevamente, del auto antes de ir a otro edificio donde se encontrarían los herederos de la familia real que estaba a unos cincuenta minutos: El castillo Frederiksborg.

Todo aquello los había dejado exhaustos, entre el vuelo, el auto, el camino hacia el hotel, la reservación... sólo querían dormir. Aunque Nathalie, cometió un pequeño error, pues los había puesto en la misma habitación, pensando que las suites podían ser de uso compartido. "Esto no puede ser un absurdo cliché de comedia romántica, qué falta ¡qué pasemos la noche juntos! No, no quiero decir que... No, no es como si quisiera pasar la noche con él... el objetivo es ser amigos" pensó la diseñadora aunque era obvio que Félix había razonado algo similar. El ojiazul rentó la suite contigua a la de la diseñadora, no tenía ganas de coquetear con Bridgette, no porque no quisiera estar en la misma habitación más bien porque ella no estaba de humor ni siquiera para verlo.

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Où les histoires vivent. Découvrez maintenant