Capítulo 72: Cuando la muerte llega.

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Cuando Nightmare planeaba hacer un ataque para el nuevo Chat Noir, la jovencita bajo su arma. Sus miedos volvieron a la luz, lo que lo lleno de júbilo. Jamás pensó en volver a sentirse así, tenía sometida a su peor enemiga. Vio como la mueca de terror en los otros portadores ensombreció el ambiente. El primero en descomponerse fue el gato negro.

—¿Qué... di-dijis-te, Marinette?

La voz temblorosa, llenó de miedo por parte del portador de Taiyang, verdadero y olvidado nombre de Plagg; hizo que Nightmare soltara una gran carcajada. Ese sin duda era un día lleno de gloria. La destrucción del mundo humano y espiritual estaba cerca y aún más cerca apropiarse del alma de la sacerdotisa y hacerse del poder de su enemiga, Yue.

—Ladybug... no puedes hacer esto... tu eres la esperanza. —rogó Saphir.

—Yo... yo no puedo. Nightmare tiene razón. Me mostró lo mejor que sería este mundo si yo no hubiera aceptado ser Ladybug, pensé en derrotarlo, no lo voy a negar pero... yo no puedo.

Los demás sentían como si hubieran creído en algo tan distante, tratando de dejar de sentir aquél sentimiento de desesperanza que los había llevado a ese punto de quiebre dentro de sí. Todas las promesas que llegaron a hacerse no eran más que carcasas vacías, carentes de sentido, carentes de vida, carentes de verdad. Habían creído las mentiras que llegaron a decir, pero ahora todo estaba roto, todo era trozos que desembocaban en dolor.

Ya no quedaba nada, si la portadora de Tikki se había resignado, ya no quedaba absolutamente nada. Tener miedo era como negar la existencia del pasado, todos estaban asustados. En algún momento ya no sentiría ese dolor nunca más, quería que Nightmare se lo llevara junto con las sombras; buscando su liberación.

—Señorita Marinette, usted es nuestro as bajo la manga. No puede darse por vencida. —afirmó el maestro Fu.

—Ladybug... saca toda la decisión y poder que Yue tiene dentro. ¡No puedes darte por vencida! —dijo Saphir

—¡¡Tú te atreves a reclamarme!! —gritó furiosa Marinette. —¡Tú eres la primera causante de todo esto! Pudiste haber detenido estas circunstancias. Si hubieras convencido a tu hermana de irse con el artesano, Nightmare jamás hubiera aparecido, todos ellos —dijo la pelinegra señalando a sus compañeros. —¡Se convirtieron en Kwamis por tu culpa!

—Y-yo... —titubeo Saphir.

—Sí, tú eres la culpable. ¡¿Tú me tachas de cobarde cuando ni siquiera pudiste hacer algo para detener esto hace seis mil años?! Perdón por no ser perfecta, pero si en mis manos hubiera estado, bien pude haber alejado a mi hermana para que no pasara esto. Le pedí a Bridgette que se fuera para que Nightmare no la encontrara y tú... ¡¿Tú te atreves a decir que te quitaron a tus amados hermanos?! Yo estaba dispuesta a renunciar a ellos... ¡en el fondo no querías quedarte sola! Todo esto es tú culpa... no mía. ¡No tienes ningún derecho de hacer reclamo alguno! Sencillamente ya me cansé de pelear. Yo solo quería ser diseñadora, no buscaba nada más. ¡Yo no quería amigos! ¡Ni enamorarme! ¡Nada! Yo sólo quería vivir tranquila.

Los sollozos de la pelinegra les dolieron a los adultos... al fin y al cabo era sólo una adolescente. Le estaban otorgando el cuidado de todo el mundo a una joven que ni siquiera buscó tener poder, para una chica como ella su problema más grande debía ser reprobar un examen ¡no enfrentarse a un ente maligno de seis mil años!

—Perdón Bridgette, pero no puedo... de verdad no puedo.

Los ojos de la jovencita estaban llenos de lágrimas. Se encogió abrazando sus rodillas, quería terminar. Nightmare leyó su energía, estaba destrozada, ¿cómo es que seis mil años de formidables elegidas y la última había sido un fraude? No era algo que le molestara al contrario, gracias a esas últimas Ladybugs su trabajo estaba casi completado.

Detrás del antifaz #MlbAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora