Detrás del antifaz #MlbAwards2018

Capítulo 30: La verdad del gato.

Adrien estaba en su alcoba, con un videojuego, esperando que llegara la hora para salir a patrullar mientras su kwami se encontraba adormilado, después de devorar una gran montaña de Camembert.

- ¡Oye Plagg! ¡Plagg! –exclamaba el rubio. –¡¡PLAGG!!

- ¿Qué quieres niño? –dijo el kwami casi dormido.

- No te vayas a dormir, necesitamos ir a patrullar. Por eso te dije que no comieras tanto queso... ¡Plagg!

- Plagg ya no está aquí, ya se durmió –bostezó la criatura negra.

- No te duermas. –comentó Adrien pausando el videojuego y levantándose de su asiento. –¡Plagg, transformación!

El anillo del chico atrajo al kwami para que después una luz verde bañara la habitación y la transformación dejara presente a Chat Noir. Cuando estaba a punto de salir por la ventana vio como una chica de traje carmesí con puntos negros saltó por la ventana de la habitación contigua... la de Félix. El chico de orbes verdes no pudo creer aquello, así que rompió su transformación para ir corriendo a la habitación de su hermano, Plagg le preguntó el porqué de eso, pero el chico no lo escuchó. Pensó en tocar pero eso pondría en aviso a Félix, así que movió poco a poco la perilla de la puerta. Cuando entró lo único que vio era a su hermano acostado en la cama pero una de las ventanas estaba abierta. Volvió a salir y se transformó nuevamente. Quizá solo fue su imaginación que jugaba con él, pues no era posible que su Ladybug fuera a ver a Félix. No, tal vez estaba buscando al modelo y se confundió de ventana, por eso se fue de inmediato.

Llegó a la Torre Eiffel, ya estaba la dueña de sus suspiros sentada al borde del monumento; aunque con la mirada hacia el horizonte un poco vacía o tal vez confundida.

- Mi lady ¿te encuentras bien? –no obtuvo respuestas por un largo rato. – ¿Mi Lady?

- Ah, uhm... hola Chat... hola...Chat.

- Estas distraída mi Lady ¿Algo pasó?

- Si, ejem, no... digo... debemos ir a patrullar...ve, ve a la zona sur de la ciudad... si pasa...si pasa algo...

- Si pasa algo te aviso. Te notó muy distraída Ladybug ¿de veras estas bien? –preguntó el chico con traje felino.

- Si... si, sólo... olvídalo. –Ladybug se ayudó con su yoyo y se dirigió a la zona norte de la ciudad, deslizándose entre los edificios.

Chat Noir, se puso nervioso por la forma de actuar de la chica que quería. Con ayuda de su bastón saltó entre los edificios, pero su mente no dejaba de formular locas teorías sobre el por qué su Lady fue a la casa Agreste; si tal vez fue a buscar a Félix pero al momento de verlo dormido optó por irse... ¿por qué estaba tan distraída? ¿Por qué no lo fue a ver a él? ¿Por qué iría a ver a Félix? ¿Acaso también se dejó embaucar por su hermano?

Mientras la mente de Ladybug no reaccionaba, pensó que lo mejor era patrullar rápido e irse o de lo contrario ocurriría un accidente... para ella al estar tan fuera de si. En su mente se reproducía una y otra vez la revelación que acababa de pasar:

- Porque yo fui Chat Noir, hace ocho años. ¿Qué tal My Lady? –contestó Félix haciendo una reverencia.

- ¡¡¡¡¿QUÉ?!!!! –exclamó la azabache. – ¡¡¿N-n-n-no pue-de, n-no pue-de ser?!!

- Shhhh –expresó el chico y se acercó a Marinette para cubrirle la boca. –Mi lady eres demasiado escandalosa. Si Adrien o mi padre te encuentran aquí ¿Cómo vamos a explicarlo?