VEINTISEIS

1.3K 105 0
                                    

¿Qué demonios llevaba puesto? Por el amor de Dios, era el disfraz más feo de toda la fiesta y ella lo lucía con orgullo. Todavía no podía creer que Daphne estuviera detrás de esos espantosos harapos y esa horrible peluca naranja. Aunque tenía que reconocer que ningún otro la hubiera descrito tan bien.

Llevaba veinte minutos conversando con un grupo de hombres sobre Construcciones De la Vega y la venta de la academia. En realidad odiaba la reuniones sociales y todo aquello que uniera a más de quince personas en un mismo lugar. Sobre todo, si esas personas eran vecinos de Torreluna que parecían no saber de que hablar con él que no fuera de negocios.

Ahora mismo desearía estar en cualquier otro sitio que no fuera allí de pie, con una cerveza en la mano y sin poder apartar la vista del sombrero loco que tenía enfrente. Alanna y Bambi bailaban en medio de la pista sin dejar de reír. Lucas nunca antes había visto a su prima tan feliz, ni si quiera le había conocido una amiga o un novio desde que vivía con ellos y le gustaba verla así, disfrutando un poco de la vida como todas las mujeres de su edad.

No obstante, iba a matarla nada más acabase la fiesta.

Por culpa del chantaje de Alanna, él estaba enfrascado en ese absurdo paripé, disfrazado de Batman y sintiéndose el hombre más ridículo del planeta. Odiaba hacer el ridículo. Había escogido a Batman porque era su superhéroe favorito y porque, además, se sentía identificado con el papel de Christian Bale en la trilogía de El Caballero Oscuro.

—¿Por qué tan serio? —una voz ronca interrumpió sus pensamientos y un brazo rodeó su cuello rozándole la comisura del labio con la hoja de un cuchillo de plástico—. ¡Pongámosle una sonrisa a esa cara!

Lucas reprimió una sonrisa.

—Eres gilipollas tío —bufó fingiéndose hastiado y se giró para ver a su mejor amigo disfrazado del Joker en la versión de Suicid Squad—, pero ya era hora que te dejarás caer por aquí cabrón.

Nicolás Esparza, Nick Ríos para el resto del mundo, se lanzó a su cuello estrechándolo en un fuerte abrazo.

—¿Qué pasa Luquitas? ¿Me has echado de menos? —Nick llevaba unos pantalones negros de raso y el pecho al descubierto con los tatuajes del protagonista dibujados, un abrigo largo y morado cubría su piel desnuda. El pelo estaba tintado de verde y el rostro levemente maquillado, con una dentadura plateada—. ¿Te gusta mi disfraz? Veo que los dos pensamos en lo mismo —dijo refiriéndose a Batman, el cómic que los había entretenido tanto en su infancia.

—No eres tan guapo como Jared Leto, pero no está mal —dio un sorbo a la cerveza y añadió—, aunque me gusta más Legder.

Cuando Lucas y Nick eran pequeños habían pasado tardes y tardes jugando a ser Batman contra el Joker, por eso no era de extrañar que ambos hubieran escogido esos disfraces, aunque a diferencia de Lucas, su amigo siempre prefería a los villanos.

—Si, ya lo sé... pero el chico de vestuario que me ayudó parecía no conocer a otro Joker. Así que amigo, me he tenido que conformar con esto.

—Me parece que vas a causar furor entre todas las Harley Queen que hay por aquí. Tienes hasta para elegir.

Lucas señaló con la cabeza a un grupo de adolescentes y Nick frunció el ceño al verlas haciéndose selfies y bebiendo refrescos.

—¿Todavía van al colegio?

—Me temo que sí.

—Creo que paso —hizo un mueca de rechazo.

Se alejaron del barullo y se dirigieron a la barra, donde Lucas pidió dos cervezas. Daphne y Alanna seguían moviendo las caderas, pero ya no estaban solas, Lía y un par de amigas suyas se habían unido a ellas.

Un baile y nada más   [FINALIZADA]Where stories live. Discover now