CINCUENTA Y NUEVE

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—Gran actuación de Póker Face, te felicito Pandora. —Una voz gélida como el hielo la detuvo justo al salir por la puerta trasera del Tony's—. ¿O debería decir Daphne?

Daphne se quedó de piedra al reconocer dicha voz.

Esa noche había intentado meterse en la piel de Lady Gaga, tratando, como siempre, de no ser reconocida. Pero, al parecer, algo había fallado y la persona que le apuntaba la nuca con la mirada como si de una pistola se tratara, la había descubierto.

Se giró despacio y haciéndose la tonta, enarcó las cejas.

—¿Perdón?

La hermana del hombre del que se había enamorado la miraba desafiante con un cigarro en la mano.

—Oh no, conmigo ya no te hagas la tonta, sé muy bien que Pandora eres tú...

—¿Y cómo estás tan segura de ello?

Venus arrugó la nariz de la misma forma que lo hacía Lucas cuando se enfadaba y se acercó con cuidado, expulsando el humo por la boca.

—Porque llevo unos cuantos días investigándote —le confesó—. Y tengo que decirte que eres buena eh, jamás se me hubiera ocurrido pensar que eras tú. Bueno, también hay un magnífico trabajo por parte de tu guardaespaldas.

—Creo que me he perdido —frunció el ceño interpretando un papel.

—Venga ya, Daphne —Venus dio una intensa calada al pitillo y se tomó su tiempo expulsando el humo, como lo haría un detective privado en una película de sobremesa—. En serio, deja de fingir. Sales de tu casa a hurtadillas, aparcas la bicicleta aquí y te cuelas por la parte de atrás.

—Quizá entro por detrás porque, como tu muy bien acabas de decir, aparco la bicicleta aquí.

—Ya, eso pensé al principio. El problema es que una vez desapareces por esa puerta, no hay ni rastro de ti en el interior del local, ¿sospechoso no?

—No sé a donde quieres llegar.

Se negaba a reconocer enfrente de ella quien era.

—Claro que sí. —Otra calada y otro minuto más esperando a que desprendiera el humo de sus pulmones—. Quiero llegar a la parte en la que Pandora, la bailarina más aclamada del Tony's no es más que una farsante.

¿Farsante? ¿Farsante por qué?, quiso gritarle. ¿Por dejar que los demás disfrutasen de un espectáculo que ella no se permitía disfrutar? Pues sí, quizá lo era. Farsante y traidora. Porque había renunciado para siempre a bailar, a disfrutar de la atención de un público, a hacerles sentir durante unos cuantos minutos una cuarta parte de lo que sentía ella cada vez que la música se extendía por sus venas. Y, sin embargo, allí estaba, subiendo al escenario cada viernes, escondida debajo de una peluca de pelo largo y un antifaz.

Quizá Venus tenía razón y ella era lo peor. Pero no estaba preparada para aceptarlo todavía. Y menos delante de la hermana de Lucas.

—Venus... creo que estás confundida —intentó permanecer impasible, pero sus piernas comenzaron a temblar.

—No, no lo estoy y lo sabes. Así que deja de tratarme como si fuera imbécil —gruñó—. Te he visto entrar en el camerino como Pandora y salir como Daphne. No tiene caso que sigas fingiendo o escondiéndote.

Daphne la miró sin decir nada, porque... ¿qué podía decir?

—¿Y sabes qué? Esto me da la razón en todo lo que pienso de ti y que mi hermano y mi prima se empeñan en no creer. Eres una zorra mala y egoísta a la que no le importa engañar a los demás.

Un baile y nada más   [FINALIZADA]Where stories live. Discover now