SESENTA Y TRES

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Llevaba toda la semana pensando en cómo decirle a Lucas que ella era Pandora, pero con la llegada de Nahuel y Joana todavía no se habían visto a solas. Venus le había dado siete días para que hablara con su hermano. Hoy era el último día y Daphne continuaba sin saber cómo hacerlo.

Hablar tenía que hablar con él, fuera como fuere. Y si era esa noche, mejor.

Mientras Alanna le colocaba la peluca y Joana le escogía el vestuario que utilizaría esa noche, Daphne buscaba las palabras que utilizaría para confesarle la verdad a Lucas.

—¿En qué piensas? —preguntó Alanna, tal dulce como siempre.

—En el buenorro de tu primo —obvio, esa fue Joana.

Daphne puso los ojos en blanco.

—En cómo decirle la verdad a Lucas.

Ambas sabían del ultimátum de Venus y, pese a que Alanna se había ofrecido a hablar con ella, Daphne había preferido que se mantuviera al margen.

—Fácil, díselo y ya —añadió, con una positividad nada propia de ella, la pelirroja—. Seguro que mi primo te entiende.

—Claro que no Alanna. Lucas me detestará.

—Lo dudo —opinó Joana—. Lo vi... como te miraba. A ese chico le gustas, Daph.

Otra que tal.

—Exacto —estuvo de acuerdo Alanna—. Quizá solo necesite una explicación por tu parte.

—Sí claro, y después se agachará y te pedirá que te cases con él.

—Así no ayudas Joana —la regañó Alanna.

—Y tú tampoco, pelirroja —la apartó de detrás de la silla en la que estaba sentada Daphne para ponerse ella—. Es obvio que se va a cabrear. ¿Tú no te cabrearías si el tío con el que te estás acostando tiene una doble vida?

—Supongo que sí —bufó Daphne.

— Lo que yo creo Daph, es que tienes que hablar con él y enfrentar lo que venga. Si no quiere volver a verte, pues te largas de su vida con la cabeza bien alta, pero si acepta tus explicaciones y te perdona —Joana sonrió—. Entonces sí, cásate con él.

—No todo es blanco o negro —rebatió Alanna—. Puede que se enfade pero que solo tenga que reflexionar...

—Dejadlo chicas —se levantó del sillón con la cabeza a punto de estallar—. Ninguna de las dos me estáis ayudando en absoluto.

—¡Vaya, gracias! —protestó la pelirroja.

—¡Tía, que polvo te echaba ahora mismo! – declaró su amiga, asombrado por el outfit de Pandora.

—Os prometo que cuando baje del escenario, le cuento toda la verdad a Lucas. Ahora dadme un beso de buena suerte y sentaos a ver el show.

La voz de Rossanny la presentó y cuando la música comenzó a sonar, Daphne subió al escenario con un mono rojo que cubría toda la espalda y se abría en forma de corazón en el pecho, mostrando un recatado escote. Este era de camal ancho y se ceñía a su cuerpo como una segunda piel, marcando cada una de sus curvas. Las botas de caña negra y unos guantes del mismo rojo que el vestido, pero con flecos, complementaban el look. Las lentillas rojas brillaban por debajo de un antifaz negro y los labios carmesí estaban preparados para sonreír durante los próximos minutos de interpretación.

Era alucinante la cantidad de personas que se aglomeraba en el Tony's cada viernes para verla bailar. Al principio, el hecho de poder gustar a los demás le corroía por dentro, la hacía sentir culpable y la llenaba de miedo. Por ello, tuvo que convertirse en Pandora, la mujer fatal que venía del infierno dispuesta a comerse a todos los demonios.

De alguna forma, así había sido. Porque, desde hacía unas semanas, cada vez que se subía al escenario, los fantasmas la atenazaban con menor frecuencia. Era casi irónico, el cómo había sentido la necesidad de disfrazarse para poder volver a bailar delante de un público, y que, casi sin darse cuenta, Pandora la había ayudado a enfrentarse a sus miedos.

Su tía tenía razón. Llevaba tanto tiempo lloviendo en su interior, que no se había permitido ver la luz del sol. Comprender que si ella había sido la culpable de la muerte de su mejor amiga, no había sido debido a sus sueños, si no a su egoísmo.

Observó a su público y se dio cuenta de que Lucas no estaba entre la multitud. Algo raro, terriblemente raro, porque él no fallaba nunca y, aunque a Daphne le chocaba que Lucas admirara tanto a Pandora, le gustaba tenerlo allí, bailar para él. ¿Se habría enterado de la verdad?

No, por Dios.

Venus sería dura de roer pero tenía pinta de cumplir su palabra, y Daphne estaba segura de que no abriría la boca hasta pasados los siete días. Entonces, ¿por qué Lucas no estaba sentado como cada viernes en una de las mesas del club?

¿Habría perdido ya el interés por Pandora?

Los sentimientos encontrados la invadieron. Quería que Lucas solo tuviera ojos para Daphne, pero a la vez quería volver loco a Lucas bailando como Pandora, aunque claro, prefería que se volviera loco de deseo por Daphne. Porque lo que, en realidad, quería era bailar para él siendo Daphne. ¿Tenía sentido?

Si Lucas no iba esa noche al Tony's, Daphne no podría contarle la verdad y eso se reduciría a que mañana tendría que ir a buscarlo y hablar con él, a plena luz del día. Sin una o dos cervezas en el cuerpo, ni música y gente para que no lo escucharan gritar, ni un disfraz condenadamente sexy que pudiera nublarle la mente y prefiriera desnudarla en lugar de regañarla.

Los aplausos la trajeron de vuelta al escenario. Sonrió, se despidió del público y regresó al camerino. ¿Qué diablos iba a hacer ahora? Alanna y Joana ya la esperaban para ayudarla a cambiarse y a escapar sin que nadie más la descubriera.

—Has estado magnifica Daph —la alabó Joana—. Deberías dedicarte a ello. Te lo he dicho muchas veces, pero ahora te lo digo super en serio. Tienes una personalidad única arriba del escenario. ¿A que sí pelirroja?

Alanna asintió fervientemente con la cabeza.

—Yo pagaría por verte bailar.

—Gracias chicas, os adoro —se sentó en el sillón de nuevo—. Ahora ayudadme.

Y mientras se dejaba hacer, recibió un mensaje al móvil.


Tengo ganas de enseñarte algo.

Pasaré a recogerte mañana a las 11 en punto.

Coge una mochila con ropa porque nos quedaremos a dormir.


La sonrisa de tonta apareció en su cara de pronto, aunque estaba manchada de miedo.

Si o si, mañana tendría que contarle la verdad a Lucas. 

Un baile y nada más   [FINALIZADA]Where stories live. Discover now