PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]

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— ¿Porque tanto problema para confirmar algo que sabíamos todos? — Preguntó la sobrina de su novio a sus espaldas.

— Porque queríamos hacer las cosas bien Dolo, solo por eso. — Respondió a la pregunta y se concentró nuevamente en su celular.

— ¿Luz, te puedo hacer una pregunta? — Emitió con algo de miedo por la respuesta de la persona que tenía en frente.

— ¡Ya la estás haciendo! — Emitió con gracia. — ¡Por tu cara puedo imaginar que es lo que vas a preguntar, pero prefiero no imaginarlo!

— ¡Quiero que me seas totalmente sincera! — Luz solo la observaba para que prosiguiera. — ¿Lo querés de verdad o lo estás usando para sacar a Joaquín de tu cabeza?

Luz sonrió y confirmo que lo que acababa de preguntar era lo que estaba imaginando.

— Dolo, Paulo no es una distracción para mí, me pasan realmente cosas con el. — Su voz era sincera y sólida en ese momento. — Admito que es difícil sacar a una persona de tu vida, más aún cuando estuviste tantos años junto a ella, que lo conoces de pies a cabeza y hasta incluso dormida, pero tu tío me hace bien, con el le estoy dando una nueva oportunidad a la vida y a mi, y no no lo hago ni por Joaquín, ni por nadie, lo hago por mí, porque lo veo a Paulo que hace lo imposible por mi, ojo uno no necesita de alguien para volver a ser, pero si necesita de alguien para complementarse en su totalidad.

Dolores solo miraba atenta a cada movimiento que hacía y prestaba atención a cada palabra que emitía.

— ¡Vos sabés cómo fueron las cosas desde que llegué a Turín, no fue fácil tomar esta decisión! Van a ser dos años que estoy viviendo acá, vos fuiste testigo de lo que fueron los primeros meses, de lo que fue mi vida en esos días, entraba uno y salió otro, eso sí lo hacía para sacarme a Joaquín de la cabeza, esto lo hago por mí, por Paulo, por ambos. No te puedo explicar lo que siento cuando lo miro, siento que por primera vez las buenas empezaron a llegar. — Finalizó con una sonrisa y levantó su vista.

— ¡Si es así, entonces tenés todo mi apoyo! — Emitió abrazándola, la tucumana le devolvió el gesto. — ¡Eso sí le vas a romper el corazón a mi hermano! — Ambas rieron y hablando de Roma apareció Lautaro.

— ¡Luz! — Llamo la atención de una de las presentes en la sala quien rápidamente levantó su vista. — ¡Te está buscando mi tío!

Se levantó del lugar que estaba ocupando y se dirigió a donde se encontraba Paulo.

— ¿Que paso? — Preguntó a penas llegó a su lado.

— ¡Mira eso! — Le ordenó teniendo su celular para que pudiera observar lo que le decía.

— ¿Decime que esto es una joda? — El cordobés negó con la cabeza. — ¿Cómo lo supieron?

— ¡No lo se! — Susurró Paulo con sus manos en la cabeza. — Perdón Luz.

— Paulo, no te hagas problema, de todas formas en algún momento se iba a saber, no tenes porque pedirme perdón. — Emitio mientras se recostaba en su brazo.

— Pero ahora no se te van a quitar de encima. — Emitio mirándola con enojó, no con ella, si no con aquel que haya divulgado la noticia.

— ¡Puedo convivir con eso Paulo! — Emitio con una sonrisa produciendo que el también lo hiciera al verla. — ¡Mira lo lindo que sos cuando sonreís Paulo, por favor! — Lentamente se acercó a sus labios y los beso con delicadeza con una sonrisa de por medio.

— ¡Son focas que se aparean! — Emitio Mariano haciendo una mueca de asco. La pareja sonrió y negó con la cabeza, se podía ver el brillo en sus ojos al estar con el otro. — ¡Hace cuánto que no veía ese brillo en tus ojos Paulo! ¡Más que bienvenida al clan Dybala, Luz!

La tucumana agradeció con una sonrisa y vio como su ahora cuñado abandonaba la sala.

Ya no había excusas, en horas todo el mundo iba a saber de su relación con Paulo, no era la manera en la que ambos querían enfrentar su relación al público, pero había algo que le inquietaba internamente. ¿Que iba a pasar el día que vuelva a ver a los ojos a Joaquín? ¿Iba a prevalecer todo esto que siente por Paulo o sus sentimientos por el volverán a salir a flote para complicar, aún más su vida?