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— ¡Eso te pasa por ser tan mala conmigo! — Exclamó Lautaro.

Hace un par de días que Luz venía sintiéndose mal, todo lo que ingresaba por su boca terminaba en el fondo del inodoro. Embarazada no estaba porque no había tenido relaciones con Paulo en lo que va de la relación y la única que se embarazo por el espíritu santo fue María.

Lautaro la había acompañado a Luz por el motivo que Paulo estaba en Verona para disputar el partido de la fecha.

— ¿Que tenía que ver una gastrointerocolitis con que yo te trate mal? — Preguntó mientras se sentaba en el sillón. — ¡Además! Vos sabés que yo no lo hago con maldad, muy allá en el fondo te tengo afecto.

— ¡Cuando te prepararon para le ecografia pensé que estabas embarazada! — Emitio sentándose en el sillón, Luz solo lo miro y comenzó a reír sin poder parar.

— ¡Lauti los bebés no se reproducen en el ESTÓMAGO! — Exclamó entre risas sin poder parar.

— ¡Si yo ví en muchos lados que cuando está embarazada le hacen la ecografía en la panza! — Eso era lo que faltaba para que una almohada vuele por su rostro.

— ¡Sos un caso perdido, Lautaro! Los bebés no están en el estómago, los bebés, mejor dicho los embriones se fecundan en la trompa de falopio y después de casi una semana llega al útero, donde comienza a reproducirse. — Explico con tranquilidad. — En el estómago hay ácidos gastrointestinales, intestinos, no ¡Bebés! Idiota.

La cara de su nuevo sobrino se encontraba totalmente perpleja, era mucha información para el.

— Bueno no importa, lo que tenés que entender es que en el estómago no hay bebés Lautaro. — Emitio y se levantó agarrando su abdomen.

Se encontraba muy débil, como toda persona cuando está enferma, solo quería estar en su cama y descansar.

— ¡Lauti! — Llamó su atención. — Me voy a acostar, tengo un poco de fiebre y me duele todo. Puse la alarma para tomar el remedio, pero seguramente no la escuché, así que si te acordás y andas cerca busca la forma de despertarme para que la tomé. — Finalizo y comenzó a caminar hacia su habitación.

— ¡Está bien! ¿Lo llamaste a Paulo? — Preguntó antes de que desaparezca completamente.

— ¡Le dejé un mensaje! — Abrió la puerta de su habitación e ingreso medio cuerpo. — Seguramente me llame cuando lo vea. En el jarrón hay una llave de más, por las dudas. — Señaló el jarrón fuccias moderno que tenía al lado de la puerta de entrada. — ¡No la pierdas! — Emitio e ingreso completamente a su habitación.

Rápidamente se puso el pijama y una campera de Paulo que había en la habitación, se acostó en el centro de cama, abrazando la almohada del jugador e intentando que el malestar que sentía comience a irse con tan sólo unas horas de descanso.

Poco a poco fue cerrando sus ojos, entrando en un sueño profundo.

Abrió los ojos al escuchar un ruido e intento volver a cerrarlos para seguir concretando el descanso, pero nuevamente volvió a escuchar un ruido.

Suspiró pesadamente y se levantó de un salto de la cama, se miró en el espejo para ver si estaba en condiciones de salir al living y ver quién se encontraba, seguramente era Lautaro que estaba jugando con Simba.

— ¿Lauty? — Preguntó desde la puerta pero no hubo respuesta. Salió de la habitación cerrando la puerta tras ella y camino por el pasillo cautelosamente. — ¿Lautaro? — Volvió a preguntar pero otra vez nada.

La casa estaba completamente vacía, es más incluso Simba estaba durmiendo con ella en su habitación. Giró sobre su eje para volver a dormir, habrá hecho dos pasos cuando el timbre sonó.

Corrio a la puerta pensando que era Paulo que había llegado de Verona, pero se llevó una sorpresa.

El  jugador se acercó a ella y depósito un beso en sus labios, pero ella rápidamente lo alejo.

— ¿Cuando le vas a decir la verdad? — Insistió abrazándola.

Se soltó de su agarre y lo miro fijamente. Aún tenía un cierto enojó hacia el, una especie de rencor por lo que había hecho.

Ingreso nuevamente a su habitación, Simba rápidamente se acercó a ella y resfrego su hocico en una de sus piernas. Se agachó y dejó una caricia en el rostro del can.

Tomó ropa que había preparado antes de acostarse a dormir e ingreso a la ducha para darse un baño de agua caliente y poder bajar así de una vez la fiebre, que sin duda estaba haciendo efecto alucivos en ella.

— ¿Luz estás bien? — Sus ojos hacían presión hacia abajo por la intensa luz de la habitación.

Poco a poco se adaptó a luz y lentamente fue abriendo los ojos. — ¡Paulo! — Emitio y rápidamente se levantó del suelo pero volvió a caer cuando su cabeza dió una puntada. — ¡Ouch!

— Vení amor. — Emitio el jugador levantandola lentamente. — Despacio, acostate tranquila.

— ¿Que me pasó? — Preguntó tocándose la cara para despabilarse y sintió que algo líquido mojaba su mano. — ¡Tengo sangre!

— Estabas soñando por lo visto, te caiste de la cama. Debe ser por la mesita de noche, te habrás cortado con la punta. Igual no es muy grande.

— Puede ser, soñé que me caia en el baño. — Se sentó a su lado con una sonrisa y pasó cuidadosamente el dedo por la herida, abrió el cajón de la mesita y saco una tira adhesiva y la colocó suavemente en frente. — ¿Qué hora es Paulo?

Evidentemente era tarde, porque si Paulo se encontraba ahí significaba que mínimo habían pasado más de cinco horas.

La cabeza le daba vueltas, todavía tenía fiebre alta y por lo visto eso producía que quiera dormir todo el dia. Gravísimo error.

— ¡Tenía que tomar el antibiótico! — Emitio golpeándose la frente. Paulo se recostó a su lado y la abrazo.

— ¡Amor ya la tomaste! ¿No te acordás de nada? — Preguntó y ella negó. — ¡Lauty dijo que te despertó, la tomaste y te volviste a dormir. Tenés mucha fiebre.

"¿Cuándo le vas a decir la verdad?" Apareció en su mente inundando cada parte de su cerebro.

Llego a la conclusión que tal vez era ese secreto el que le estaba produciendo estos malestares.

— ¡Paulo! — Emitio con la voz entre cortada. — Tengo que contarte algo.


Buenas, perdón si no es lo que esperaban, pero había que unir las partes de una forma. Quiero saber qué les pareció, escuchó sus críticas o lo que sea, desde ya gracias.

Se viene el bar-do

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora