74

2.2K 130 10
                                    

— ¡Te gusta el bardo Andersonn! — Exclamó Belén mientras se sentaba en el sillón con Federico. Luz le dedicó una mala mirada.

— Me satura que se estén metiendo las veinticuatro horas del día en vida. — Suspiro con amargura. — Son completamente infumables. — Belén la miró para que prosiga a la vez que Agostina se unía a la charla. — Si una no llama a esta casa aa cualquier hora con la intención de "hablar" con Joaquín es la otra que está más pendiente de mi vida que la de su supuesto "novio" — Hizo comillas con sus dedos. — Harta me tienen.

— ¿Vos decís que está en Grecia con Paulo? — Preguntó la pareja del centrocampista del Sevilla. — Belén la fulminó con la mirada y Luz solo asintió.

— No me cabe ninguna duda de que está con ella, ninguna. — Respondió sin mirar a ninguna de la dos. — Tampoco me importa si está o no con ella, me importa que cada vez que me ve hace una escena de porque Joaquín ocupa su lugar pero el tampoco hace mucho por ocuparlo, eso me molesta.

— ¡Yo creo que no tendrías que rogarle más! — Exclamó Belén mientras pasaba a Federico de sus brazos a los brazos de Agostina. — A vos no te hace falta el para criar a tu hijo, si no quiere estar presente en la vida del hijo, problema de el. — Miró a Luz quien estaba ida pero escuchaba sus palabras. — ¡El se lo pierde!

Luz asintió y suspiró, con más pesadez que de costumbre.

— ¿Estás bien? — La voz de Matías se hizo presente en la sala tomando por sorpresa a todos. Luz asintió y el se acercó. — ¡No sabes mentir Luz! ¿Que te pasa?

Miró a Agostina y luego miro a Belén quienes entendieron que queria que la dejen sola con el ex-volante millonario.

— ¿Me vas a decir que está pasando? — Apenas se quedaron solos en la sala se desplomó en los brazos de Matías.

Estaba completamente cansada, cansada de Paulo, cansada de Oriana, cansada de Desire, cansada absolutamente de todo.

Matías entendió que lo mejor era dejar que se desahogara que cuando ella estuviera lista iba a hablar por sí misma.

— ¡Estoy exhausta! — Musitó de repente mientras todavía expulsaba lágrimas. — Cansada de todo Colo. — Matías hizo que se sentará y el se sentó enfrente sobre la mesita de te, acomodó su cabello detrás de su oreja e hizo que solo lo mirará a el. — Desire llama a esta casa a cualquier hora, incluso llamadas que Joaquín no sabe, y sé que con cada llamada que hace más se acerca a lo que está tramando, porque algo está tramando.  — Tomó aire a la vez que el secaba las  lágrimas que caían por el rostro de su amiga. — Joaquín se hace cargo de Federico cómo si fuera su hijo, ojo no me molesta que sea atento, que lo mime y cuida, pero mientras el hace esto Paulo se la pasa paseando de un lado al otro sin responsabilizarse por su hijo, sin siquiera preguntar si está bien y después se da el lujo de decir que amo a su hijo y que a él no le falta nada. ¡No es justo! Y sé que tanto a Joaquín como a mí nos molesta que Paulo se llene la boca hablando pero no haga nada, y me enojo con el porque no me dice lo que le pasa, lo que le molesta y el no tiene la culpa de nada Colo, está conmigo me ayuda con el bebé y yo me enojo con el por lo que Paulo no hace, no es justo.

— ¿Sabes que no es justo? — Le pregunto el tucumano mirando sus ojos. — No es justo que te sigas preocupando por Paulo, por lo que hace y por lo que no. El se pierde de ver al hijo, por estar con una mina que no vale nisiquira una cuarta parte de lo que vale el hijo.

— ¡Si pero...! — Matías la interrumpio.

— ¡Basta de pero Luz, basta! — Exclamó tomando las manos de su amiga. — Deja de rogarle un poco de cariño para tu hijo cuando el no quiere darlo. Aprovecha que Joaquín es atento, que quiere y mima a Federico tanto como a vos, que lo incluye día a día en su vida. ¡Se feliz por una vez en tu vida por vos y no por los demás! Vas a ver lo bien que se siente, vas a ver qué vas a dejar de discutir con Joaquín y deja de darle importancia a lo que pasa afuera, Oriana y Desire son dos necesitadas de fama que se están colgando de vos para eso.

— Pero... — Matías la miró de mala gana.

— ¡Saca el pero de tu vocabulario. — Le ordenó e hizo reír por primera vez a su amiga. — Si ellas te atacan, lo mejor que podés hacer es ignorarlas, no le sea de comer a nadie.

— Belén me dijo exactamente lo mismo. — Fue la primer frase que emitió Luz sin que Matías la interrumpiera.

— Nos pusimos de acuerdo para reprocharte a ver si sos feliz de una vez. — Exclamó el tucumano con una sonrisa. Luz se abrazo a el mientras el correspondía al gesto. — ¿Cómo es eso que Federico es de Estudiantes?

Luz sabía que a la única persona que se le podía escapar "sin querer queriendo" ese pequeño detalle era a Joaquín. Lo miro sonriendo a Matías y este esperaba una respuesta.

— Si me decís que es de Instituto bueno te lo puedo aceptar. — Musitó parándose de la mesita. — ¡PERO DE ESTUDIANTES! ¿Es una joda no? Mucho tengo ya con que el padrino de tu hijo no soy yo.

— No hay pero dijiste. — Exclamó divertida, pero sabía que a su amigo no lo divertía en lo absoluto. — Se merece que el elija el cuadro de Federico, además perdí una apuesta.

— ¿Lo hiciste porque perdiste la apuesta o porque vos pensas cambiarte de club? — Ahora el que se divertía era Kranevitter. — Si te querés cambiar de club te va a costar mucho sacarte el tatuaje de River de la pierna.

Luz golpeó con fuerza el brazo de Matías haciendo eque este caiga sobre el sillón mientras se reía sin poder respirar.

— Yo te prometí cuando era más chica que vos ibas a ser padrino de mi hija Matías. — Le reprochó acordándose de lo que había prometido años atrás. — ¡No me olvidó lo que prometo! Además te dije que no te la iba a dejar tan fácil si tenía un hijo, te voy a hacer sufrir en carne propia y lo sabes.

— ¿Eso significa que estás buscando la nena? — Pregunto con picardía y Luz lo fulminó con la mirada al ver por el espejo que Joaquín estaba a sus espaldas. — ¿Tucu están buscando la nena?

— ¡Cállate! — Emitía Luz mientras lo asfixiaba con la almohada. — ¡Cállate un ratito!

Joaquín se reía desde el marco de arco del living.

— ¿Sabes que lo podés asfixiar no? — Pregunto y ella asintió sin sacar la almohada. — Después vas a llorar porque no tenes mejor amigo y porque vos lo mataste. — Luz giro los ojos y retiro el almohadón. — ¡Te gusta hacerla enojar! — Le recriminó el delantero del Sevilla al mediocampista del Zenit que no paraba de reírse en el sillón.

— Lamento informarte que no sos la única persona a la que le gusta hacerla enojar. — Tomó la mano que le tendía Joaquín para que se levantará del sillón. — ¿Es todo diferente a la primera vez no? — El oriundo de Juan Bautista Alberdi asintió con la cabeza. — Entonces hacela feliz. — Exclamó el de Yerba Buena golpeando su hombro y dejándolo solo en la sala de estar.

Esa era el único propósito que el tucumano tenía después de tanto, hacerla feliz, ser felices sin que nadie se meta entre ellos.


Holi, como están? Día gris en la ciudad porteña, tengo un partido contra mi ex club ahora. Si no vuelvo a escribir es porque me metieron presa por insultar a la violencia en el hockey.

Mentira, espero que les guste. Quiero tener un Matías Kranevitter en mi vida la puta madre que ser hermoso que es.

Disfruten, háganme caso. AHRW. Sean felices mientras pueden. 😂

Ya decidí quien es el protagonista de la próxima novela.

Es cordobés y boludo. Adivinen ustedes.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Where stories live. Discover now