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— ¿Que tal Isabella? — Le pregunto Luz mientras se acurrucaba en el sillón y el la abrazaba.

— Me gusta Isabella. — Admitió de mala gana. — Pero no se va a llamar Isabella y el va a ser el padrino. Una cosa o la otra.

Luz rió y acarició su vientre. — ¡Esto va a estar complicado! — Mencionó entre risas y el acarició su mano a la vez que acariciaba el vientre.

Ambos pusieron su vista en el televisor donde empezaba el nuevo capítulo de la serie que estaban mirando. Unos segundos les bastó para darse cuenta.

— ¡Elizabeth! — Gritaron al unísono con una sonrisa. Se miraron extraños y sonrieron mientras volvían su vista a la serie donde mostraba como la reina Isabel era coronada reina de Inglaterra.

— Me gusta Elizabeth como segundo nombre. — Musitó de repente Luz y Joaquín la miro. — Estuve pensando, con todo lo que pasó pero no sabía si ibas a estar de acuerdo.

— ¿Que pensaste? — Preguntó acomodando el cabello de Luz detrás de su oreja.

— Que se llame Lenna. — Emitió con nostalgia. — Si mi tía no hubiese hecho todo lo que hizo, no existiría ella, no existiría yo, ya no habría un nosotros. — Joaquín sonrió al escucharla hablar con tanta admiración y cariño hacia la persona que le había salvado la vida.

— ¿Lenna Elizabeth Correa? — Preguntó y ella asintió con una sonrisa. — Me gusta.

— Ponerle el Andersonn al final del nombre sería una tortura y lo arruinaría. — Lo pensó y río.

— No queda tan mal. — Le advirtió el después de decirlo varias veces en su mente. — Lenna Elizabeth Correa Andersonn. — Luz

— Es larguísimo y horrible. — Se levantó del sillón sonriendo. — ¡No le voy a poner dos nombres y los dos apellidos!

Le advirtió y se dirigió a la cocina donde podía escuchar los pasos de Joaquín mientras se preparaba para hacer la cena.

— ¡Que se llame Lenna y que tenga los dos apellidos! — Luz lo miro y entendió a lo que quería llegar.

— Joaquín, no me hace falta que mi hija tenga mi apellido, porque yo a vos te conozco mejor que a vos mismo y ese miedo que tenés a algo que pueda pasar, no va a pasar. — Le menciono acercándose a el con una cálida sonrisa en su rostro. — ¿Querés que tenga los dos apellidos? Que así sea, no voy a discutir por eso. ¡Estoy harta de discutir! — Suspiró y tomó su mano. — Hace un mes estaba muerta en una mesa de cirugía Joaquín, desde ese día mi perspectiva de ver las cosas cambio completamente, estoy a harta de las discusiones, de los problemas y de todo lo malo que se te pueda ocurrir. Quiero disfrutar de mi familia, de mis hijos, de vos y de toda la felicidad que puedas darme hasta que mi corazón deje de latir.

Joaquín sostenía sus lágrimas en el borde de sus ojos, intentando ser fuerte delante de ella pero no podía, la sinceridad con la que Luz emitía las palabras y lo miraba a los ojos completamente convencida de lo que decía.

— ¡Nos vamos a casar en tres meses Joaquín! — Le musitó acariciando su mejilla. — ¡Llevamos casi toda una vida juntos! ¿Y todavía te da vergüenza llorar adelante mío? ¡Soy la futura madre de tu hija, te ví llorar más veces de la que crees!

— ¡Basta porque me voy a largar a llorar como una nena y no querés que me largue a llorar como una nena! — Le advirtió y junto sus labios a la vez que las lágrimas de agua salada caían por su rostro y Luz sonreía a verlo. — ¡Te amo Luz!

— ¡Yo también te amo! — Exclamó con una sonrisa. — Cada día estoy más convencida de esto. — Sonrió y un brillo se formó en sus ojos.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora