28 (I)

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Luz

Decia el frente del sobre que se debatía si abrirlo o no. Tenía sentimientos encontrados, si se ponía a pensar hace tan solo unos años atrás ella se encontraba llorando por la persona que escribió esa carta y ahora se encuentra en un limbo entre él y la persona con la que estaba en ese momento. Suspiró y comenzó a abrir el sobre.

Luz: si estás leyendo esto, es porque llegó a tus manos. No sé por dónde empezar, así que en cierto modo voy a ponerle un inicio. Sé que pensas que vine a Italia a meterme en tu relación y hasta puedo jurar que pensaste que vine a volverte loca, pero nada está más lejos de esa realidad. Quiero que sepas que no vine a meterme entre vos y Paulo, que yo también quiero que seas feliz, conmigo o sin mi. Si es verdad, me separé de Desire con la intención de poder recuperarte, de poder volver a estar con vos, pero me di cuenta que estaba muy lejos de poder conseguir eso. La última vez que te ví sonreír con esa facilidad, ese cariño y ese amor fue hace mucho tiempo y de repente Paulo te hace sonreír de esa manera todos los días, cuando te ví sonreír te puedo asegurar que algo que algo se rompió dentro mío, pero también me recorrió una electricidad como la primera vez que te dije que te amaba, hoy año 2018 te sigo amando como aquella vez pero eso no significa que por eso me voy a meter en la relación que tenés hoy en día. Cómo te dije, yo también quiero que vos seas feliz, y me alegra verte de esa manera, porque a pesar de todo lo que te hice vos siempre quisiste lo mejor para mí, con esta carta me despido de tu vida, al menos por ahora. Quiero que vivas tu vida como vos desees, que seas feliz, que te rías, que ames, que nada te asusté pero sobre todo que seas vos misma. Si el día de mañana vos decidís darme una oportunidad voy a estar esperándote, como una vez lo prometí, pero mientras tanto viví tu vida, se feliz con Paulo o con quien tenga que serlo y seguí sonriendo día a día, que sos más hermosa cuando tus ojos se achinan por qué lo haces. El mundo es redondo y sé que nos vamos a volver a ver una vez más. Me quiero disculpar por todo lo que te hice, nunca fue mi intención lastimarte pero hice todo lo contrario, tal vez no merezco ni siquiera que estés leyendo todo esto, pero ahí está el claro ejemplo de lo diferente que sos, de que te pueden hacer Miles y aún así vos vas a dar la posibilidad de explicar el porqué. Te digo adiós hasta que el destino decida que podemos volver a estar juntos. Te quiero.

Joaquín.

Terminó de leer la carta con lágrimas en sus ojos. No esperaba ni siquiera se imaginaba tanta sinceridad de su parte, tampoco imaginaba que reconozca sus errores de tal manera.

Si esto hubiese pasado tiempo antes ahora mismo estaría corriendo a los brazos de Joaquín, pero en este momento se agradecía así misma no hacerlo, además pensaba en Paulo y el también le impedía salir corriendo en buscada de Correa.

Paulo había aparecido en su vida y la había cambiado completamente, no se merecía que le hiciera algo como eso, aunque tampoco pensaba hacerlo. Estaba tan bien estando con el, tan feliz que no se podía permitir así misma hacerle daño.

— Hasta que el destino nos vuelva a juntar, Tucu. — Emitio guardando la carta nuevamente en el sobre y colocándola junto con las demás en el fondo del ropero.

— ¿Amor? — Se escuchó desde el living rompiendo la conexión de Luz con el fondo del ropero.

— ¡Estoy en la pieza Paulo! — Grito y rápidamente comenzó a escuchar pasos en dirección a ella.

— ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? — Preguntó ingresando a la habitación.

— ¡Acomodando un poco! — Respondió mirando al jugador.

Parecía tonta en la manera que quedaba hipnotizada cada vez que lo miraba. Paulo estaba sentado en la punta de la cama haciendo muecas con la cara y Luz no cortaba la conexión de ninguna manera.

— ¡Me vas a ojear! — Respondió con una sonrisa produciendo que ella también lo hiciera.

— Te juro que quiero dejar de mirarte, pero no puedo Paulo. Sos perfecto, el solo hecho de pensar que algo te puede lastimar, me da ganas de meterte en una cajita de cristal. — Emitio dirigiéndo la conversación para el lado que ella quería.

— ¿Que algo pueda lastimarme? — Preguntó levantándose con el señor fruncido.

— Paulo, no tiene que haber secretos entre nosotros, esa es una de las condiciones que pusimos para nuestra relación.

— Si amor, así fue. — Se acercó y la abrazo. — ¿Pero porque decís esto?

— Joaquín me escribió una carta, la dejo en manos de Belén para que ella me la entregué. — Respondió mirando los ojos verdes de Paulo. — En ella reconoció sus errores, pero sobre todo  expresó que desea mi felicidad.

— ¿Y tu felicidad es con el no? — Preguntó Paulo, serio con temple en su voz.

— Mi felicidad en este momento, sos vos Paulo y no quiero nada más que eso. — Respondió acariciando la mejilla del cordobés.

— ¿Cuántas son las posibilidades de que vuelvas con el?

— ¿Del uno al diez? — Paulo asintio. — Y en este momento ronda un menos diez. — El jugador poso su vista en la de la tucumana con tristeza en sus ojos. — Paulo no te miento cuando te digo que soy feliz con vos, vos sabés que es muy difícil hacerme sonreír, y vos lo logras como si nada. Me levanto todos los días pensando en que hacer para que vos no te canses de mi, la forma de que te enamores de mi día a día, en este momento mis posibilidades de volver con él son muy pocas. En un futuro no se lo que puede pasar, no sé qué me depara el destino, pero en este momento lo único que quiero es seguir siendo feliz con vos. — Finalizó con una sonrisa en sus ojos y un brillo que iluminaba la habitación contagiando a la persona que tenía a su lado.

Disfrútenlo, los adoro.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora