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— Me duele la cabeza. — Emitió Luz despertándose.

— ¿La cabeza es lo único que te duele? — Pregunto Elena haciendo unos exámenes físicos. Luz asintió. — ¿El vientre?

— Siento algo incómodo. — Musitó.

— Tuve que abrir tu vientre Luz. Tu placenta se desgarro y tuve qué repararla. — Se acarició con cuidado su vientre y sintió los puntos. — Es como una cesárea.

Luz asintió.

— ¿Y Federico? — Nadie respondió. — ¿Dónde está Federico?

Luz comenzaba a alterarse y nadie respondía.

— Está en cuidados intensivos Luz. Federico está bien, tenés que tranquilizarte. — Le ordenó y ella asintió. — Lo voy a traer cuando estés tranquila.

— ¿Joaquín está afuera? — Preguntó antes de que salga de la habitación. Elena asintió. — Antes de que hagas pasar a todos, ¿Puede pasar?

Elena asintió y salió de la habitación minutos después Joaquín ingreso a la sala con su cara por el piso, pero que se desvaneció al ver a Luz despierta.

— ¡Hey! — Emitió apenas el tucumano se acercó a la cama. — ¿Cómo estás? Quiero la verdad.

— Paulo está afuera. — Emitió con algo de bronca en su voz. Luz levantó su vista notando que había dejado la frase inconclusa. — Y hace unos minutos, tu tía lo puso en su lugar adelante de toda tu familia.

— Linda manera de despertar. — Exclamó con desazón.

— Permiso... — Elena ingresaba a la habitación con Federico en una cunita de acrílico. — ¡Hay alguien que quiere conocer a su mamá! — Tomó al pequeño en sus brazos. — Bueno mamá, yo soy Federico Andersonn Dybala. — Los ojos de Luz se llenaron de lágrimas y miró a Joaquín completamente emocionada.

— Es hermoso. — Musitó dibujando el contorno de rostro. — Hola Fede, yo soy tu mamá. — Emitió con dulzura en su voz. Joaquín la miraba completamente embobado.

— Luz cuando estés lista, tu familia puede pasar a verlos. — Luz asintió y siguió perdida en su hijo.

Joaquin los abrazo a ambos y de repente la habitación comenzó a llenarse de gente que llegaba con regalos tanto para Luz como para Federico. Últimos entraron el futbolista cordobés y su novia actual.

Luz miró a Belén de reojo y forzó una sonrisa.

— ¿Que hace acá? — Le pregunto por lo bajo a Lara y Belén que se encontraban a su lado. Ambas elevaron sus brazos sin saber el porqué.

Paulo tenía a Federico en sus brazos y Oriana hizo el amague a tomarlo en sus brazos ante la mirada de todos. Luz pellizco el brazo de Joaquín y el entendió.

— Creo que son muchos experimentos por un día para un bebé. — Tomó a Federico de los casi brazos de Oriana y los acercó a los de Luz.

— ¡Solo iba a cargarlo! — Exclamó mirando a Joaquín. — ¡No iba a tirarlo por la ventana!

— Prefiero no tentar al destino. — Musitó Luz. — Cuanto más lejos estás de mi hijo, más seguro va a estar.

Los ojos del clan Dybala estaban puestos en Paulo esperando una reacción de su parte. Pero claro que no fue la reacción que todos esperaban.

— Si Oriana no puede estar cerca, entonces el tampoco tendría que estarlo. — Mariano se llevó la mano a la cabeza mientras que Gustavo negaba con la misma. — Tienen los mismos derechos.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora