88 (II)

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— Sono la madre di Federico Andersonn. — Se presentó alterada en la administración del sanatorio donde Federico se encontraba. — Come é?

— Signorina, non c'è Federico Andersonn nei nostri registri. — Respondió la secretaria y Luz suspiro intentando calmarse. Paulo estaba sacando todos los números para que ella lo mate y lo cuelgues de los pies en pleno estadio.

— E se cerchi Federico Dybala? — Intervino Joaquín viendo las actitudes que estaba teniendo Luz.

— È nella stanza 107 della pediatria. — Explicó y miró a Luz quien estaba a punto de salir corriendo. — Si sta preparando per la chirurgia.

Luz cayó de rodillas al piso sostenida por Joaquín por Matías quien también está a su lado.

— Come si sta preparando per un intervento chirurgico? Chi lo ha autorizzato? — Preguntó esta vez Joaquín desviando la vista por un momento de Luz.

— Paulo Dybala, ha firmato l'autorizzazione. — Se defendió la secretaria a la vez que entendía el dolor de Luz.

— Paulo Dybala, non ha alcuna decisione su mio figlio perché ha perso la sua parte del mandato. — Exclamó Luz levantándose y corriendo hacia el tercer piso en donde se encontraba pediatría.

Ingreso a la habitación y Federico estaba a punto de ser trasladado al quirófano.

— Mi scusi, non può essere qui, il paziente viene trasferito in sala operatoria per un intervento chirurgico. — Exclamó una doctora que tenía la historia clínica de Federico es sus manos.

— Es la madre. — Musitó Paulo del otro lado de la sala. — Dele un minuto.

Federico estaba completamente dormido, no emitía movimiento, ni tampoco expresiones, un tubo salía de su boca que estaba conectado a una máquina para que el pueda seguir respirando.

— ¿Que le pasó? — Preguntó obviando a Paulo que solo la miraba.

— Necesito que lo lleven a quirófano señorita Andersonn. — Emitió la doctora con sinceridad. — Luego le explicó. — Se alejo de Federico que era como una planta y vio como las enfermeras se lo llevaban. — Tuvo un golpe en la cabeza, lo que provocó una gran contusión y un pequeño derrame en el lóbulo temporal. Tengo que operarlo, antes de que reviente, para su buena suerte soy la mejor neurocirujana pediátrica que hay en Italia, su hijo está en buenas manos. — Acarició el hombro de Luz y la dejo con mil preguntas sin responder.

Salió de la sala sin emitirle una sola palabra a Paulo en busca de Joaquín, sentía que las piernas se aflojaban a gran velocidad y que su cuerpo no respondía.

Joaquín la acurrucó contra su cuerpo y la sentó lentamente en un sillón de la sala de espera para poder tranquilizarla.

— ¿Dónde está Paulo? — Pregunto intentando parecer tranquila. — {Acá estoy} — Se escucho a sus espaldas y rápidamente la mirada de los tucumanos se posó en el cordobés. — ¿Que le pasó? ¡Quiero la verdad y no se te ocurra mentirme!

— ¡Salimos de paseo, todo iba bien, estábamos en el parque y Federico quiso un helado. La fila era muy larga para llevarlo conmigo, entonces lo deje con Oriana. — La vista de Luz se intensificó en el cordobés. — Fueron unos minutos, cuando volví estaba inconsciente en el piso. Oriana dijo que se cayó del banco y ella no puedo evitarlo, que estaba muy inquieto.

— ¿Cómo pudiste dejar a Federico a cargo de ella así sea por unos minutos? ¿A vos te gusta cagarla? Si no no se explica tanta estupidez de tu parte. — Exclamó completamente furiosa. —  ¿Dijiste trajimos? — Pregunto Luz levantándose del asiento a la vez que se sacaba del agarre del tucumano. — ¿Mi hijo queda inconsiente bajo el mando de ella y encima la traes acá?

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Where stories live. Discover now