Ares.

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Tisck.
Tisck.
Tisck.

Él no deja de hablar.
Y ella está respondiendo.

Tisck.
Tisck.
Tisck.

Podría simplemente interferir. Están en mi edificio, en mi horario laboral. Y ella es mi empleada. Y él la está haciendo enfadar de nuevo.
Le dije que no lo hiciera.
Su cuerpo es aún joven e inmaduro para soportar sus poderes.
Ella es pequeña.

-Ninfa de las flores - Ares dice, sus ojos rojos, burlones, sonrientes.

Kore deja escapar un silbido pequeño de enojo. Su pecho agitado.
Las pestañas le bailan entre aleteos nerviosos.

-No soy...no tengo problema en ser una ninfa de las flores -Su cabello le llega al pecho, destellos rosados caen de él- Pero no lo soy. Soy una diosa.

-Una diosa pequeña.

Ares da un paso hacia ella, su mano elevándose hasta que se posa en su mentón.

Tisck.
Tisck.
Tisck.

No puedo estar celoso me digo. No tengo derecho.

-Diosa niña de mamá.

Kore tropieza con sus palabras. Su cuerpo subiendo de súbito al aire.
Sus dientes pequeños se cierran de un chasquido.

Debería permanecer tras la pared que me oculta, pero sus gestos nuevos hacen que mi corazón salte.
El papel que he estado retorciendo emite el último tisck antes de romperse.

-¡No soy una niña de mamá! ¡Puedo cuidarme sola!

Un dedo acusador toca el pecho de Ares detrás de cada oración.
Él sonríe, y lo entiendo.
Furiosa es preciosa.

-Entonces, Persefone -Su agarre a su rostro se hace más fuerte, y entonces su cara queda frente a la de ella. Siento náuseas, y un punzante dolor en la sien- ¿Por qué aún me tienes miedo?

Kore entrecierra los ojos, y rechaza de un manotazo el contacto de mi sobrino.

-No voy a ser siempre un juguete para ti, Ares.

Atasco la respiración en mi garganta cuando la oigo susurrar.
Ellos se conocen.
Lo que pareció ser un encuentro casual ya había sucedido antes . Y era mucho más.
Siento la piel caliente.

Ares voltea los ojos. Sin embargo, cuadra la mandíbula y aprieta las manos en un puño.

-Te he pedido disculpas.

-Disculpas aceptadas. Ahora vete.

-Si me perdonas de verdad, entonces déjame estar contigo -Murmura, y recorre con la mirada el largo cabello rosado, que ahora le baila en la punta de los pies. Coloca un rizo entre sus dedos, y sonríe- Podemos ser...amigos, si así lo deseas, dulce Kore.

Kore suspira.
Baja al suelo, y sus piernas tiemblan entre un manojo de hebras rosadas.

-Tengo que volver al trabajo, Ares. Si Hades descubre que he estado perdiendo el tiempo contigo, podría regañarme.

Ares sonríe.

-Hades, Hades, Hades ¿Es todo lo que sabes decir? Desde que nos hemos encontrado no has parado de...

Los labios tirantes se congelan, al igual que yo.
Él está mirando hacia mi.
Tengo que moverme.
Fingir.
No soy un intruso.
No.
Soy el jefe.
El jefe puede ser un maldito intruso si quiere.
Sobre todo si mi maldito sobrino está coqueteando con mi maldita...

-Persefone -Carraspeo. Ella da media vuelta y sus ojos son grandes y temerosos. No quiero que me tema- ¿Qué está pasando?

Trato de evitarlo, pero mi voz sale como un susurro lastimero.
Observo a ambos, estáticos.
¿Qué está pasando?

La observo a ella.
Su cabello hecho un mágico lío tras su espalda. Sus mejillas rosadas, y su boca inquieta.

¿Qué está pasando, mi Kore?

(Este es un Two-shot, en breve haré la continuación. Inserte aquí un uwu)

E t e r n i d a d (HadesxPersefone)Where stories live. Discover now