Five

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HERMIONE

—¿Puedes pasar por mí?—pregunto rápidamente.

—Ok—pronuncia lentamente—¿Estás bien?—la preocupación, revuelta de confusión en su tono, es tan notable que hasta yo me preocupe, por lo mal que pudo haber sonado mi voz.

—No...necesito que me ayudes—confieso viendo solamente la pequeña luz que alumbra el parque—¿Tienes tiempo?

—Para ti siempre.

—Te espero—cuelgo. La mansión está a la vuelta del lugar donde estoy.

No llores.

Trata de olvidar lo que pasó Hermione, solo por un rato.

Envió la dirección a Kay y espero unos minutos, que se me hacen segundos, porque logro visualizar un auto que reconozco a la perfección. Bajan el vidrio, contemplo al hombre que me observa con los lentes oscuros, lo llamo mejor amigo desde que estaba en la escuela. Abro la puerta y me tiro en los brazos del chico que anda de negro, al principio se ve odioso y repugnante, pero, es todo lo contrario a eso.

—¿Qué pasa coqueta?—me abraza, huelo el perfume revuelto con el alcohol que tiene la chaqueta.

—No quiero hablar de eso, solo sabes lo que quiero y lo necesito por favor.

—¿Estás segura?—me acuesto en el respaldar del carro.

—Contigo sí estoy segura, por eso te buscó—con un semblante algo serio y nada convencido empieza a manejar—¿Tienes cigarros?

—Si—estira la mano para abrir la gaveta del auto, veo la cajita, Kay siempre ha sido mi mejor amigo en todo el sentido de la palabra y nuestra confianza es mucha—¿Qué te pasa? o no vamos a ningún lado—mientras él maneja, bajo todo el vidrio y enciendo el cigarro, le doy una calada, permitiendo que el tabaco me relaje, tenía mucho tiempo de no hacer esto.

—Vi a Aydan, estoy trabajando en la mansión Walsh, desde hace dos días creó—la cara de Kayleth es peor que mi reacción cuando lo vi—Él tiene una novia y está embarazada, mi hi...bueno ella se llama Madison y está en el kínder.

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Seis años—cierro los ojos, permitiendo que el viento seque las lágrimas que se resbalan en mi rostro—Me odia Kay—sollozo sin dejar a un lado el cigarro—Él me odia y lo peor de todo, que ella si me quiere.

—No creo que te odie, nunca ha sido una persona así, obviamente que si puede sentir enojo al verte—ve la carretera—Pero no puedes escapar de esto y yo conozco a Aydan, él no te odia.

—No voy a escapar, no más, yo no tengo 15 años ya estoy suficientemente vieja.

—Tampoco así pero bueno—lo vuelvo a ver. A veces no suele ayudar mucho, ruedo los ojos para calmarme y cambiar de tema.

—¿Y tú?

—Yo, nada.

—¿Alguna novia?—levantó las cejas picarona.

—Me excita más verla hacer eso, que lo que tengo que decirle.

—Suéltelo.

—Un día llegó una chica de cabello corto, muy bonita, por poco y me mata, viera que cosa más divina—me quita el cigarro para darle una calada—Pero no se siento que es muy...rara o no sé en qué mundo random vive—confiesa dejándome el cigarro en los labios, nuevamente—no me dijo el nombre pero si me dio, el número de teléfono.

—¿En serio?—grito divertida.

—Si, pero no te ilusiones, era solo porque le debo 300 dólares que le voy a pagar mañana.

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