Thirty Seven

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HERMIONE

Abro la puerta de la casa de los Walsh y arrugo el ceño cuando no veo a Lali ni a Laila en la sala. Tampoco se ve Aydan ni Madison. Veo la hora en mi reloj, 12 de la tarde.

Hoy llegue más tarde porque fui a hacer las compras con Leonor y Harmony, pero casi siempre está Lali viendo la televisión y Laila últimamente me abre la puerta. Camino por la sala silenciosamente ya que puede que esten dormidos. Trato de que mis tacones no me delaten y dejo mi bolso en la mesa.

Las luces están apagadas, la cocina esta limpia y no veo juguetes en ningún rincón. No creo que esten todos durmiendo porque ya es tarde o puede ser de que nadie está en casa, algo que en parte me extraña demasiado porque siempre que vengo esta Aydan o alguien.

—¿Aydan?—hablo fuerte queriendo recibir una respuesta pero, eso nunca llega. Enciendo las luces de la sala y abro las cortinas que se supone que Laila tenia que abrirlas. Ni siquiera hay café hecho en el Coffe Marker o un solo baso sucio.

Algo anda mal y no puedo evitar preocuparme. ¿Dondé estan todos? Esto es raro. Observo el segundo piso y empiezo a subir con intenciones de confirmar que si estan en casa. Todas las luces estan apagadas, el cuarto de Maddy esta apagado, la oficina de trabajo de Aydan también.

Aún así no me detengo y sigo caminando, a pesar de que todas las habitaciones están apagadas, no hay nadie. Con el cejo fruncido me doy la vuelta cuando escucho un gemido femenino. Doblo hacia la izquierda y camino pegada a la pared.

"Odio que la casa sea tan grande"

Cuando llego veo una habitación con las luces encendidas y de ahí salen los jadeos que se escuchan, aparte de besos y quejas leves de satisfacción por parte de una mujer. La puerta esta entreabierta...algo me dice que esto no me va a gustar.

Mi corazón late fuertemente conforme me voy acercando a la puerta y me pego a ella mientras la empujo levemente sin hacer ninguna bulla. Cuando logro asomarme, la escena simplemente me deja impactada, no logro hacer nada y siento una tristeza extraña que aparece de la nada. Las ganas de vomitar me suben de golpe y mi visión se nubla completamente.

Laila en la cama con Aydan, ella de espaldas sentada en sus regazos con la cobija cubriendo su espalda y él, la agarra de los muslos mientras le besa el cuello. Cierro la puerta y aprieto con mi mano el picaporte.

Me siento tan...

Esto es...

¿Con Laila?

¿Por qué abrí esa puerta? Soy tan idiota no me lo imagine. Ella ya le había echado miradas a Aydan...yo creí que era normal.
No puedo sentirme así, no tengo derecho de sentirme así, pero es que no puedo evitarlo.

Mis ojos se ponen llorosos rápidamente y tengo que taparme la boca con la mano para no delatarme.

Solo es sexo ¿No?

Aydan no había vuelto a estar con nadie, pero...¿Cómo paso esto? Y con Laila, posiblemente no es la primera vez.

Mi telefono empieza a vibrar y me apresuro a bajar las gradas antes de que empiece a sonar.

"Kay"

Limpio mis lágrimas y me apresuro a caminar hacia la sala.

—¿Si?

—Hola Coqueta—escucho su voz ronca. Me aseguro que no haya nadie cerca y camino hasta el gimnasio. 

—¿Qué quieres?

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