Thirty Six

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HERMIONE

—Está es la que más me gusta—mi hermana hace una mueca muy graciosa cuando nos muestra a las dos una imagen de Maddy recién nacida.

La tomo entre mis manos y la observo lentamente. Estaba muy bebé y todavía recuerdo que Madison era muy pequeñita cuando nació, demasiado.

—Hola—escuchamos la voz de Maddy mientras Aydan baja las gradas y la trae alzada.

—Hola princesa—mi abuela se apresura a levantarse del sillón y cuando Aydan llega hasta donde estamos, se la entrega a mi Abuela que la recibe gustosa. Madison es tan pequeñita que no pesa nada, por lo que no me preocupo mucho por Lita.

—Hola señorita Leonor, hola Harmony, hola Hermione—las veo a ambas y se que están disimulando demasiado. Es evidente de que Madison no se ve bien.

—¿Cómo te a ido en el kínder princesa?—Madison observa a mi hermana con cariño y le sonríe débilmente.

—Mañana tengo que ir, no e podido asistir porque estoy muy enferma.

—¿En serio, pero que tienes?—pregunta mi Abuela llena de preocupación. Observo a Aydan que le quita la mirada a Leonor ya que lo ve interrogante.

—Disculpen—interrumpe Laila—Pueden pasar a desayunar si lo desean—le sonrió a Lali que juega en una alfombra con un montón de legos.

—Vamos, tengo hambre—Madison hace una mueca y se toca la pancita. Desearía abrazarla y decirle muchas cosas.

"Se ve tan linda"

"A veces quiero abrazarla y no soltarla"

—Vamos para que la princesa llene su barriguita—el entusiasmo de mi hermana la anima más. Harmony la alza y ambas se van hacia la cocina junto con mi Abuela que las sigue con entusiasmo. Sonrío al verlas tan contentas, creo que le quite un derecho a mi hermana, ahorita debe de odiar que le diga Harmony y no tía, a veces simplemente me odio por eso.

Empiezo a caminar hacia la cocina y cuando llego hacia la despensa me pongo de puntillas para tomar un paquete de servilletas. He notado que siempre tienen en la mesa y Madison usa mucho para limpiarse.

—Hermione—la voz exigente que usa, me pone los vellos de punta. Me doy la vuelta lentamente y lo enfrento con algo de incomodidad.

—¿Si?—él me observa con seriedad y pasa la mirada por todo mi cuerpo lentamente hasta llegar a mis ojos.

—No me molesta que las traiga, pero ¿Qué es lo importante que tengo que decirles?—trago grueso y doy un paso hacia atrás para apartarme un poco.

—Ellas tienen que saber lo del riñón—susurro. Él arruga el ceño y me ve con desconfianza.

—¿Por qué tienen que saberlo?

—Es...

—Yo le dije que no quiero que lo sepa nadie, aparte de mi familia.

—Yo no les e dicho nada Aydan y además ellas tienen que saberlo—aprieta la mandíbula sin dejar de ver el paquete de servilletas que tengo en la mano.

Wabi Sabi [FI2]✔️Where stories live. Discover now