Thirty

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HERMIONE

El frío ya se empieza a sentir y cada vez tengo más miedo al no ver ni un rastro de la niña que jugaba hace cuatro horas con sus primitos. Collins no ha dejado de llorar, Astrid y Uma tampoco, he intentado ser fuerte porque Aydan lo necesita, pero no puedo evitar desmoronarme por momentos. Los niños están buscando con Abdón en el fondo del parque, Kay y Ulises la llaman diciendo "Madison" a todo pulmón, ya las personas que había, se han ido y solo nos ayuda una familia que busca entre los autos parqueados en las aceras.

Enciendo mi linterna mientras no dejo de buscar entre los árboles más grandes. Esto es desesperante, la Abuela de Aydan intenta calmarlo, pero él no deja de buscarla desesperadamente. Tras de todo el atardecer cada vez desaparece y con eso la oscuridad se hace presente, tengo miedo que alguien se la allá llevado y de solo pensar en eso me causan unas ganas inmensas de matar a quien sea que le pueda poner una mano encima.

—Qué estúpido—susurra Aydan.

—No eres un estúpido, a cualquiera le puede pasar—lo reprende Marta.

—Por una estúpida pelea me descuide un maldito segundo.

—Aydan no es tu culpa—Laura le frota la espalda, pero él no deja de culparse mientras se mantiene sentado y con las manos en el pelo.

—La vamos a encontrar mi amor, vas a ver que ella está bien—Collins lo abraza y él no alza la cabeza.

—No me voy a perdonar esto—me doy la vuelta dándoles la espalda y cubro mi rostro con las dos manos. El dolor que salen de las palabras de Aydan me matan por dentro.

¿Y si le pasa lo mismo que a mí?

De solo pensar que unos asquerosos le puedan hacer daño, solo me hace sentir peor. ¿Dónde está? Una criatura así no puede desaparecer, aparte de pequeñita, no tiene la salud para soportar algo así, ella no lo aguantaría.

—Madison—susurro sin poder detener el hipo repentino que me abarca por lo mucho que he llorado.

—Linda—siento los brazos de Kay rodeándome y no tardo ni dos segundos en esconderme entre su pecho y llorar como nunca lo he hecho en mi asquerosa vida. Nunca había sentido un dolor tan fuerte como ahora, ni siquiera cuando me encerraron en esa cárcel, las torturas no son nada a comparación de lo que siento ahorita.

No encontrarla me aterra y me tiembla todo el cuerpo, no me puedo calmar, por más que trate respirar para tranquilizarme, me entran más ganas de llorar, solo sollozos y llantos por todo lado es lo único que retumban en mis oídos. No dejan de buscarla, no lo he hecho yo tampoco, pero ya no puedo aguantar la impotencia que empieza a crecer en mí.

—La vamos a encontrar—intenta consolarme, pero solo logra que llore aún más.

—Ella...está muy pequeñita Kay—puede tener 6 años, pero en tamaño, parece una cosita muy pequeñita que puede aparentar 4 años, esto no pudo haber pasado—Quiero que sea una pesadilla.

—Cada vez se oscurece más—todos nos volvemos hacia Ulises que habla fuerte para llamar la atención de todos, pero Aydan ni siquiera se mueve—Es mejor llamar a la policía.

—No creo que ayuden mucho—observo a Kay cuando dice eso—Hasta que no pasen 24 horas de desaparecida, esa gente no va a hacer nada, son una porquería.

—Lo sentimos mucho—se acerca la pequeña familia hacia todos los Walsh. Son cuatro personas, una señora de unos 50 años y su marido parece tener una edad parecida. Un adolescente como de 17 o 18 años y un niño como de 4.

—Agradecemos mucho su apoyo Señora y Señor Gonzales—intenta hablar Collins.

—Podemos llamar a todo el barrio a que busquen a la niña, también contactar a la policía, ocupamos hacerlo mañana en la mañan...

Wabi Sabi [FI2]✔️Where stories live. Discover now