Sixty Five

17 2 0
                                    

HERMIONE

Se que es mujer, está vestida de negro, completamente tapada y cuando pasa por los autos no logro verla porque la mayoría son del mismo color. Me cubro con el Mercedes, necesito subirme al auto y largarme de aquí. Escucho disparos y gritos por todas partes.

En este estado no me puedo mover mucho, está siendo una tortura, no quiero correr, no quiero lastimarlos. Escucho sus tacones conforme se va acercando a la entrada de la Starbucks, los guardas están igual o peor que yo tratando de buscarla. Una bala impacta en el suelo y por poco me da en la pierna, retrocedo hacia atrás hasta quedar arrinconada contra la pared.

Es delgada, tal vez de mi tamaño o un poco más alta, anda tacones pero si es alta. No logro verle el pelo porque está cubierta con pasamontañas y capucha, solo se que es mujer por el cuerpo que tiene. ¿Qué quiere de mí, por qué se ciñe en querer matarme? Toco mi vientre repitiéndome de que tengo que estar tranquila, pero están muy inquietos, deben de sentir de que estoy asustada y es imposible calmarme si cada vez se acerca más.

—La tenemos acorralada—escucho la voz de la mujer, pero no se quién es, no es una voz conocida. Me meto por debajo del carro y me arrastro sin hacer bulla, le logro ver los tacones y los pasos que da mientras camina despacio—¿Dónde está?—grita. Cuando logró ver que camina hacia dentro de la Starbucks, salgo lo más rápido posible y me subo en el auto, pero cuando lo quiero arrancar, me aparece de frente y me está apuntando con la pistola.

Arranco el auto y me agacho cuando se que me va a disparar mientras retrocedo para salir. La bala impacta contra el vidrio y no veo nada, me puedo estrellar. Piso a fondo y no me importa nada porque cuando logro doblar manejo a toda velocidad, los disparos no me dejan ver hacia la carretera tengo que agacharme y en lo único que pienso en todo el rato, es que ellos tienen que estar bien, mis bebés tienen que ayudarme.

Mientras conduzco y aceleró como loca, agarro el teléfono y marco su número, lo pongo en alta voz y le pido a Dios que me conteste porque logro ver que tres autos negros me siguen desde lejos.

—Aló.

—Aydan, estoy en peligro, ayúdame—grito fuerte para que me escuche y no puedo evitar ponerme a llorar cuando me habla.

—¿Hermione estás conduciendo?

—Si, ayúdame por favor, me están siguiendo, estaba en la Starbucks pero...

—Tranquila, ¿En dónde?—siento uno de los carros donde me golpea el auto y tengo que agarrar duro el volante para no perder el control. Los gritos de Aydan son tan desesperados que solo tengo miedo y no sé si voy a salir bien de esto. Se me cae el teléfono cuando se vuelve a pegar con brusquedad en el Mercedes.

¿Por qué salí de mi casa? Kayleth nunca me a dejado esperándolo tanto tiempo en un lugar. Me veo entrando en un callejón sin salida y el pánico me consume cuando veo los dos autos negros detrás mío, freno en seco cuando un portón negro se me atraviesa y no lo pienso ni dos veces porque me bajo antes de que se parqueen. Entro a la casa, los portones están abiertos.

—Ayuda—grito con todas mis fuerzas sin dejar de correr por los pasillos y me odio al ver que es una casa abandonada. Cuando los veo bajándose, solo alcanzo a devolverme para cerrar el portón con el candado. Corro hasta llegar a la última habitación, deje mi celular en el carro.

Reviso las paredes, son de madera, busco algo que me ayude a quebrarlas, tengo que salir de aquí porque se que van a entrar. Veo hacia todos lados buscando algo y cuando veo un martillo, lo agarró y empiezo a golpear con fuerza pero un dolor en mi vientre me hace gritar y encogerme en mi lugar, suelto el martillo y me agarro la zona baja, todo es peor cuando me siento mojada, solo pido que no sea sangre.

Wabi Sabi [FI2]✔️Where stories live. Discover now