Twenty Six

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HERMIONE

Me duele mucho por mi hermana, me dijo que termino con Matthew por problemas serios que han tenido. Harmony y Matt, formaron una relación muy bonita y en los años que estuvieron juntos, nunca había tenido un problema con mi excuñado, ahora me duele mucho que este pasando esto.

Mi Abuela había estado padeciendo de presión alta, preferí no preguntarle porque, si claramente, fue por mí. Gracias a que estuve ahorrando cuando empecé a trabajar en la casa de Aydan, mi hermana tuvo para pagar el alquiler de la casa, solo estuve un mes que se me hizo eterno, pero a buena hora salí de ese lugar ya que Kayleth era el encargado de pagar los gastos de la casa.

Kay no es hermano de sangre, solamente un amigo que conocí mucho antes de conocer a Aydan, ahora para mi es alguien muy especial. Ulises y Kayleth se conocen desde pequeños porque eran grandes amigos en la secundaria. Ulises le lleva cuatro años de diferencia a Kay, pero Aydan por alguna razón nunca se llevó con él, solo Ulises.

Toco la puerta de la mansión, esperando a que me habrá porque no tengo las llaves. Son las 12 de la tarde, no pensaba venir temprano. Ando un pantalón roto de mezclilla color azul y una mini seta de manga larga y cuello alto. Mis tenis son blancas y mi cabello cae suelto, le hice unas ondulaciones para verlo diferente. Aydan me abre la puerta, entro a la casa y escucho mucho silencio. Él toma asiento nuevamente en la mesa, en está veo muchas hojas, Walsh no deja de organizar todos los documentos. Me quito el abrigo que me puse, ya que está casa es algo caliente.

—¿Ya desayunaste?—niega lentamente mientras firma unos documentos.

—No, Madison tampoco.

—¿Quieres que la despierte para que desayune?—deja el lapicero a un lado y me vuelve a ver.

—Nada más no hagas mucha bulla, porque se ha estado levantando asustada—asiento lentamente y subo las escaleras hasta dirigirme a la única puerta rosada que tiene la mansión. Abro la puerta con mucho silencio y me adentro sigilosamente. Empiezo a caminar hasta la camita, tiene la carita escondida entre las almohadas.

—Maddy—susurro. No recibo ninguna respuesta—¿Tienes hambre?—hago mi cabello hacia un lado y tomo asiento en la orilla de la cama. El pelo le esconde el rostro y no logro verla. La llamado tres veces más y la sacudo levemente, pero no me contesta. La halo con cuidado hasta acomodarla, pero...—Madison—hablo horrorizada. Tiene toda la cara llena de sangre y la nariz le gotea. Mis manos empiezan a temblar, el pánico corroe en mí, me empiezo a sentir afligida o más bien desorientada y el no recibir una respuesta por parte de ella, solo me hace sentir inútil—Aydan—grito mientras la abrazo. Madison no responde y está un poco fría. Él no dura ni dos segundos.

—Madison—le habla quitándola de mis brazos. Ella no responde, mi blusa se lleno de sangre, pero eso no me importa ahorita, no puedo evitar no llorar. Aydan intenta estar tranquilo, le revisa el pulso. Yo nunca había visto a Maddy así. Le presiona la nariz con cuidado y la inclina hacia adelante. Madison se sobresalta y abre los ojos, empieza a llorar fuertemente—Hey tranquila, yo estoy aquí—está asustada y solo empieza a patear—Madison tranquila.

—No, no quiero, no—grita. Me tapo la boca con las dos manos para no hacer bulla con mi llanto. Empieza a gritar peor cuando se ve toda la sangre que tiene en el pijama.

—Mi amor, aquí esta Papá—intenta forcejear para soltarse y no deja de repetir "no quiero"—Está bien, no quieres, nadie te va a hacer nada Madison, tranquila—esta vez habla un poco más fuerte. Ella ve hacia todos lados, Aydan no puede detenerle el sangrado porque ella no se deja.

—Madison todo está bien—intento ayudarla, pero ella empieza a taparse los oídos. Él se levanta de la cama y empieza a mimarla como si fuera una bebé recién nacida.

Wabi Sabi [FI2]✔️Where stories live. Discover now