☥ ‣ CAPÍTULO 4

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Brigada Investigadora

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Brigada Investigadora

Elaine

Una nueva manifestación se toma los titulares notíciales. Los hechos se dieron a las afueras de Los Ángeles, en una rústica capilla. Un grupo de adeptos causó daños a la propiedad luego de una supuesta protesta pasiva. Apago la TV.

Busco mi celular y llaves. Dejo el departamento cerrado. Cada jueves por la mañana obligo a Nahia en hacer un trote progresivo. No es del todo fanática del ejercicio. Según ella, se siente observada en los gimnasios, por lo que no va. Y el ejercicio en casa nunca empieza el lunes.

Salgo del elevador, dirigiéndome hacia la mujer parada en la recepción. Nahia es de contextura delgada, cabello castaño, piel trigueña y un rostro ovulado de atrayentes ojos marrones.

—Arrastre mi cuerpo para salir de la cama —bosteza, dándome un abrazo.

—Cada día te superas más —La abrazo.

Salimos del condominio y caminamos hasta la plaza en la siguiente cuadra. Comienzo con los ejercicios de precalentamientos. Luego de unos diez minutos, empezamos el trote.

—Pensé que anoche llamarías —habla agitada.

—Iba a llamarte, pero apenas toque la cama entre en un estado de hibernación.

—Eso es muy nini de tu parte —se burla.

Nini es un concepto-apodo que proviene del disgusto de trabajar o estudiar y el nini vendría siendo la unión de "ni" estudiar "ni" trabajar. Sólo queremos llegar a casa para tumbarnos en el sofá, comer y ver series hasta la madrugada.

—Acepté un nuevo casi —comento optimista—. Trabajaré en la brigada investigadora contra esos fanáticos religiosos que están en la TV.

—Vaya... —murmura—. Es un caso inusual.

—¡Ni te imaginas!

Trotamos por las cuadras comerciales que normalmente vistamos. Aquí hay restaurantes, panaderías y cafeterías.

Nahia Ortega es periodista. Escribe y dice lo que piensa sin importar las críticas. Trabaja para LA Times, es el segundo periódico más grande en los Estados Unidos.

—¡Salgamos! —se enfada—. Y no pongas esas malas caras, hace días que no salimos.

—Es semana, Nahia. Mañana trabajo.

—¡A la mierda! —exclama—. Yo te controlaré los tragos. Quiero ir a Paradise&Hell, planeo conseguir novio antes que termine el año.

—Terminas con ellos a la semana porque según tú, se aburren de ti —digo burlesca.

—Lo que pasa es que... —titubea, pero no halla la excusa—. Sí se aburren, ¡No es mi culpa que no dependa emocionalmente de alguien!

—Me agradas más soltera —Me empino la botella de agua—. ¿Para qué gastarse la paciencia y juventud con un hombre?

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Where stories live. Discover now