☥ ‣ Capítulo 46

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Juegos de poder.

Elaine

Son veinte para las ocho de la mañana. Hoy llegue temprano a la SAC y debo esperar al resto del equipo investigativo para empezar el itinerario. Mientras espero, estoy sentada en la fuente de agua del jardín principal. Fumo un cigarro ida en los pensamientos.

Muy pronto tendremos el operativo en Orlando. No hay rastros de Takehiro y Hidden's se ha mantenido bajo perfil. Desde la última tragedia, no se han acontecido más ataques. Siento incertidumbre por ello, cada vez que sabemos algo más de este culto, uno del equipo sale herido o incluso terceros. Me angustia la posibilidad en que ocurra una tragedia. 

—Llegaste temprano —Carla se acerca y nos saludamos con un beso en la cara. 

—Hoy empiezan las estrategias del operativo en Orlando —comento—. Debía ser puntual.

—No sabía que fumabas —toma asiento.

Tiro la colilla del cigarro y la piso.

—Solo cuando estoy ansiosa —meto excusas.

—Sabes... —hace un breve pause— Lourdes me dijo que encontró exámenes en el laboratorio con tu nombre. Eran muestras de sangre.

—Deborah solicitó esos exámenes antes del operativo en Portland —le explico—. Pensó que estaba embarazada, pero...

—Eran los antidepresivos —interrumpe—. Me gustaría saber por qué los consumes.

—Carla, ya hablamos de esto —insisto—. No necesito, ni quiero terapias.

—Sería una plática de amigas —me aconseja—. No es sano evadir lo que sientes o consumir nicotina para convencerte a ti misma que no pasa nada. Déjame ayudarte, Elaine.

—Cuando esté lista, ¿Vale?

—Bueno —afirma, con una sonrisa.

Un silbido a lo lejos nos hace voltear a ambas, Sharon viene acompañada de Erick.

—Creí que saldrías a trotar —me dice Erick con recelo—. Saliste temprano de la casa.

—Tuve que ordenar el papeleo en la oficina.

Entrecierra los ojos con sospecha, sabe muy bien que es mentira. 

Hace un par de días que no he visto la casa nueva en Venice Beach. Una casa así de grande me hace sentir muy sola y temo otro ataque. Erick me ofreció quedarme hasta que estuviera lista y me mudará de un todo, sin embargo, tuve que ocultarle a mis amigos los verdaderos motivos. 

La última conversación los gemelos puso las cartas sobre la mesa. Kayden, Zaid y yo estamos siendo buscando por la mafia; el primero se vinculó con quien no debía mientras que el segundo le amputó la pierna. En mi caso, agredí a la hermana menor, Vlatka Boccherini. 

Ese maldito apellido retumba en mi cabeza, como si se tratase de una migraña.

—Vamos a la sala —llega Oscar con una bandeja de café—. La reunión ya empezó.

Me voy junto con ellos hasta la sala de investigaciones. Lourdes y Jason ya se encuentran ahí, los dos revisan el sangriento caso del diplomático que viajó desde el consulado estadounidense en las Islas Canarias. Zaid llega al rato con nuevos antecedentes aportados por el FBI.

El itinerario comienza y me pongo al corriente de la investigación. 

Averiguo más del atentado en el consulado de la Gran Canaria, solamente sobrevivieron dos funcionarios. Hago un informe de sus antecedentes, uno es el Cónsul General y la otra funcionaria es la encargada de las áreas verdes. Descubro que ambos fueron internados en una clínica en Madrid, pero no hay registros de su paradero actual.

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Where stories live. Discover now