☥ ‣ CAPÍTULO 8

263 18 24
                                    

Deseos Prohibidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deseos Prohibidos

Elaine

Nuestras visitadas a Walmart son cada viernes después del trabajo. A eso de las siete de la tarde ya se encuentra lleno de gente, por lo que elegimos rápido. Vamos por el pasillo de los congelados y saco tres pizzas napolitanas.

—Quería preparar una cena saludable —echo un queso cheddar al carro—. Comemos puras frituras y potes de helado. Se supone que esta semana empezábamos la dieta.

—Será el próximo lunes —habla Nahia comiéndose una bolsa de Doritos.

Empujo el carrito hasta el área de verduras, Nahia va a mi lado mientras se atraganta con sus frituras favoritas. Saco una malla de tomates blandos y la bandeja de huevos.

—Hace días ví una receta en Instagram... —le comento—. Picas tomates en cuadros, lo echas al sartén y agregas los huevos. ¡Nahia!

Mira hacia la nada. Ha estado despistada desde que llegamos al supermercado.

—¿Qué? —se espabila.

—Te gustó  —avanzo dejándola atrás.

—¿Qué tonterías dices? —exclama e iguala mi andar—. Ni siquiera lo conozco, no puedo creer que me estés hablando de un hombre que vi por dos minutos. Mierda, sólo fue amable y...

—No te atrevas a negármelo —le refuto—. Ese desconocido te gustó. Y estoy hablándote de recetas gastronómicas, no de hombres.

—¡Ash! —se agarra el cabello.

Se va por los bidones de leche, entretanto voy hacia el corredor que tiene variedades de té, cafés y cajas de hierbas. Echo un par de tarros de café y mi amada Nutella al carro.

—¡Elaine! —corre hacia—. ¡Tienes que ver esto!

Empujo el carro hacia el final del corredor. Me ladea la cabeza hacia la derecha para mirar al hombre que se encuentra frente a la vitrina de bebidas energéticas.

—Mira ese redondo trasero —chilla en voz bajita—. ¡Qué sexy!

—Tiene buen trasero —admito, comiéndomelo con los ojos—. ¿Qué me dices de su espalda?

—Tatuado, musculoso y culón —babea.

El hombre se va dejándonos con las ganas de si quiera ojearle el rostro. Nahia suspira.

—Necesito ir al baño —dice luego.

—¿Es muy urgente?

—Los médicos reiteran en decir que aguantarse la orina hace mal —exagera los brincos.

De camino a los baños, Nahia termina de comerse los Doritos. Dejo el carro bajo las escaleras mecánicas, será rápido.

Me acerco al lavadero y humedezco un poco mis mejillas, parecen estar más caliente de lo habitual. Nahia ya entró a los cubículos.

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora