☥ ‣ Capítulo 57

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Contracara.

Kayden

21:47 p.m. Orlando, EEUU.

Hace unas horas viajé de Los Ángeles hasta Orlando, lamentablemente el viaje no fue grato. Ahora voy abordo en la camioneta junto a Charlie y Gabriel. Ambos quedaron de acuerdo en confesarlo todo.

Reviso el móvil, en busca de novedades. Estoy impaciente. Han pasado veinte horas desde que supe sobre el estado del operativo.

—¿Qué pasa? —Gabriel recibe una llamada.

Miro a Charlie. Todo este tiempo no ha sido más que un mentiroso de mierda. Gabriel finaliza la llamada y el chofer se estaciona frente a un opulento hotel. Bajo y cruzamos el lobby hasta subir a la suite presidencial.

Paso a la elegante sala de muebles finos y paredes tapizadas. Charlie toma asiento en el sillón mientras Gabriel mira a mis espaldas, por ello, volteo a mirar. Una mujer aparece en la antesala llorando, molesta se abalanza hacia él para darle manotazos en el pecho.

—¡¿Dónde está?! —lo encara—. ¡Dime!

—¡Cálmate, Celine! —trata de apaciguar a su ex esposa, y a su vez la madre de Elaine.

A la suite entra Lorcan en compañía de dos hombres con uniforme. Celine se abalanza hacia su hijo y lo empalaga a besos en la cara.

—¡Hijo! —llora y lo abraza.

—Me siento feliz por ellos —se acerca a susurrarme Charlie—. Quizás no se volvieron a reencontrar de la mejor manera, pero pronto volverán a verse como familia.

—Presente en familias ajenas, pero en la suya nunca supo estarlo —le contesto.

A Charlie le cambia la faceta, idéntico al antipático de Zaid.

—Lorcan, lleva tu madre a la otra suite —le pide Gabriel—. Necesito estar a solas.

Celine se va abrazada de su hijo, la mujer me mira despectivo y yo también. Nunca me agrado y deseo verla a metros de Elaine.

Para mí no es novedad el reencuentro. Sabía desde hace mucho que la familia de Elaine estaba cerca. Lo supe cuando me presentaron a su mellizo como pareja de Sharon, Lorcan LaVey tiene la misma mirada que su hermana.

Madre e hijo se van dejándonos a solas.

—Como bien sabrás, Kayden... —habla Gabriel, retomando el tema—. No soy diácono ni dueño de ningún orfanato. Pertenezco a la STASIS, una organización élite de mercenarios. Mi investigación en curso se conectó con la SAC.

—Hidden's está vinculado con la Tríada —le sigue Charlie, confirmado mis sospechas—. No es un culto insurgente. Hidden's es una cofradía que fundó el Dux cuando el Vaticano anulo sus anexos. A modo de represalias.

—La SAC siguen rastros de Hidden's —dice Gabriel—. Yo con tu padre de la Tríada.

—Así que también perteneces a los mercenarios —le digo con mofa a Charlie.

—Yo obro por el bien —alega—. No me involucro en corrupciones.

—¡Loable! —suelto—. El buen samaritano, siempre filántropo nunca corrupto.

—Tal cual —alza el mentón—. Nadie es más bueno que Charlie Manson.

Me contengo. Gabriel se pone en pie y percibo que mira mi brazo izquierdo, justo donde tengo tatuado el símbolo de la Tríada y la cicatriz.

—¿El poder vale más que tu hermano? —inquiere—. Sé honesto, ¿Estarías dispuesto a perderlo todo por salvarlo a él y a ti?

—Tu juego de palabras emocionales no son buena persuasión —respondo con simpleza.

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Where stories live. Discover now