LIBRO I ~El destino baraja las cartas ocultando el perverso Juego de las Apariencias. Elaine LaVey, agente especial de la SAC apostó su vida al volverse parte del reciente equipo investigativo.
Ahora su primordial propósito es desvincular anexos de...
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Bien & Mal
Elaine
«Pesadillas» Estuve trasnochándome toda la madrugada. ¿Cómo serán las cosas ahora que Zaid y Kayden estarán topándose en la SAC? Apenas la alarma tocó, tomé una ducha y me cambie para ir trotar. Necesito despejar ideas y ejercitar el cuerpo es el distractor perfecto.
De sólo evocar ciertas imágenes explícitas de esa«pesadilla» comienzo a hiperventilar y el cuerpo... Detengo el trote para empinarme la botella de agua. «¡Razona!», mereprendo.
Continúo el trote alrededor del parque. La frescura del amanecer acaricia mi cara y la música de los Airpords atrae el...
"Gimo ante las sensaciones provocadas en mi sexo. Escabullo los dedos por su cabello y me dejo consumir en el éxtasis que causa su boca.
Mi cuerpo aclama el suyo encima... Guió mis manos hacia su torso. La poca iluminación enciende más nuestros cuerpos, extasiada muerdo su hombro al sentir que la punta de su erección. Jadeo deseosa por besarlo y... "
El pulsómetro pitea por la aceleración cardíaca y el sonido se vuelve vergonzoso. Trato de quitármelo, pero me complica. Hago otro esfuerzo más, pero por andar despistada en esa acción, me voy de porrazo contra el asfalto.
«Excelente mañana», pienso optimista.
Regreso a los condominios y esfumo el sueño erótico con una ducha fría. Para la jornada laboral elijo ponerme unos pantalones beige, corsé blanco y chaqueta de cuero. Al terminar de vestirme, humecto mis labios con el bálsamo de cerezas, ese que tanto me encanta.
A las siete y cuarenta ya estoy en la SAC. Paso el control de seguridad; escaneo de retina y placa. Luego estaciono la moto en el momento que Sharon baja de su vehículo.
—¡Amorosa! —se acerca a saludarme.
—Ya veo el por qué estás tan contenta —le comento—. Deportivo nuevo, ¡Mira tú!
—Fue un regalo de mí para mí, ¿Te gusta?
—Me encantan... —se acerca Carla con la vista clavada a mis espaldas.
Volteo a ver los deportivos que ingresan al estacionamiento. El Maserati aparca a metros del Bugatti y no son los llamativos autos que captan la atención, sino que sus adonis.
Carla y Sharon están tan absortas como yo, sumidas por la impotente presencia de dos hombres en específico. Ambos caminan a una distancia prudente del otro.
Una brisa intensa de calor causa un cosquilleo libidinoso en mí. Me imagino montando a uno mientras le hago sexo oral al otro. Empiezo a respirar agitada «¡Maldita sea!», la reprenda mental no atenúa las ganas.
Kayden luce un traje burdeos a juego con la camisa blanca. Lleva lentes ópticos y trae la expresión altiva. El abogado desprende vanidad, poder y elegancia en cada uno de sus gestos. Zaid trae vaqueros oscuros y camisa gris, el ejercitado cuerpo trasciende bajo las prendas. Sus ojos yacen ocultos por lentes oscuros mientras sostiene el semblante frío. El agente emana placer, peligro y antipatía.
