☥ ‣ Capítulo 72

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Daño colateral.

Kayden

Antes la realidad era más fácil de mermar, podía mentir sin mucho esfuerzo. Sostener dos caras que aparentan éxito, influencia y respeto. Una imagen pública que mucha gente creyó desde que asumí en el bufete y posicioné mi apellido como concepto de prestigio. Sin embargo, en ocasiones la mente no está a tu favor y eso es una abertura fatídica o hasta peligrosa.

"Centro de Rehabilitación y Salud Mental Nueva Esperanza de Los Ángeles.

Paciente Kayden Manson, consumo de drogas y trastorno explosivo intermitente con cuadro de alteración en personalidad narcisista. Tendencias de agresiones y control de los impulsos en variaciones como; agresión impulsiva, manipulaciones constantes y piromanía.

Antecedentes clínicos.

Tratamiento de desintoxicación, 36% en reducción de sustancias por litro de sangre. Existe correlación significativa entre el consumo y la manifestación de violencia (Crisis de TEI) Lo cual indica que, a menor consumo de drogas, incrementan las manifestaciones de violencia.

Datos de sustancias inidentificadas en el consumidor: Cocaína (1,7 mcg) Anfetaminas (1,9 mcg) LSD (0,6 mcg) Solventes (0,8 mcg) Heroína (0,3 mcg) PCP (0,7 mcg) Morfina (0,2 mcg).

Avances terapéuticos: el paciente opone resistencia y persiste manipulaciones durante las terapias. Sin avances. No hay exámenes realizados. No hay vínculo terapéutico."

Termino de leer los resultados de las sesiones justo cuando Zaid abandona el despacho. El Centro de Rehabilitación dejó estipulado que el paciente no tiene acceso a documentos clínicos, pero hice un acuerdo con mi hermano para obtenerlos de alguna manera.

Con evidente remordimiento en las entrañas, alzo la vista del jodido papel.

—¿Malas noticias? —pregunta Lorcan.

—No —tiro los papeles en el basurero y mantengo la cabeza en alto—. Todo va de puta madre.

—Charlie viajó desde Alemania para convencer a Zaid de ingresar a la STASIS —confiesa. Luego se pone en pie y ubica en mi escritorio dispositivo recopilador de archivos—. Mi padre está desesperado por respaldo, pero piensa que tú de mercenario, provocarás conspiración.

—Dile a ese falso diácono, que yo no soy el único peligro.

—Aquí hay información valiosa sobre los negocios y datos ilícitos de Jeremiah —desliza el recopilador de archivos, pero no permite que lo toque—. Te lo daré a cambio de una treta.

—¿Negocias con Dios? —expreso, sorprendido por su súbita faceta.

—Gavriel no hizo nada por Sharon —musita—. No me hundiré, pero si vestiré de negro para los próximos funerales. La muerte de mi esposa no quedará impune, así el mundo se vaya al carajo.

—¿Cuál es la treta? —indago interesado por saber más.

Cuenta a detalles lo que tiene planificado, si bien me sorprende sus artimañas, hay vacíos que pondría modificar mediante mis conocimientos. Desconozco a Lorcan como mercenario, pero no cabe duda que los LaVey llevan la astucia y venganza en las venas. Sentimientos vigorosos como la ambición en los Manson. Accedo a la interesante treta, con esto le haré tributo a Veni, vidi, vici. El tatuaje que tenemos Zaid y yo en la clavícula. 

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Where stories live. Discover now