En el mundo de Naruto con el Sistema Patriarca

cap 31

*****

Despertándose a las nueve de la mañana, Kenshin se vistió en silencio y salió de la habitación. En el primer piso, conoció a una sonriente y servicial Keiko, intercambió algunas palabras con ella y prometiendo visitarla personalmente algún día, Kenshin tranquilamente salió del burdel.

Después de caminar por la ciudad, fue a varias tiendas, compró algunas cosas, desayunó en un restaurante local y salió lentamente.

Dejando los límites de la ciudad, Kenshin se dirigió a las colinas rocosas a tres kilómetros de la ciudad, en el lado opuesto del camino a casa. Pasando a lo largo de las colinas, se perdió muy imperceptiblemente detrás de grandes piedras y, habiendo elegido una posición conveniente, comenzó a esperar.

Después de dos horas y media de espera, escuchó el grito muy claro de un pájaro cuco y miró desde detrás de la piedra. Al ver a Natsumi, silenciosamente atrajo su atención y la atrajo hacia él. La niña en unos pocos movimientos llegó a él, y él la abrazó.

- ¿Cómo fue todo? ¿No te siguieron? preguntó Kenshin, disfrutando el aroma de su segunda esposa.

- Todo esta bien. Conseguí dinero de esa vieja perra y dije que tenía que ir de compras. Prometí volver por la noche y me fui.

- Está bien, vamos entonces. - Ordenó Kenshin, y él y la chica se abrieron paso con cuidado a través de las colinas, luego dando un gran rodeo llegaron al bosque y se perdieron en él.

- ¿A dónde vamos? preguntó Natsumi. En general, no le importaba estar cerca de su amado, pero la curiosidad de Cat la perseguía.

- Vamos a mi casa. Más precisamente, es más correcto decir "a nuestra casa" - Kenshin sonrió, y mirando el lindo rostro de Natsumi, no pudo resistirse y la besó en los labios.

Natsumi gimió suavemente mientras le devolvía el beso, dejando que las obstinadas manos de Kenshin recorrieran su tonificado cuerpo. Llevaba el clásico traje de shinobi. Una camiseta delgada, un chaleco con muchos bolsillos, pantalones negros ajustados y botas muy resistentes con aberturas en los dedos para mantenerlos ventilados en este clima cálido.

Después de unos minutos de caricias apasionadas, Kenshin soltó a la chica y le permitió preguntarle sobre su vida durante todo el camino.

Natsumi ha sido una niña traviesa y luchadora toda su vida, por lo que sus padres la enviaron a una pequeña academia shinobi en la ciudad de Shukuba. Natsumi se graduó de la academia sin ningún problema y se convirtió en genin, entrando en un equipo de tres y capitana Chunin.

Cuando tenía catorce años, su padre murió de fiebre y un año después, su madre lo siguió. Después de la muerte de sus padres, Natsumi se volvió aún más introvertida y agresiva, sumergiéndose en misiones de rango D y C hasta que su compañero de equipo murió hace unos meses. Esto no fue su culpa, pero contrariamente al sentido común, se culpó a sí misma.

La madre de la compañera fallecida solo echó leña al fuego, y presionó la culpa de la niña, defraudándola de todo el dinero acumulado como compensación, y al rato la presión se intensificó, y la propia Natsumi, sin darse cuenta, fue a un burdel de élite para kunoichi. En las dos semanas que "trabajó" en él, no tuvo un solo cliente. La naturaleza agresiva no le permitía dejar que alguien que no le gustaba se le acercara.

Después de que Kenshin la hiciera suya, su mente se aclaró repentinamente y se dio cuenta de que todo este tiempo, la madre "afectada" del miembro del equipo fallecido había estado trabajando lentamente en ella con genjutsu, encontrando un agujero en las defensas emocionales de la niña, aumentando su culpa. .

Natsumi estaba enojada con esta vieja bruja y quería vengarse de ella, pero este deseo se desvaneció contra el telón de fondo de su necesidad por Kenshin. Ya había olvidado su antigua vida, y estaba lista para ir hasta los confines del mundo, solo para estar cerca del hombre de sus sueños, con el que la necesitaba.

****

Después de escuchar su historia, Kenshin la abrazó y susurró:

- Ahora todo estará bien. ¡Estamos juntos, y esto es lo principal! – declaró, y besó sus dulces labios.

Natsumi solo gimió felizmente en la boca de Kenshin y continuaron su camino. En el camino, Kenshin le describió a la niña lo que le esperaba y se sorprendió al saber que daría a luz en dos semanas y que Kenshin ya tenía una esposa y un hijo adulto. A una joven de veinte años no le cabía en la cabeza que sucedieran tales milagros, pero confiaba implícitamente en Kenshin y esperaba con ansias que naciera su bebé.

Desde la infancia, Natsumi, en el fondo, soñaba con tener una gran familia amorosa y dar a luz a muchos niños, pero todos los chicos que conoció en la vida real no se ajustaban a la joven belleza, y solo cuando conoció a Kenshin realmente se enamoró. amor, y estaba dispuesto a dar a luz a tantos hijos, cuánto quiere.

A las cinco de la tarde, Kenshin y Natsumi finalmente llegaron al pie de la montaña, que ahora era su hogar común. La niña se ofreció varias veces a llevarlo consigo misma y llegar al lugar correcto muchas veces más rápido, pero Kenshin se negó categóricamente, se lamentó mentalmente por qué obtuvo un sistema que no es de combate, y ahora incluso sus esposas son más fuertes que él.

Cuando Kenshin la condujo a una cueva muy oscura, Natsumi frunció el ceño levemente, sin entender a dónde la estaba llevando. Pero cuando los símbolos en el techo de la cueva se iluminaron, formando un gran mosaico que iluminaba toda la cueva, Natsumi no pudo ocultar su sorpresa. Cuando, después de un minuto de caminar, la pared aparentemente sin salida se deslizó a un lado, Natsumi se quedó atónita. Cuando pisó el umbral de su nuevo “hogar”, se cubrió por completo la boca con su pequeña palma, incapaz de darse cuenta de dónde estaba.

Y aunque la niña, siendo un shinobi, enfrentó muchos "milagros" y visitó hermosas casas, pero la vista frente a ella no se parecía a nada que hubiera visto antes. Parecía haber caído en otro mundo, o en una tierra de sueños, a la que fue llevada por un "príncipe maravilloso". Comenzó a girar la cabeza con asombro, examinando el hermoso papel tapiz, el maravilloso parquet, las magníficas puertas interiores con hermosos vidrios, y solo tardíamente notó a una joven de pie a dos pasos de distancia, así como a un joven que miraba desde otra habitación.