En el mundo de Naruto con el Sistema Patriarca

cap 40

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De vuelta en casa, los cuatro tomaron una ducha fría y se derrumbaron en sus camas. Ichiro y Kenshin estaban agotados físicamente, mientras que el Tercero y el Cuarto estaban mentalmente agotados. Por primera vez participaron en una batalla en la que casi muere su padre, dejó una huella imborrable en sus mentes incipientes. Todos se prometieron a sí mismos entrenar más duro, para que la próxima vez, si Ichiro no estuviera cerca, pudieran proteger a su padre y convertirse en su apoyo confiable.

Kenshin no sintió mucha emoción por matar a Kaito. Sabía que tenía que hacerlo, al menos porque era el único que conocía a Kenshin de vista.

Ichiro, a su vez, había agotado gravemente sus reservas de chakra, por lo que necesitaba descansar. Después de tomar una ducha, se arrastró hasta su cama e instantáneamente se durmió, saltándose la cena.

Aya y Natsumi se sorprendieron y dejaron todo y corrieron a la habitación y comenzaron a interrogar a Kenshin sobre lo que había sucedido. Brevemente les contó toda la historia, sin olvidar mencionar la muerte de Kaito, pero no dijo exactamente cómo murió.

- ¡Lo más importante es que todo está bien contigo! dijo Aya. No estaba en absoluto molesta por la muerte de Kaito, pero la posibilidad de perder a otro miembro de la familia la asustó hasta los escalofríos, por lo que Kenshin llevó a la niña a su cama y la abrazó.

Natsumi tomó esta historia sin sorpresa. Nunca había participado en tales batallas y no la asustaban. Solo estaba contenta de que Kenshin y los niños estuvieran bien, dándole lecciones en el camino para que dejara de meterse en problemas.

Kenshin, incluso sin que ella moralizara, entendió que incluso el Chunin más débil había resultado ser su oponente, todos se habrían quedado allí, hechos pedazos. Incluso Ichiro con un tomoe no era rival para Chunin. Kenshin sugirió que para luchar contra un Chuunin, Ichiro necesitaría tener al menos dos tomoe o tres chakras de calidad.

Luego de descansar alrededor de una hora, Kenshin y sus dos hijos fueron invitados a una cena familiar. Aya no despertó a Ichiro y solo acarició su cabello, maravillándose de lo rápido que su bebé, a quien sostenía en sus brazos, creció y se convirtió en un fuerte shinobi.

En la cena, Kenshin una vez más discutió brevemente la situación con sus hijos y los elogió por su valor, instándolos una vez más a entrenar más duro. Después de la cena, todos se fueron a sus habitaciones y después de un rato se acostaron.

Esta noche, Kenshin tenía programado "inseminar" a dos esposas, pero después de un día tan duro, no tenía fuerzas para hacerlo. Además, Five y Six acababan de nacer y no podían pasar mucho tiempo sin sus madres, por lo que Kenshin pospuso este asunto incuestionablemente importante hasta mañana y se fue a la cama.

Al día siguiente, el día 106, Kenshin pasó plantando salvia azul. Ya había leído el libro de cuidados comprado previamente para esta planta tan preciada y sabía qué condiciones necesitaba para crecer, por lo que Kenshin solo tenía que configurar la formación y esperar la primera cosecha en unos diez días.

Ichiro no se ha recuperado por completo del agotamiento de chakra de ayer, por lo que dedicó todo el día a enseñar a sus hermanos menores. Tuvo varias sesiones de entrenamiento con ellos y les explicó cómo concentrar correctamente el chakra en los pies para poder permanecer en la pared o en el agua.

El tercero y el cuarto eran estudiantes muy capaces y progresaron ante nuestros ojos. Al anochecer, el Tercero comenzó a poder quedarse en la pared durante medio segundo, y el dominio completo de esta habilidad para él fue cuestión de varios días.

Por la noche, después de la cena, Aya y Natsumi acostaron a los niños en la habitación contigua y cayeron en las garras del insaciable Kenshin. De la noche a la mañana, la trinidad de amantes insaciables se compensó durante toda la última semana antes del parto, cuando las niñas estaban en sus últimas etapas de embarazo y no podían satisfacer a su hombre.