#31 Hasta pronto

8.8K 592 16
                                    

Llevábamos un rato escuchando el sermón del padre, que hablaba sobre como el alma del difunto entraría al paraíso de Dios para llegar a un lugar sagrado, donde podría dejar sus preocupaciones carnales y disfrutar de la vida eterna.

—Y que así, el señor y padre, Dominic C, este en paz con su familia y compañeros, velando por la seguridad de sus hijos desde el paraíso que el señor preparó para él —quería llorar, pero las lágrimas no salían. El nudo en la garganta era asfixiante, pero no por el difunto, más que eso, era por Alizze.

Mis ojos viajaron al ataúd donde se encontraba el señor Dominic, pálido y quieto. Junto a él, su hija se arrodillaba para dejar una pulcra rosa blanca entre sus dedos, y decir algunas palabras para que su alma viajara en paz.

—Padre, te extrañare más de lo que imaginas —comenzó. —Te prometo que recordaré los buenos momentos por sobre los malos, para que la vida no me atormente con tu partida —procedió a cerrar el ataúd con suavidad, para pasar sus dedos sobre este dando su última despedida. —No es un adiós, es un, hasta pronto.

Me arrodille a su lado para brindarle algo de apoyo moral, viendo como nuevamente reprimía las ganas de romper en llanto.
Y las frías gotas de agua provenientes del cielo fueron el estallido faltante para que ese día se volviera una completa pesadilla.

Luego de varias horas recibiendo los pésame que simplemente hundían más a la pobre chica, era la hora de regresar a la vacía y silenciosa casa.
Ahora entendía porque Alizze no quería volver a ese espantoso lugar.

Cuando llegamos, nuevamente nadie nos recibió.

—No quiero estar aquí.

—Entiendo, podrías quedarte en la fraternidad mientras planeas que quieres hacer —ofrecí.

—Me quedaré unos cuantos meses en Francia con mi abuela Colette, así que, por favor, te pido que cuides de Andrew, que no haga ninguna idiotez —volteó a verme, esperando que le jurara tal cosa.

—¿Estas segura de esto? —me acerqué a ella con rapidez, tomando sus manos en un intento de que recapacitara sobre esa alocada decisión.

—Si me quedo, me quedaré estancada aquí, Megan —me dio un jalón, haciendo que nos uniéramos en un tierno abrazo de despedida. —Te prometo que volveré pronto.

Y antes de que pudiera darme cuenta, ya había salido disparada hacia un auto que la esperaba en el redondel de la casa. Fue doloroso ver como desde la ventanilla del auto, observaba su ahora antiguo hogar, con sus ojos reflejando la mera verdad de que ahora comenzaba una nueva etapa.
Moví mi mano de un lado a otro a modo de despedida, recibiendo una leve sonrisa de parte de la otra y viendo como desaparecía entre la lluvia.

—Sola otra vez —suspiré con pesadez mientras cerraba la puerta de la casa, entrando en ella para refugiarme de la lluvia.

En un intento por matar el aburrimiento, (aunque con un poco de cargo de conciencia por estar vagando en una casa ajena, para colmo de un recién difunto) empecé a explorar la casa.
No me había dado cuenta de lo inmensa que era, lo cual era un problema para mi soledad.

Tratando de sentirme un poco mejor, entre a la habitación de mi compañera, encontrándome con una pequeña nota justo en la cama.
Una ojeada no estará mal, supongo.

"Querida Megan,

Esta estampa de mi vida no culminó como esperaba, aunque tarde o temprano tenía que pasar, no quería que fuera tan pronto. Dejaré hasta tiempo indefinido mis pertenencias en tus manos, sabiendo que les darás un buen uso.
En mi ausencia, te pido por favor que cuides de esta casa como si fuera tuya, si no es mucho pedir.

De camino al aeropuerto, pondré tu nombre en mi cuenta bancaria en caso de que necesites ayuda extra con alguna cosa, y espero poder tramitar algo más.
Lamento haberme ido de esta forma, pero espero reencontrarme contigo muy pronto.

Pd: No estoy segura, pero creo que mi padre dejó algunas cosas para ti en su oficina.

Atte: Tu compañera, Alizze C. C".

Mi mente trataba de procesar lo escrito, lo cual realmente no era demasiado.
Solo que mi compañera era una parte de una familia multimillonaria, quería que me encargara de su mansión y de su hermano.
¿Acaso podría pedir menos?.

Bajando las escaleras, me encontré con el segundo dueño de la mansión, bajando con el algunas maletas.

—¿A dónde irás?

Se detuvo, pero no volteó a verme.

—Lejos, muy lejos —respondió, dándose la vuelta y acercándose peligrosamente a mi rostro.

—¿También me abandonaras? —soltó un largo suspiro, y me sonrió con tristeza mientras se acercaba más a mi levemente sonrojado rostro.

—Sí —sin previo aviso, salto sobre mis labios buscando algo del consuelo que yo no podría proporcionarle.

Lo aparté con suavidad, temiendo herir sus sentimientos.

—Entonces vete —antes de que pudiera terminar, justo como su hermana, se largó al auto a quien sabe dónde.

Negué con lentitud, tratando de regresar a la realidad, la triste y dura realidad.
Recordé la nota de Alizze nuevamente, y me encamine a la oficina sintiéndome algo fuera de lugar y realmente una entrometida.
Aunque me sentí un poco mejor cuando ví una pequeña carta en el escritorio, con mi nombre escrito en una hermosa letra cursiva.

"Maggi Smith

En estos momentos, debes estar enfrentando una situación difícil con mis hijos, y si estás leyendo esto, es porque no te has rendido, lo cual te agradezco en sobremanera.

De antemano, me disculpo por haber dejado una carga como esta sobre tus hombros, a ti, una persona que desconoce de nuestra familia, y te lo pido a ti, ya que eres la única a la cual, después de mucho tiempo, Alizze ha traído a nuestro hogar, eres mi única opción y esperanza.
Megan, este viejo te pide, y este padre te suplica que, por favor, mantengas a mis hijos unidos, que les dejes saber que jamás quise dejarlos, no tan pronto.

Hay algunas cosas que te dejé, preocupado de que no puedas tu sola con esta difícil misión.
Nuevamente te agradezco tu ayuda, ahora puedo irme en paz.

Tu conocido, Dominic C.".

Y esa fue la gota que colmó el vaso.

Tenía tantas jodidas preguntas que no tenían una respuesta.
¿Por qué mierdas el señor Dominic me llamó por un apodo por el cual solo una persona en este mundo podría?
¿Qué esperaban que hiciera yo? Ni siquiera entendía porque de repente estaba tan involucrada en este embrollo y en esta familia llena de polémica.

Sentía enojo, desesperación y confusión por sobre todo, porque no entendía lo que sucedía y eso era algo que detestaba.
Releí esa carta varias veces, las mismas letras que conformaban las palabras solo me confundían más.
¿Porqué me pedían esto a mí, una adolescente que apenas y puede resolver los problemas de su propia vida?

_________
Hola hola pelirrojos descarados!
Les tengo un nuevo romance! (No apto para mentes cerradas)

Baikā Vagary un romance BL entre un líder motociclista y el hijo de su peor y más grande enemigo.
Acción, amor, sentimientos encontrados y palabras descaradas abundan por aquí.

¡Una Pelirroja, 8 Chicos! ✓ Where stories live. Discover now