#63 Este imbécil te gusta

5.1K 336 24
                                    

Sorprendentemente habíamos acabado viendo Frozen 2, pero lo que era aún más sorprendente era que nadie se había peleado en la 1 hora con 43 minutos que duraba la película.

—Al fin Anna se convierte en reina de Arendelle —suspiró O'Brien, mirando los cortes finales de la película. —Ella se lo merece

—Lo dices como si de verdad existiera —se burló la rubia, apagando la televisión en el mismo momento. —Bueno, veo que mi idea resultó —se puso de pie, observándonos a los dos. —Iré a descansar, si escucho alguna mierda los sacaré a patadas —advirtió, alejándose entre la oscuridad y cerrando la puerta de su cuarto.

Nick y yo nos quedamos en completo silencio por algunos minutos, hasta que ambos abrimos la boca para decir algo.
Lo cual fue bastante vergonzoso.

—¿Tienes algo que decir? —preguntó el susodicho mirándome.

—Yo... Bueno, supongo que lo siento —solté un suspiro pesado, aferrándome al cojín que había abrazado toda la película. —No debí espiarte, ni enojarme porque estuvieras hablando con Lia

—¿Y? —lo miré, sin saber por qué más quería que me disculpara.

—¿Y qué?

—Creo que Lia también se merece una disculpa, ¿no crees? —preguntó lentamente, asintiendo con levedad para tratar de convencerme.

—No, aún no —espeté alzando la ceja. —¿Para eso querías que me disculpara? ¿Para salvar a tu noviesita?

—No es mi novia

—Pues eso parece

—¿Y a ti que mierda te importa? Tu te andas besuqueando con todos los chicos como una zorra —abrí los ojos con levedad mientras lo veía completamente sereno, sin inmutarse.
Aunque al parecer luego se dio cuenta de lo que había dicho. —Joder... No quería decirlo de esa forma...

—¿"De esa forma"? —murmuré con furia. —Nick, eres un imbécil —susurré, poniéndome de pie y lanzandole el cojín en toda la cara.

—Este imbécil te gusta

Me giré a verlo con el ceño fruncido, apretando los puños con tanta fuerza que ya me estaba clavando las uñas.
¿Cómo podía atreverse a siquiera decir algo así enfrente de mí?
Lo que más me disgustaba era que... mierda, decirlo sería una perdición para mí.

Mi mano voló directamente a su mejilla, dejándole los dedos marcados en la misma, misma que estaba roja debido a su sonrojo.
¿¡Por qué mierdas se sonrojaba!?

—¿D-De verdad te gusto? —me tomó del brazo antes de que pudiera encerrarme en mi cuarto, así que me voltee a verlo gruñendo con amenaza.
No sabía que mi auto control podría llegar a tales extremos, ni siquiera con Kitty pude superar ese récord.

—¿De dónde sacaste esa idea tan ridícula? —susurré, alejando mi brazo de un tirón, agradeciendo la oscuridad que nos brindaba mi habitación y mi pasillo.

—Si fuera ridícula no tratarías de negarlo tan desesperadamente —susurró con timidez. —Solo dime la verdad, por favor

—Digo que te largues con tu querida Lia y me dejes en paz —lo aparté y cerré la puerta con seguro, caminando hacia la ventana para tomar un poco de jodido aire fresco.
No podía librarme de lo que empeoraba mi situación de ninguna manera, al parecer.

Mi conciencia me decía que solo tenía que escoger a uno, mi corazón me decía que me quedara con todos, y mi experiencia me decía que mejor me quedara sola por la eternidad.
Pero, no quería estar sola, ya no más.

Quería tener una persona con quien hablar, joder, hacer de todo, simplemente quería a alguien que se quedara a mi lado.

—¿Por qué no puedo tenerlos a todos? —susurré, mirando las múltiples estrellas que adornaban el cielo esa atareada noche.
De repente, la imagen de Mateo se coló en mi cabeza sin mi permiso, desbloqueando recuerdos que hubiera preferido no recordar. —¿Qué me habrías dicho tú, Matty? —sonreí levemente, pensando que mi querido Matty podría ser una de esas tantas estrellas en el cielo

"La más brillante", hubiera dicho el.

A la mañana siguiente, me hubiera fascinado despertar con el cántico de las aves en mi ventana, anunciando el comienzo de un nuevo y relajante día.
Pero lo que realmente me despertó fueron los gritos de Alizze resonando por toda la casa, gritando un fuerte y claro "Buenos días".

—¡Buenos días, mi querida pelirroja! —chilló, abriendo las persianas de mi habitación sin una chispa de compasión. —¡Ya es medio día! ¡Los planes de hoy son ir a la playa! —me arrancó la frisa de las manos, poniéndome de pie de un jalón junto a ella.

—Aún es temprano... ¿Quieres que me de un cáncer de piel con este sol? —bufé, tallando mis ojos lentamente mientras soltaba un bostezo.

—Iremos a dar un paseo para que puedan resolver sus diferencias de una buena vez —me tomó las manos algo fuerte. —Detesto a Nick con todas mis fuerzas porque es un rival potencial, pero detesto más verte a ti jodida por el, así que tomé la iniciativa de arreglar eso

La miré sorprendida de su tan positiva actitud, preguntándome si había oído nuestra conversación anoche.
Lo cual es lo más probable.

—Solo dime algo... —tragué grueso al escuchar su tono de voz, sabiendo que sería una pregunta que definiría su humor el resto del día, o peor, de la semana. —Si tuvieras que elegir entre uno de nosotros, contando a Jake, Keegan y hasta a Cameron... ¿A quién elegirías?

Me detuve a pensarlo algunos segundos.
¿A quién yo elegiría? ¿Quién sería la persona seleccionada para pasar el tiempo conmigo todos los días? ¿Cómo podría decidirme?

Y fue ahí que llegué a una doloras conclusión.

—No elegiría —asentí, provocando un rostro de sorpresa y un ceño levemente fruncido por parte de la rubia. —Porque... soy avariciosa e ignorante. Me gustan tanto que no me gusta que le gusten a otras personas, porque es un amor así, egoísta —musité con suavidad. —Tampoco espero que lo entiendas, así que... —me alejé lentamente y caminé al baño fingiendo tranquilidad.

Cuando mi escudo estaba cerrada por completo, dejé salir las silenciosas y aceleradas respiraciones que había estado conteniendo esos 10 segundos.

—Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido —susurró la chica desde el otro lado de la puerta. —Soy tu fanática —añadió silenciosamente, mientras escuchaba como sus zapatos se empezaban a alejar de la puerta. —Cuando termines ven a desayunar

Sonreí amplia mente, porque me encantaba esa faceta de Alizze.
Esa en la que aunque hiciéramos las cosas más ridículas, ni las cosas más descabelladas, jamás sería incómodo al día siguiente o en la siguiente charla.
Simplemente se conservaba como un lindo recuerdo.

Ella sería un bello recuerdo.


______
Hola hola corazones de melocotón! <3

Vengo a darles una buena noticia!
Si te gusta mi contenido, claro

Acabo de publicar una nueva historia, titulada "Srta. Gogó", la cual ya está en mi perfil esperando por ti 😩.

Advierto, no tiene nada que ver con el tipo de historia que es UP8C, es más... Sangrienta.

Espero le den una oportunidad!! ❤️.

¡Una Pelirroja, 8 Chicos! ✓ Où les histoires vivent. Découvrez maintenant