💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞

Una vida de odio parte 2.

Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores. Únicamente el escenario donde se desarrolla la historia es de mi imaginación y creatividad.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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“ El odio es una larga cuerda que tira de tu cuello y finalmente . . . acabará matandote.”

Toga llegó a la pequeña casa donde había dejado a Midoriko y los niños. Le pareció extraño ver la puerta entreabierta y se preparó con el arma por si alguien se encontraba esperándolo. Grande fué su sorpresa al entrar y no encontrar a nadie salvó a los pequeños que sin hacer ruido dormían plácidamente acomodados en los portabebés. Buscó algún indicio de por qué los niños estaban solos y encontró en el piso manchas de sangre y pisadas. Ésto no estaba nada bien, alguien vino y se la llevó, mataría al que le hubiera puesto una mano encima a su mujer. Acomodó a los niños y los afianzó a su cuerpo, uno en la espalda y otro en el pecho. Eran perfectos para transportarlos sin dificultad pero arriesgado, estarían expuestos ante un ataque o disparo. Salió a buscar chalecos antibalas y se los colocó lo mejor que pudo para protegerlos. Dirigiéndose al punto de encuentro cerca del río sin imaginar que ahí encontraría a las mujeres.

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- Todas al piso!!!

Canace les ordenó a las mujeres, estaban muy lejos de la pelea y los disparos, así que con toda tranquilidad las mataría arrojando sus cuerpos al río. Luego se iría al refugio, Se infringiria algunas heridas para que nadie sospechara. Ya tenía todo planeado, había tenido suficiente tiempo para crear la oportunidad, y que nadie pudiera culparla de los crímenes. Su señor jamás sabría nada, y ya sin obstáculos volvería a ella. Su mente enferma creaba una vida de ensueño, dónde su señor la quería a ella y sólo a ella.

- Dime Canace, cómo mataste a la esposa más reciente de Toga.

Irasue ya más respuesta por el frío de la noche, se atrevió a preguntar sin temor. Todas voltearon a mirarla conteniendo el aliento.

- Vaya!!! Irasue, aún tienes agallas para preguntar, ¿sabiendo que morirás?

- Lo sé, la curiosidad siempre termina matandote, pero mueres con la satisfacción de que finalmente quedó satisfecha. No tienes curiosidad por saber . . . ¿Cómo murió tu enviado a matar a mi hijo, y al tuyo camino al burdel?

El semblante de Canace se tornó duro, y después sonriendo se relajo. Se acomodo en una piedra frente a ellas y sin dejar de apuntarles miró de frente a Irasue.

- Haber . . . Te daré un poco de tiempo antes de ser la primera en morir. Ah!! . . .Y ahora te llenas la boca diciendo " mi hijo", jamás, según sé fuiste una madre para el bastardo.

Irasue sonrió con sorna ocultando su ira. Tiempo, sólo necesitaba tiempo para que alguien llegara a salvarlas. Siempre supo que ésta mujer era una demente y obsesiva, pero ahora se enteraba que fué ella, y no Toga, quien mandó a matar a Sesshomaru. Trataría de alargar el diálogo y luego ella misma haría el resto, contándoles cómo mato a la joven y a su bebé.

- Verás . . .¿recuerdas que seguías a Libia para saber a quién visitaba a escondidas para acusarla con Toga y apartarla de mi lado?

Canace, entrecerró los ojos. Claro que se acordaba, siempre quiso comprarla para saber todo de la esposa principal de su señor para así deshacerse de ella, pero la maldita sirvienta jamás acepto y siempre se las arreglaba para despistarlos cuando se dió cuenta que, a diario salía del campamento por las noches para cumplir con órdenes de la zorra de Irasue. Por más que intento seguirla, siempre la perdía en algún punto.